Si las paredes de esa habitación hablaran...
Violeta Urtizberea, Ludovico Di Santo y Eugenia Tobal, tres de los protagonistas del ciclo, hablan de cómo fue la experiencia de contar historias encerrados en un cuarto y en tiempo real.
Encuentros y desencuentros. Amores, venganzas, abusos, secretos confesados. Todo puede suceder en una habitación de hotel. Historias condensadas, en tiempo real, es lo que propone la nueva ficción de Telefe, Rizhoma Hotel, que desde hoy irá los viernes a las 23 por esa pantalla y se repetirá por Flow y Canal 1HD de Cablevisión al día siguiente. Serán 21 episodios que funcionan por separado, pero con una conexión entre todos. Violeta Urtizberea, Ludovico Di Santo y Eugenia Tobal forman parte de un elenco multitudinario que participa de esta propuesta que producen Telefe, Kuarzo Entertainment Argentina y Cablevisión.
Como si espiara por la cerradura, el espectador puede descubrir ese micromundo de una habitación impersonal donde se reproducen todos los dramas posibles de esta época. Todos los episodios fueron realizados por Jesús Braceras, que también dirigió Estocolmo, La dueña y Niní. -La ficción plantea el desafío de generar situaciones íntimas en un lugar tan impersonal como un cuarto de hotel. ¿Cómo fue la experiencia? Tobal: Es un unitario de media hora, que grabamos en dos o tres días, con dedicación y tranquilidad, en una sola locación. Lo lindo es la posibilidad de generar diferentes mundos en un mismo espacio, con todas las situaciones que pueden suceder ahí adentro y sin que nadie se entere. La historia que hicimos con Nico Pauls es el encuentro de dos personas que no se conocen; ella es la invitada de un político al que acompaña en situación de campaña y pasan la noche juntos, pero suceden muchas situaciones a medida que se van conociendo. Van apareciendo cuestiones psicológicas profundas entre los dos que arman una historia súper interesante... Cuando te sacás la careta y aparecen las verdades y mentiras y ves lo que está detrás realmente. Conversamos mucho con el director para encontrar la lógica de lo que queríamos contar.
Urtizberea: Es un formato nuevo, otro código, que da la sensación de trabajar casi de manera teatral, lo grabamos con continuidad. El director nos dio mucha libertad, fue casi todo de corrido. Estaba bueno, porque entrabas en un estado que te daba ganas de seguir. Hice dos capítulos, uno con Ludovico (Di Santo) y otro con Michel (Noher), es una misma historia con cierta continuidad. Una relación con el marido y el amante, cruzados por
cuestiones de paternidad. Mi personaje es bastante polémico, toma decisiones raras y tuve que ponerme en un lugar difícil, sin juzgarla. Fue algo interesante para mi trabajo mental. Lo de generar intimidad y condensarla en poco tiempo lo pudimos lograr también gracias a algunos recursos, como el de cámara en mano que te permite más libertad física porque te sigue en los movimientos. Creo que fue un espacio de investigación, una experiencia actoral.
Di Santo: Yo compartí una historia con Violeta y otra con Juan Gil Navarro. Lo viví como un proceso placentero, estuve en un solo decorado varios días de rodaje intenso con dos personajes nada más. Y con mucho texto, buscando los matices necesarios, los climas que después se van a concentrar en media hora al aire, como en el tiempo real de la historia. Fue muy intenso, pero lo disfruté mucho. No es tan habitual este formato, la idea me parece espectacular: tiene la potencia de lo que sucede entre cuatro paredes entre dos personas. Es fundamental también la confianza en tu compañero, el ida y vuelta, porque no hay más para recurrir. Tobal: Tal cual, el otro es tu soporte. Ese marco resultó ideal para que fluyeran estas historias.
-Imagino que uno de los riesgos es tratar de no forzar una situación porque hay que concentrar todo en esa media hora.
Tobal: Sí, por eso fue muy bueno construir con mucha previa, entre los actores, con el director, con el libro. Di Santo: En un lugar que es de nadie y de todos a la vez puede pasar de todo. Todos pensamos: si este cuarto hablara, es un terreno que contiene tantas historias y por eso es interesante. La clave es cómo lo contás. A mí me gustaría vivir un tiempo en un hotel, me intriga un poco eso de instalarse en un lugar de paso.
-¿Hay influencia de las series y otros formatos en distintas plataformas que están llegando también a la televisión abierta?
Tobal: En cierta manera se aprovecha un poco todo eso, se busca ampliar el público. Me encantó formar parte de este gran elenco. Se jerarquiza el formato con actores de diferentes palos y estilos. Una buena historia necesita de buenos actores que la potencien. Creo que el espectador es el que se va a identificar más con el lugar, porque es el que va a ver todas las historias en el mismo escenario. Urtizberea: La tele se va aggiornando un poco. Esto es otra cosa realmente y a mí me divierte y me hace crecer poder hacer mayor cantidad de cosas, salir de lo cómodo y animarse a otros códigos. Esto te incentiva profesionalmente.
-El espectador es el que une en su cabeza toda la secuencia de las diferentes historias.
Di Santo: Hay algo que está cambiando en el modo de consumir como espectadores. Hay un público que todavía consume un formato tradicional de tira o lo que sea, pero hay otro que consume más series y ese tipo de cosas. Lo que se produce tiene que ver más o menos con esas situaciones nuevas. Éste, al ser un unitario semanal, te da cierto aire, porque los conflictos que se cuentan, en su mayoría, son asfixiantes y te sentirías como encerrado, no hay nada liviano en estas historias. El contexto va de la mano con lo que se cuenta. ■
Es un formato nuevo, otro código, que da la sensación de trabajar casi de manera teatral”. Violeta Urtizberea
A mí me gustaría vivir un tiempo en un hotel, me intriga un poco eso de instalarse en un lugar de paso”. Ludovico Di Santo
Me encantó formar parte de este gran elenco. Se jerarquiza el formato con actores de diferentes palos”. Eugenia Tobal