Boeing toma el control de Embraer para crear una nueva compañía
La fábrica de aviones estadounidense tendrá el 80% de esta alianza estratégica, destinada a competir con Airbus.
La estadounidense Boeing sacudió el mercado de la aviación comercial al quedarse con la mayor parte del negocio de su rival brasileña Embraer, en un acuerdo que implica crear una nueva empresa conjunta por valor de 4.740 millones de dólares.
La compañía Boeing, el mayor fabricante de aviones del mundo, tendrá el 80% de esta alianza estratégica, que le permitirá competir con el europeo Airbus en el segmento de los aparatos regionales. Con sus aviones E y E2, Embraer es junto al fabricante canadiense Bombardier el segundo mayor fabricante de aeronaves regionales de entorno a 100 asientos, un segmento en el que Boeing no estaba presente. Ambas firmas venían negociando hace tiempo esta unión, que finalmente se anunció ayer.
De no haber contratiempos, Embraer, que obtuvo el año pasado un beneficio neto de 847,4 millones de reales -unos 216 millones de dólares - un 43,19 % más frente a 2016-, espera que la operación esté concluida a finales de 2019.
Los mercados, que habían festejado con fuertes alzas en los últimos meses la perspectiva de ese acercamiento corporativo, recibieron sin embargo el anuncio con pésimo humor y las acciones de Embraer en la Bolsa de San Pablo cayeron un 14,29%.
Según Jason Vieira, de la consultora Infinity Assets, puede haber en este derrumbe una “realización de beneficios”, pero también cierta decepción por “la evaluación algo menor que la esperada” de la nueva alianza. Según analistas citados por medios brasileños, los inversores creen que el plazo de 2019 es demasiado lejano, dada la incertidumbre existente sobre la continuidad de las políticas promercado tras las elecciones presidenciales y legislativas de octubre.
En un comunicado conjunto, los nuevos socios señalaron que Boeing manejará las “actividades de Embraer en el campo de la aviación comercial y de servicios”, excluyendo el sector de la defensa. Es un punto clave dada la posición estratégica de la firma.
“La combinación de negocios con Boeing deberá generar un nuevo ciclo virtuoso para la industria aeroespacial brasileña, con mayor potencial de ventas, aumento de producción, generación de empleo y renta, inversiones y exportaciones”, dijo el presidente de Embraer, Paulo Cesar de Souza.
El acuerdo final estará sometido a la aprobación del gobierno brasileño, que desde la privatización de Embraer en 1994 conserva una “acción de oro” que le da poder de veto en cuestiones fundamentales.
Las dos empresas “se van a posicionar para ofrecer un portafolio completo de aviones comerciales altamente complementario (de 70 a más de 450 asientos), aparte de aviones de carga”, según dijeron los socios.
El protocolo de acuerdo se anunció pocos días después de la alianza sellada entre Airbus y el canadiense Bombardier para fabricar aviones de medio recorrido C Series, competidores de los aparatos de Embraer.
La sede de la compañía estará en las instalaciones de Embraer en Sao José dos Campos (Estado de Sao Paulo), pero Boeing tendrá “el control operativo y de gestión de la nueva empresa”, que estará bajo la supervisión directa del CEO de Boeing, Dennis Muilenburg. La expectativa es que la asociación concluya en un plazo de 12 a 18 meses y que sea contabilizada desde inicios de 2020 en el capital de Boeing.
El sindicato que representa a los trabajadores de Embraer marcó su disidencia con el acuerdo, y anunció que pedirán al gobierno brasileño que ejerza su derecho de veto y paralice la operación, mientras evalúan iniciar una huelga. “Somos contrarios a la venta y vamos a hacer presión sobre el gobierno brasileño para que se posicione en contra” del acuerdo, afirmó Herbert Claros, director del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao José dos Campos.
La Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI) consideró en cambio que el acuerdo abre “una oportunidad para el fortalecimiento de la cadena de proveedores, colocando a las empresas brasileñas de una manera más competitiva en el mercado global”. ■
La nueva empresa, que excluirá el sector de la defensa, tendrá un valor de US$ 4.740 millones.