Clarín

“A Messi le diría que no juegue más en la Selección”

Claudio Borghi. El “Bichi” cree que el crack “no es libre”, que “no disfruta” y que “no hay que armar un equipo para él”. Una charla imperdible con Clarín en Moscú.

- MOSCÚ, RUSIA. ENVIADO ESPECIAL Enrique Gastañaga egastanaga@clarin.com

Recorre el lobby del cinco estrellas donde se hospeda. Sale hacia su derecha. Camina cien metros y se encuentra con el imponente teatro Bolshoi. A la izquierda observa el edificio de la ex KGB. Aquí nomás el Metropol, el primer hotel de lujo de lo que fue la Unión Soviética. Si avanza, advierte que está en la zona del Kremlin y de la Plaza Roja, de la Catedral de San Basilio, del Mausoleo de Lenin y del exclusivo shopping Gum, que impacta siempre pero mucho más por las noches, cuando iluminado hechiza con sus encantos. Si antes de pasar los controles de seguridad elige transitar hacia su derecha, se choca con los Jardines de Alejandro. Y al final de esa parada inevitable, queda a unas dos cuadras del templo Cristo Salvador, enclavado a orillas del río Moscova…

Sin necesidad de tomarse un taxi o el metro, sólo saliendo a estirar las piernas un rato, Claudio Borghi goza de esa película cautivante. Ya lo hizo junto a su esposa Mariana y parece que lo repetirá. Pero ahora, en el lobby del Marriott, quien fue contratado por Telemundo para comentar el Mundial se sienta con Clarín para desmenuzar la realidad de la Selección: Messi, los jugadores, el sentido de pertenenci­a, los dirigentes, Sampaoli, los hinchas y el juego.

Un campeón del ‘86, sin vueltas. Estilo Bichi. Imperdible.

-¿Tiene Argentina jugadores para soñar con volver pronto a estar arriba o son menos de lo que parece? -Hay que dejar de pensar en estar en los primeros planos. Hay que trabajar para estarlo. Hay dos selecciona­dos que dieron muy buenos ejemplos. Alemania, con un gran proyecto, sacó malos resultados en el Mundial y dirá: “A ver en qué tenemos que mejorar”. Francia no esperaba resultados tan buenos ahora, pero vienen trabajando bien desde hace rato. Nosotros queremos llegar sin planificac­ión y sin trabajo y encima queremos ganar. Y si no ganamos queremos echar a todo el mundo. Cada cuatro años empezamos de cero.

-¿Y hay jugadores?

-Jugadores sobran.

-¿Te extrañó la lista que armó Sampaoli con tantos jugadores grandes? -Evidenteme­nte teníamos gente muy grande. El arquero inglés tiene 24 años y nosotros arrancamos con uno de 36. Cambiamos experienci­a por velocidad y hoy la velocidad es clave. Hay que hacer un mix: ni todos viejos ni todos jóvenes. La realidad nos demuestra que un arquero de 1,88 de altura y 24 años puede atajar en Inglaterra. Pero vamos al revés de la corriente. Tenemos cantidad y calidad, pero falta organizarn­os para hacerlos producir. Y otro gran problema: muchos jugadores argentinos creen saber más que los entrenador­es. -¿A Sampaoli le armaron el equipo? -Espero que no haya ocurrido. Que los jugadores le armen el equipo al técnico sería lo peor que nos podría pasar. Si un jugador quiere hacerlo, es simple: renuncia, se mete en el cuerpo técnico y opina. Eso no debería existir. Lo que sí existe es conversar, pero no con todo el mundo y tampoco siempre, porque si no el entrenador pierde toda la autoridad.

-¿El problema de Sampaoli fue haber sido más “messista” que Messi?

-No sé si es verdad que Messi pone y saca jugadores. Que un entrenador diga que “el equipo es de Leo y yo lo conduzco” es una locura. Si es verdad, el técnico debería irse. Y si no, la sensación igual es que manda un jugador. No lo conozco. Es uno de los mejores jugadores del mundo, que no puede demostrar en la Selección lo mismo que en su equipo, como les pasa a Agüero, Higuaín, Di María… -¿Por qué Messi no rindió en Rusia? -A Messi lo veo con 40 millones de ar- gentinos que no puede sostener en sus hombros. Como muchos de nosotros, empezó a jugar por felicidad, porque es un juego. Me da la sensación de que se pone la camiseta de la Selección y deja de ser un juego para transforma­rse en un sufrimient­o. Y ningún jugador con sufrimient­o o demasiada responsabi­lidad puede ser creador. Sí puede ser marcador, porque ese rol exige fuerza, garra, meter... Así es el jugador uruguayo. Pero crear estando presionado es imposible. Muchos dicen: “Ahora le baja la musa”. Pero si estás enojado, la musa no baja y no te atrevés a hacer cosas. Por eso el creador tiene mayores chances de equivocars­e. Para el que destruye y marca es mucho más fácil: no necesita estar demasiado alegre, si no tener carácter.

-Messi por ahora hizo silencio. No se sabe si seguirá en la Selección o no. ¿Qué imaginás que hará? ¿Qué consejo le darías si él te lo pidiera?

-Si yo pudiese hablar con Messi, le diría que no juegue más en la Selección. Le agradecerí­a por el esfuerzo que hizo, pero quizás ya es el tiempo de que no esté. Lo mismo le diría a otros. -Todavía puede darle mucho a la Selección...

-Se nota que Messi sufre, no está disfrutand­o y no es libre en la Selección. Que sus responsabi­lidades son demasiadas. Pero Messi ya renunció hace dos años. Después, entendió.

Se engancha Borghi y estira la respuesta desviando el eje: “Estamos en los detalles estúpidos: en el himno, si se toca la cara, si lo canta, si no lo canta... El jugador vive muchas cosas en ese momento. Tenemos que dejar de entender que en este deporte si se pierde se deshonra a la bandera. Pero en las fechas patrias increíblem­ente estamos más preocupado­s por ver dónde nos vamos de vacaciones que por saber qué se festeja. Tenemos que cambiar. El fútbol no tiene que ver con la patria”.

-¿Puede generarse pronto un contexto de Selección para que Messi deje de sufrir o no sufra tanto? -Messi no tiene que gozar ni sufrir. Tiene que jugar. No hay que armar un equipo para que Messi la pase bien. Para eso hay que ir a un country. Hay que dejar de pensar que tenemos que hacer un equipo para Messi. Es al revés: Messi tiene que jugar en un equipo que sea importante. No va eso que se dice: “‘ Hagamos el equipo para Leo a ver dónde se para”. En Barcelona hay un equipo, él toma la pelota y hace la diferencia. Ahora que no está Iniesta, no sé quién carajo lo va a hacer, pero buscarán a alguien para que haga lo que no hace Messi. No le podemos pedir a Messi que sea genial siempre. Algunos dicen que es lagunero. No hay ningún jugador capaz de crear o romperla todo el tiempo. Tenemos que dejar de pensar que Messi sólo hace jugar al equipo. Brasil tuvo a un Neymar que no brilló, pero fue un equipo. En Francia, Mbappé hace dos o tres jugadas y está Griezmann que pasa inadvertid­o pero arma todo. Acá estamos emputecido­s con que Messi tiene que hacer cosas que a lo mejor no está dispuesto o no puede hacer. Messi no puede tener la pelota 90 minutos. Sería anormal. Acá el Mundial demuestra que primero está el juego en equipo y después el jugador diferente. ■

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La premisa del Bichi. “No hay que armar un equipo para que Messi la pase bien. Para eso hay que ir a un country”, le dijo Borghi a Clarín en Moscú.

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