El tráfico de aves, un negocio que mueve millones y pone a especies en peligro
En el mercado ilegal, el precio de venta de cada ejemplar llega a los 500 dólares. Refuerzan controles para evitarlo.
Con su cabeza roja, el cardenal común es admirado en amplias zonas del país. Pero donde muchos ven belleza, otros ven un negocio. Y por eso se lo caza, en especial en Corrientes y Entre Ríos, porque los de allí son más grandes y están más cerca de Rosario y Buenos Aires, los grandes centros de demanda. Su valor en el mercado: cerca de $ 200. Su homónimo, el cardenal amarillo, se destaca por su canto y esa cualidad única lo puso en peligro de extinción por su comercio ilimitado. Pagan US$ 100 por ejemplar, sobre todo en el exterior. Y eso estimula su tráfico ilegal.
Un informe de Naciones Unidas e Interpol estimó que el tráfico ilícito de flora y fauna mueve en el mundo hasta US$ 23.000 millones al año. Ya es el tercer negocio ilegal a nivel global, detrás del tráfico de drogas y el de armas. En Argentina, según estima la ONG Aves Argentinas, se calcula en unos $ 50 millones por año. Y afecta a especies muy tradicionales de pájaros que están en peligro.
Otro ejemplo es el federal, que está dejando de verse en las áreas que eran su hábitat habitual. O el tucán, que en el mercado ilegal europeo se puede conseguir por 500 dólares por su tamaño, lo particular de su figura y sus colores llamativos. O el loro hablador, cuya demanda es generalizada en varios puntos del interior para utilizarse como mascota.
Laura Nadersohn, voluntaria de Aves Argentinas, advirtió que a las aves víctimas del tráfico ilegal se las maltrata y descuida, a tal punto que se estresan, enferman y la mayoría muere antes de llegar a la venta o pocos días después.
Lo cierto es que no toda venta de aves está prohibida. Existen en Argentina criaderos habilitados. Pero, por fuera de ese circuito, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable es el encargado, en el marco de la ley Nº 22.421, de combatir el tráfico ilegal de animales, incautar los ejemplares y tratar de reinsertarlos en sus ambientes naturales o sumarlos a planes de conservación.
“En los últimos años retomamos un rol que se había perdido y que es de suma importancia en la preservación del ambiente: el control, que en este caso nos permite combatir con mayor eficacia el tráfico ilegal. Además de incautar los ejemplares que fueron capturados ilegalmente, buscamos preservar cada especie. Nuestro país ratificó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres y trabajamos cada día para cumplirla”, aseguró el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.
Respecto de los canales ilegales de venta, Nadersohn explicó que “lamentablemente en Internet ha explotado la venta ilegal de fauna silvestre”. Y agregó: “Si bien no existen páginas oficiales de comercio de fauna prohibida y los sitios de e-commerce tienen regulaciones internas mediante filtros, las redes sociales son actualmente el punto de venta preferido gracias a la privacidad que ofrecen los perfiles anónimos y los grupos cerrados, amparados en la dificultad de control y fiscalización. Sin embargo, esas páginas son denunciadas e investigadas por la justicia y distintas ONG”. ■