Atacan en Nicaragua a una misión de obispos y periodistas
Una misión de la Iglesia Católica integrada por obispos y el nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Sommertag, fue agredida ayer por presuntos simpatizantes del Gobierno en la ciudad de Diriamba, al sur del país, informó la televisión local. Decenas de presuntos simpatizantes encapuchados del Gobierno ingresaron por la fuerza a la Basílica de San Sebastián de Diriamba, donde golpearon a varias personas e hirieron a uno de los obispos, según informó Canal 15. La emisora transmitió imágenes del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, con una herida en el brazo derecho aparentemente ocasionada con un objeto cortopunzante. Otro de los lesionados fue un periodista de Canal 15, cuyos equipos fueron robados y apareció en imágenes con la nariz sangrante.
El periodista afirmó que otros colegas que acompañaban a los religiosos también sufrieron golpes y el robo de cámaras, teléfonos y otras pertenencias. Es la tercera ocasión que el Canal 15 sufre el robo de equipos por parte de paramilitares.
“No hay palabras para describir esto, irrespetaron a nuestros obispos, robaron a los periodistas”, dijo el presidente de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANDPDH, independiente) Álvaro Leiva, quien se refugió con el grupo de religiosos en la sacristía de la iglesia. El sacerdote Edwin Román denunció que la agresión era un plan preparado por el partido de Gobierno. El nuncio apostólico viajó en una “misión humanitaria” junto al cardenal Leopoldo Brenes y otros obispos católicos a la provincia de Carazo, al sur del país, donde el domingo paramilitares atacaron a manifestantes opositores. Los religiosos intentaban visitar las ciudades de Diriamba y Jinotepe, a unos 43 kilómetros de Managua, y llegaron en una caravana de vehículos acompañados por periodistas y activistas de derechos huma- nos, en una misión similar a la del 21 de junio en Masaya.
Al menos 12 personas murieron en las últimas horas en Nicaragua como resultado de violentos ataques de fuerzas paramilitares contra manifestantes civiles opositores al Gobierno en por lo menos cuatro localidades del país, informaron ayer organismos de derechos humanos y dirigentes sociales. Nicaragua vive su peor crisis política en 40 años desde que comenzó la protesta estudiantil el 18 de abril, y se agravó tras la violenta acción de la Policía y paramilitares contra manifestantes civiles. El Gobierno sólo reconoce 47 muertos, mientras organizaciones de derechos humanos suman 309, en su mayoría jóvenes estudiantes atacados a tiros por paramilitares. ■