La “ley Justina” habilita el tipo de trasplante que se hizo Lanata
Es el renal cruzado. El periodista se lo realizó con una orden judicial. Ahora ya no hará falta ir a la Justicia.
La nueva ley de trasplantes de órganos y tejidos que fue sancionada por el Congreso de la Nación incluye en su artículo 23 la posibilidad de trasplante renal cruzado con donante vivo, como el que se realizó el periodista Jorge Lanata en 2015, el único de esta modalidad hasta el momento.
“El trasplante cruzado es una estrategia de trasplante con donante vivo que se basa en cruzar donantes entre pares que son incompatibles
entre sí, o que buscan mejorar su situación de trasplante”, explicó a Cla
rín el doctor Pablo Raffaelle, jefe de nefrología de la Fundación Favaloro, institución donde se realizó la intervención.
Luego de ese caso, el Incucai trabajó un año y medio en la reglamentación de estos trasplantes que fue publicada a principios de este año en el Boletín Oficial y que establece la creación de un registro donde deben ins- cribirse los pares no compatibles (donante-receptor), para poder cotejar sus datos con los de otros pares.
“La reglamentación ya tiene tiempo desde que se publicó en el Boletín Oficial, pero hasta el momento solo hay tres pares registrados, que los inscribí yo. Por el momento no hay más. La manera de promover y aumentar la posibilidad del trasplante cruzado como una solución para los pacientes es registrar a los pacientes para poder cotejar pares y ver qué posibilidades hay de concretarlo”, agregó
el especialista.
Este tipo de donación, que ya existe en otros países como Holanda o Inglaterra, requiere también la aceptación de la sociedad del donante vivo. “En Argentina, el 70% de los trasplantes renales provienen de donantes
fallecidos, mientras que un 30% corresponden a donantes vivos”, dice Raffaelle.
La lista de espera para trasplante de riñón es la más abultada del Incucai: de las casi 11.000 personas que están en lista de espera, 5.911 esperan
un trasplante renal. Además, en el país hay 30.000 personas que se realizan diálisis, condición necesaria para ingresar a la lista de espera para un trasplante renal. Riñón e hígado son los únicos órganos para los que se permiten donantes vivos.
“El trasplante con donante cruza- do es una parte más de la estrategia de donante vivo. El donante vivo es una opción válida, cuando es libre en su decisión y no le genera un riesgo en su salud a largo plazo. Sin embargo, se estima que el 30% de los donantes vivos que se presentan son incompatibles, ese es el grupo que debería anotarse en la lista de donante cruzado”, detalla Raffaelle.
Otro de los puntos que cambia a partir de la nueva ley de trasplantes es que para la realización de este tipo de intervenciones ya no se requerirá la autorización de un juez.
Para lograr reducir la abultada lista de espera para trasplante renal, el especialista cree que deben aumentar todos los tipos de trasplantes: de donante fallecido, donante vivo y donante cruzado. Si bien el trasplante cruzado “en número tal vez no vaya a ser tan significativo, sí lo es en calidad de trasplante. Porque son más compatibles, no necesitan tratamiento de desensibilización. Aunque en número no sea mucho, vale la pena”, remarcó.
Según datos del Incucai, en 2017 se realizaron en Argentina 1.218 trasplantes renales, de los cuales 848 correspondieron a donantes fallecidos y 370 a donantes vivos. En lo que va de 2018 ya se realizaron 407 trasplantes renales de donantes fallecidos y 160 de donantes vivos. ■