En el país, la pobreza afecta más a la infancia
El 39,7% de los chicos y adolescentes de la Argentina vive por debajo de la línea de la pobreza; son el 25,7% del total de la población argentina, de acuerdo a los últimos datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Los estudios de calidad educativa suelen mostrar que el nivel socioeconómico es la principal variable asociada a los desempeños y también a las desigualdades en los aprendizajes. Y por tal motivo, “no se puede esperar que el jardín de infantes por sí solo compense las desigualdades de origen, sobre todo si la oferta de nivel inicial no es de alta calidad”, advierte el informe del Observatorio Argentinos por la Educación. Para los expertos, atenuar los efectos de la pobreza en los chicos es de vital importancia para reducir la brecha.
“La educación es un derecho al que deben acceder todos los niños y niñas desde el nacimiento. Es un deber del Estado garantizar ese derecho. Pero la asistencia al jardín por sí sola no influye en el desempeño posterior ni en la trayectoria escolar. Influyen otras variables determinantes como las condiciones de vida de los niños y sus familias, el acceso a una buena alimentación, a la salud, a la vivienda, el acceso a la cultura, entre otros”, le dijo a Clarín Cristina Tacchi, presidenta de OMEP Argentina.
“Lo que sí creemos es que la asistencia a instituciones educativas en la primera infancia mejora el presente de los niños y sus familias, además de colaborar en el sostenimiento de la trayectoria escolar”, agrega. ■