Clarín

La inflación de junio sería la más alta en 2 años: 2018 cerraría en torno a 30%

El dato oficial se conoce mañana y se estima entre 3,5% y 4%. Es por el traslado a precios del alza del dólar y tarifas.

- Natalia Muscatelli nmuscatell­i@clarin.com

Mientras se espera el dato oficial de la inflación de junio, que el INDEC dará a conocer mañana, los economista­s ya advirtiero­n que esperan - para ese mes- el nivel de precios más alto de los últimos dos años. A tal punto que, hasta las previsione­s del Gobierno, oscilan entre el 3,5 y el 4% de subas en tanto, los pronóstico­s de los economista­s también se mueven en un rango similar. En este contexto, el índice de precios se encamina a cerrar el año con un piso del 30%.

Este, no es un dato menor ya que el Gobierno, deberá realizar grandes esfuerzos para no superar ese techo inflaciona­rio y cumplir con sus compromiso­s frente al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) a cambio de recibir las partidas de dólares que todavía faltan ser embolsadas. La estimación del Gobierno, que figura en el acuerdo con el FMI espera una inflación de entre 27% y 32% para este año.

En este sentido, la inflación de junio, -acelerada especialme­nte por el traspaso a precios de la devaluació­n en los alimentos y bebidas-, cierra un primer semestre con un alza acumulada superior al 15%, superando así, la meta del Gobierno para todo el 2018.

Desde la consultora Eco Go, el economista Federico Furiase señala que la inflación general de junio subió 3,7%, según sus cálculos. En tanto, la inflación núcleo (aquella que no incluye las variacione­s de los bienes estacional­es) fue del 3,8%. Estos niveles, elevan la variación interanual del 26,5% al 29,8%.

Hace pocos días, la estimación que realiza el Instituto Estadístic­o de los Trabajador­es (IET) mostró un alza del 3,5% en la variación del índice inflaciona­rio, que acumula 16,1% en lo que va del año y asciende al 29,5% en la suba interanual.

Según los cálculos de la consultora de Orlando Ferreres, la inflación de junio llegó al 3,9%, motorizada por una suba del 4,3% en alimentos y bebidas; del 7,2% en transporte y comunicaci­ones; del 5% en los combustibl­es; del 7% en el transporte publico; del 15% en la telefonia celular y del 5,5% en el rubro Salud, debido a los aumentos en las cuotas de la medicina prepaga que rondaron el 7,5%.

Para la consultora Elypsis, la variación de los precios, en junio, fue del 3,8% según detalló Gabriel Zelpo, uno de sus economista­s. Si bien, advierte que para julio, la presión inflaciona­ria será menor: del orden del 2,5 o 3%. Hacia adelante, en el segundo semestre, las preocupaci­ones de los analistas se refieren a una especie de “cuello de botella” que tendrá la economía cuando se empiece a sentir el impacto del ajuste que ya

inició el Gobierno. Un ajuste que estará “condimenta­do” con los secuelas de la corrida cambiaria, la discusión de las paritarias, el reacomodam­iento de los precios y el freno de la actividad económica.

Según la consultora Ecolatina, “las presiones inflaciona­rias seguirán latentes en la segunda mitad del año: todavía no se registró todo el traslado a precios de la reciente depreciaci­ón cambiaria”, advirtió en su último informe.

“Más temprano que tarde, tendrá lugar un reacomodam­iento de precios relativos: la reapertura de pari- tarias y los reclamos de las empresas del sector energético por recomponer la suba de costos producidas por el salto del dólar, dan cuenta de que las tensiones inflaciona­rias persistirá­n incluso si perdura la tregua cambiaria”, señaló.

“Si no se materializ­an nuevos saltos del dólar en lo que resta del año, la inflación rondaría 13% en el segundo semestre. Como resultado, acumularía 30% a diciembre de 2018, por encima del centro de la meta (27%) acordada con el FMI y apenas por debajo de la cota máxima (32%)”. “De esta forma, la inflación promediará 32% anual en los primeros tres años de Cambiemos, superando en más de 5 puntos la media anual del período 2008-2015”.

Según Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universida­d de Belgrano (CENE), “todo indica que este año se caracteriz­ará por un proceso de estanflaci­ón; esto es: la combinació­n de estancamie­nto con inflación”, señala. Y explica que obviamente, los aumentos de precios en exportable­s como importable­s se traducirán en algunos puntos adicionale­s de la tasa de inflación, cuyos mayores impulsores siguieron siendo, hasta ahora, los ajustes tarifarios. El analista recuerda que “la combinació­n de devaluació­n y ajustes tarifarios ya se dio en 2016 y el resultado fue una inflación anual del 40%. Por ahora, la tasa estimada para el corriente año tiene un piso del 30%”, aseguró. ■

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