Modric es el emblema de un equipo que quedará en la historia de su país
“Creo que los ingleses nos menospreciaron y fue un error”, dijo el capitán croata luego de la clasificación.
Justo él no podía irse en silencio. Si supo levantarse del horror de la guerra que a los seis años hasta le cruzó el fusilamiento de su abuelo delante de sus ojos, ¡cómo Luka Modric no se le iba a plantar a Inglaterra en una cancha de fútbol! Siempre Modric sembró la impresión de que algo bueno podía sucederle a Croacia en el partido, inclusive en los peores momentos del equipo, en la primera parte, cuando Inglaterra ganaba y hasta amenazaba con gritar el segundo. Dibujó una producción que debe ser titulada: “Así se juega en un Mundial”.
Aparte de admiración, también Modric disparó envidia. Hace demasiado tiempo que el fútbol argentino y la Selección no disfrutan con un mediocampista así. A pesar de sus 32 años, el del Real Madrid estaba aquí y allá, moviendo la pelota en forma horizontal o vertical, parado más adelante o más atrás, sacándose a un rival de encima, pegándole al arco y tirándose al piso.
“Ya es tiempo para que tenga Modric el Balón de Oro, a ver si se enteran…”, dijo su socio del mediocampo Ivan Rakitic en referencia a ese muchacho feliz que le golpeaba el acrílico mientras brindaba una entrevista a la televisión oficial. Y tiene razón el compañero de Lionel Messi en el Barcelona. Es que el 10 de Croacia jugó de acuerdo con su número.
Estuvo en todas partes y en todas las facetas del juego. Primero, cuando el equipo no fluía, bajó a buscarla para iniciar cada situación. Después, en los instantes en que Croacia empezaba a despegar, empezó a recorrer otros lugares, a tejer de tres cuartos hacia arriba contra una Inglaterra encerrada. Interpretó Modric que una zona débil era el lateral de Young, por donde Vrsaljko metió el centro del 1-1. Modric repartió 71 pases con una precisión del 88,7%. ¿Qué dirán hoy quienes en sus inicios lo rechazaban por su físico pequeño, hasta que el Dinamo Zagreb lo aceptó?
“Creo que los ingleses nos menospreciaron y fue un error. Nosotros leíamos lo que escribían (por la prensa inglesa) y decíamos: ¡genial! A ver quién está cansado aquí. Deberían ser más humildes y respetar más a sus adversarios”, lanzó Modric con la misma precisión y claridad con la que envía un cambia de frente. “Mostramos que somos fuertes. Dominamos el partido física y mentalmente. Debimos matar el partido antes de la prórroga, pero no pudo ser”, explicó sobre la carga de jugar tres alargues.
“Es increíble lo que hemos logrado. Es un sueño hecho realidad después de tantos años peleando. Estamos muy orgullosos. Es la hazaña más grande de la historia de Croacia”, señaló Modric, a partir de ahora el futbolista más trascendente en la historia croata. Para Croacia y para Modric aún puede haber algo más. Jugando así todo es posible. ■