El británico envenenado con gas Novichok mejora y está consciente
Charly Rowley, el británico y “víctima colateral” de la nueva contaminación del agente nervioso Novichok en Gran Bretaña, está consciente y pudo hablar brevemente este miércoles por la mañana con la policía, que sigue sin encontrar el elemento que lo contaminó o el lugar. Pero la policía antiterrorista de Scotland Yard considera que van a tener que esperar días o semanas para que pueda recuperar la memoria o focalizar exactamente qué le pasó.
Después de tener una breve conversación, la policía cree que Rowley no está en condiciones de tener un interrogatorio para conocer las condiciones en las que fue contaminado.
Rowley está internado en el hospital de Salisbury desde el 30 de junio, cuando junto a Dawn Sturgess, su pareja, sufrieron convulsiones, ojos desorbitados y una baba blanca comenzó a surgir de sus bocas en su nueva casa de Amesbury, no lejos de Salisbury. Dawn murió el domingo pasado, luego de que el departamento bacteriológico de Porton Dawn confirmara que ambos fueron expuestos al agente nervioso con que trataron de eliminar al ex espía ruso Serguei Skripal y su hija Yulia en Salisbury en marzo pasado. Los considera sus “víctimas residuales”, que entraron en contacto con el agente nervioso y se contaminaron más que los Skripal. Pero nadie sabe dónde ni cómo.
El gobierno británico acusó a Rusia y sus servicios secretos como responsables en marzo y se expulsaron espías rusos en los países occidentales aliados del reino, además de aplicar sanciones al régimen de Vladimir Putin. Ahora le exigen colaboración.
Actualmente Charly se encuentra internado en terapia intensiva del hospital de Salisbury y custodiado las 24 horas del día por razones de seguridad. Su caso amenaza la salud pública y los intereses estratégicos del reino. Neil Basu, el máximo oficial de contraterrorismo británico, alertó que, si se encuentra en un recipiente o un frasco, el Novickok puede mantenerse activo por más de 50 años.
Mathew, único hermano de Charley, lo visitó este miércoles por primera vez en el hospital y explicó a la prensa que ha quedado “como un esqueleto”. No pudo acercarse porque está rodeado de máquinas y tubos pero consiguió tener una conversación. Debió usar ropa de protección y guantes antes de ingresar a su habitación en el hospital, que está vigilada . “Fue shockeante. Casi no lo podía reconocer. No es el Charles que yo conozco. Está despierto. Está hablando, tiene sentido lo que dice pero parece un esqueleto”, dijo a la prensa. ■