Trump nombra a un juez conservador y corre la Corte aún más a la derecha
Es Brett Kavanaugh. Su voto influirá en temas sensibles como el aborto. Con 53 años, su gestión será larga.
El proceso fue como un inédito reality show: el presidente Donald Trump examinó primero una lista de 24 personas y poco después fue eligiendo “finalistas” hasta que en las últimas horas quedaron dos favoritos. La decisión final, en medio de una enorme expectativa, fue inusualmente anunciada anoche en el prime time de TV desde la Casa Blanca.
Encantado con la puesta en escena, Trump reveló lo que quizás sea la medida más trascendente de su mandato: nominó a un juez conservador para la Corte Suprema de Estados Unidos, algo que inclinará definitivamente el Tribunal hacia la derecha, con potencial impacto en temas fundamentales como el aborto, la inmigración y el derecho a portar armas.
El elegido fue Brett M. Kavanaugh, que superó en el tramo final a Thomas Hardiman, que era fuertemen- te recomendado por la hermana jurista del presidente, Maryanne Trump Barry, que había trabajado con él.
El nominado, que debe aún afrontar la aprobación del Senado, reemplazará al juez Anthony Kennedy, que anunció la semana pasada que se retirará el 31 de julio. Durante años, este juez moderado de 81 años sirvió como el voto decisivo de desempate entre conservadores y liberales en el máximo tribunal de 9 miembros. Fue quien inclinó la balanza en temas como el matrimonio gay, por ejemplo. Al designar a un ultraconservador, la derecha podrá dominar durante años la Corte, donde los jueces sirven de manera vitalicia. Es una decisión que trasciende ampliamente el mandato de Trump y que puede tener impacto en decisiones fundamentales para los estadounidenses.
Kavanaugh, de 53 años, comenzó su carrera como empleado de Kennedy. Como juez en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos en Washington, se ha pronunciado sobre algunos de los temas más delicados. Recientemente expresó su desacuerdo con una decisión judicial que permitía a una inmigrante indocumentada adolescente abortar. También dio una interpretación amplia de lo que constituye una obstrucción a la justicia, una posición que podría ser riesgosa para Trump si la investigación de Rusia lleva a acusaciones de imputación.
“Hace mucho escuché que la decisión más importante que puede tomar un presidente de Estados Unidos es la selección de un juez de la Corte Suprema. Se anunciará esta noche a las 21” (las 22 de Argentina), tuiteó horas antes el mandatario, tras pasar el fin de semana sopesando su decisión en su club de golf de Nueva Jersey.
Trump tuvo el enorme privilegio – y suerte, también- de poder designar a dos jueces en poco más de dos años de mandato. El presidente ya llenó una vacante de la Corte con Neil Gorsuch, que reemplazó al fallecido conservador Antonin Scalia, en abril de 2017. Pero el nominado de este lunes inclina la balanza.
Una Corte conservadora es algo que Trump había prometido a sus seguidores en la campaña electoral: en la América profunda –blanca, religiosa y conservadora- veían con espanto cómo, tras 8 años de Barack Obama, el país se inclinaba a un modelo más inclusivo y diverso. La Corte –Obama designó a una mujer latina y liberaliba en ese sentido. Por eso esta decisión será aplaudida no sólo entre las bases trumpistas sino también en los sectores republicanos más moderados. También entre los cristianos, que representan el 25% del electorado y votaron masivamente por Trump.
La Corte Suprema ha tomado en los últimos años decisiones históricas sobre cuestiones fundamentales y con mucho peso político, desde el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto, los derechos sobre las armas, el dinero corporativo en las campañas electorales y la libertad de expresión. Además, el próximo año, el alto tribunal podría tener que considerar los poderes y derechos de Trump en la investigación sobre los vínculos entre su campaña presidencial y Rusia, y si trató de obstruir o no esa pesquisa.
La senadora demócrata Dianne Feinstein dijo que la elección de Trump “podría tener un mayor efecto en la vida cotidiana de los estadounidenses que la de cualquier otro juez en nuestra vida”. Trump se apresuró a nombrar el reemplazo de Kennedy mientras los republicanos aún tienen mayoría simple en el Senado, que debe aprobar el nombramiento. ■