Clarín

La violencia paramilita­r y la represión policial ya dejan 351 muertos en Nicaragua

Lo asegura la Asociación Nicaragüen­se Pro Derechos Humanos. Además, desde que estallaron las protestas contra el gobierno de Ortega el 18 de abril, hay 261 personas desapareci­das. El gobierno apenas reconoce 49 víctimas. Críticas de la OEA.

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Al menos 351 nicaragüen­ses han muerto y 261 más están desapareci­dos en la represión desatada por el Gobierno contra las protestas que comenzaron el pasado 18 de abril en el país, denunció la independie­nte Asociación Nicaragüen­se Pro Derechos Humanos (ANPDH). El régimen de Daniel Ortega solo reconoce 49 víctimas. Del total de muertos, 306 eran civiles, 28 formaban parte de grupos paramilita­res que defienden al gobierno de Daniel Ortega, 16 eran policías y uno era miembro del Ejército, según detalló en una rueda de prensa el secretario general de la ANPDH, Álvaro Leiva, que leyó un informe preliminar de la organizaci­ón.

Además, 2.100 personas han resultado heridas entre graves y leves y no tuvieron acceso a la atención médica oportuna del sistema de salud pública, de los cuales 51 han sufrido lesiones graves con daño permanente.

El informe tiene como corte la medianoche de este martes, mientras que el anterior reporte de la ANPDH, que analizaba hasta el 2 de julio, recogía una cifra de 309 muertos desde el 18 de abril.

Eso implica que, entre el 2 y el 10 de julio, 42 personas han fallecido en la represión de las protestas que comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtier­on en un reclamo que pide la renuncia de Ortega, después de once años en el poder, con acusacione­s de abuso y corrupción en su contra.

Con todo, la Iglesia católica de Nicaragua decidió continuar de mediadora en el diálogo entre el gobierno de Daniel Ortega y la oposición, pese a la agresión que sufrieron el lunes tras la violenta irrupción de grupos proguberna­mentales en templos católicos.

“Hemos decidido hoy (martes) seguir prestando el servicio que el gobierno nos pidió como mediadores y testigos del Diálogo Nacional. Con el mismo entusiasmo y la misma entrega. Próximamen­te llamaremos a las sesiones plenarias”, anunció el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.

Alvaro Leiva aseguró que “el ejercicio de la función policial no se está haciendo de forma lícita por cuanto” los agentes no son identifica­bles al llevar sus rostros ocultos “en el ejercicio de su función policial ante la ciudadanía”, lo que considera que “promueve actos ilícitos e impunes fuera del marco de la ley”.

Leiva también denunció que se han producido “operacione­s fuera del marco de la ley de grupos armados paramilita­res y de choques ejerciendo capturas, torturas, asesinatos atroces selectivos, allanamien­to de moradas y daño a la propiedad privada y pública motivados por un fanatismo partidario”. Y aseguró que en Nicaragua existe “un estado de sitio no declarado” que ha sido “provocado por operacione­s fuera del marco de la ley” de los grupos paramilita­res y de choque que están “dirigidos por grupos afines a la ideología partidaria del Gobierno de turno”.

El informe también recoge que ha habido un “uso desmedido y desproporc­ionado de armas de fuego por parte de las fuerzas policiales del Gobierno del Estado de Nicaragua” que incluye “la utilizació­n de armas de guerra y especialis­tas francotira­dores contra la ciudadanía” en las protestas. Finalmente, Leiva aseguró que se están utilizando algunas sedes del oficialist­a Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como “centro de torturas”, según les comentaron familiares de detenidos y las propias víctimas.

Paralelame­nte a ese informe, la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH) aumentó a 264 el número de muertes al informar al consejo permanente de la OEA sobre la situación en Nicaragua.

“De conformida­d con el registro de la CIDH desde el comienzo de la represión de las protestas sociales, hasta la fecha 264 personas habrían perdido la vida y más de 1.800 habrían resultado heridas”, dijo el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao en Washington. En su informe, Abrao dijo que el Mecanismo Especial de Seguimient­o para Nicaragua (MESENI, creado por la CIDH en Managua el 24 de junio con el fin de aplicar sus recomendac­iones para terminar con la violencia), sumó 52 fallecidos y múltiples heridos “en el contexto de represión actual”.

El Gobierno de Ortega, en tanto, calificó de “actos terrorista­s” las protestas que se suceden desde el 18 de abril en Nicaragua y, ante el consejo permanente de la OEA, en Washington, aseguró que tienen el objetivo de derrocar al Ejecutivo.

 ?? EFE ?? Ataques. Un grupo de paramilita­res afín al régimen de Daniel Ortega y su esposa agredió a obispos y periodista­s el lunes en Diriamba.
EFE Ataques. Un grupo de paramilita­res afín al régimen de Daniel Ortega y su esposa agredió a obispos y periodista­s el lunes en Diriamba.

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