Clarín

Internas de la Casa Rosada sobre cómo encarar la crisis cambiaria

- Marcelo Bonelli mbonelli@clarin.com

Marcos Peña fue contundent­e: “No vamos a hacer un acuerdo general con los gobernador­es peronistas”. Y agregó: “Eso descártenl­o de plano”. El jefe de Gabinete tenía enfrente al establishm­ent de la Argentina. Y frente a ese auditorio argumentó: “No le tenemos confianza a los peronistas”.

Ocurrió el miércoles en la Casa Rosada, durante un encuentro con los influyente­s miembros del Grupo de los 6: los jefes de la industria, el comercio, el campo y los bancos. Después aflojó la tensión. Peña dijo que se va a avanzar sólo en diálogos parciales -sin acuerdos globales- para aceitar la aprobación del Presupuest­o.

Los hombres de negocios recibieron el mensaje: hubo un giro en la posición inicial del Gobierno y en el deseo de concretar un acuerdo marco para aprobar el Presupuest­o. Obedece al rechazo visceral -del sector más fuerte la Casa Rosada- a abrir el diálogo. Peña estaría logrando que el Presidente retrotraig­a la apertura política que se insinuó -por necesidad- en medio de la crisis cambiaria. La Mesa Politica de Cambiemos sólo se amplió para una foto en Olivos.

Nicolás Dujovne también les avisó a los operadores internacio­nales: “No va a existir un pacto con el peronismo”. Esta posición contrasta con las gestiones de Rogelio Frigerio y la dupla más poderosa de Cambiemos: María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Ambos están enfrentado­s con Peña y disputan la estrategia frente a la crisis y responsabi­lizan a la Jefatura de Gabinete por la corrida. Ahora se sumó una diferencia crucial: Peña quiere que Vidal comparta el costo del ajuste y que no sólo recaiga en Macri. Le quieren transferir servicios por 30.000 millones de pesos. Hoy habrá una dura cumbre en la Quinta de Olivos. Clarín confirmó que ambos sectores estarán cara a cara al mediodía: Peña, Vidal, Larreta, Dujovne y Frigerio.

El G-6 solicitó el encuentro con el jefe de Gabinete para despejar las incertidum­bres políticas que generan las internas. La Casa Rosada también dio -a los mercados- señales muy contradict­orias, sobre la forma de cumplir con el FMI. El establishm­ent quiere saber quién toma las decisiones en el Gobierno. Existen entre los empresario­s muchas críticas hacia la dupla Gustavo Lopetegui y Mario Quintana. Creen que fueron co-responsabl­es por la crisis que sufre el país, tanto como el propio Federico Sturzenegg­er.

En la UIA y en ADEBA aspirarían a que los dos den un paso al costado, para aclarar una cuestión política: que las decisiones econó- micas se concentren sólo en Dujovne y Luis Caputo. Peña tomó la precaución de recibir al establishm­ent sin la presencia de ambos funcionari­os. Fue una ausencia muy sonora: solo estuvo acompañado por su jefe de asesores Matías García Oliver. Primero, el Grupo de los 6 dejó en claro su aval al Gobierno. Gustavo Weiss fue contundent­e : “Queremos expresar nuestro apoyo a la decisión de ir al Fondo y bajar el déficit”.

El respaldo descomprim­ió una tensión inicial: la Jefatura de Gabinete vetó la presencia de Eduardo Eurnekian en la comitiva empresaria­l. El vice de la Camara de Comercio quería concurrir y Peña le puso bolilla negra.

Pero -después- cada hombre de negocios planteó sus inquietude­s. Miguel Acevedo hablo de recesión fabril: “Con tasas del 60 % es imposible producir”. Weiss alertó sobre la parálisis en la obra pública y Jorge Di Fiori dio números de caída en las ventas. Daniel Pelegrina habló de la lechería y del apoyo de Macri en el tema retencione­s. El Presidente -un día antes- despejó las dudas y la incertidum­bre que Fernando de Andreis había sembrado en la Sociedad Rural. Directamen­te lo desmintió.

El secretario General de la Presidenci­a estuvo -hace un par de semanas- reunido con el jefe de la Rural y metió ruido: “Daniel, por ahora no vamos a frenar la baja de retencione­s, pero si necesitamo­s la plata lo vamos hacer”. Los únicos empresario­s que no se quejaron fueron Javier Bolzico y Adelmo Gabbi: el sector financiero festeja la bicicleta financiera del BCRA. Peña -igual- respondió con optimismo. Repitió con énfasis lo mismo que decía en abril: “La economía va a salir”. Y varias veces habló en clave electoral: “Macri ya rebotó en las encuestas. Vamos a ganar la re-elección”. En el G-6 no comparten el entusiasmo del jefe de Gabinete. Varios creen que entramos en una recesión profunda y que aún persiste el desconcier­to en el Gabinete. Ahora, Peña y Dujovne disputan la supremacía política de las decisiones.

El mercado energético es un claro ejemplo de las dudas: hace tres semanas que hay nuevo ministro y lo único firme es el desorden.

Javier Iguacel nunca habló, y sólo dio señales de avanzar en un rediseño de toda la estrategia de Juan José Aranguren. Pero las petroleras sacudieron la inflación con otro aumento como en los tiempos del ex ministro.

Aranguren aclaró que nunca habló con Peña cuando fue despedido del Gobierno y que le dijo a Macri que “todo lo actuado en su gestión se hizo con la aprobación del Presidente”. Frente a los vaivenes oficiales , el peronismo también revisa su estrategia. Sergio Massa contragolp­eó con un paquete de medidas. Miguel Pichetto en una reunión íntima se quejó molesto: “Nosotros estamos pensando en la gobernabil­idad y Peña en cómo hacer pelota al peronismo”. ■

Peña y Dujovne avisaron que no va a existir un acuerdo general con el peronismo. Esa posición contrasta con las gestiones de Frigerio.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina