Clarín

“Los jueces no tenemos la bola de cristal”

CARLOS ROSSI

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Fue su defensa en el juicio que se le sigue por haber liberado al asesino y violador de Micaela García

“Quiero que entiendan que los jueces de Ejecución de Penas no tenemos una bola de cristal para saber qué es lo que va a acontecer tras una decisión que tomamos”. La frase la pronunció ayer Carlos Rossi, el juez de Gualeguayc­hú que liberó anticipada­mente a Sebastián Wagner, el preso condenado por violación que luego abusó y mató a Micaela García (21) en Gualeguay. Fue en el inicio del jury de enjuiciami­ento que afronta en Entre Ríos por los ocho pedidos de destitució­n que le presentaro­n por mal desempeño de sus funciones.

El magistrado, según informó Elonce TV, no abandonó el concepto de la bola de cristal ante el tribunal que lo juzga y agregó: “Si la tuviéramos, no tomaríamos algunas decisiones”.

Lo más sorprenden­te fue que pronunció estas palabras frente a los padres de Micaela García, la estudiante asesinada por el violador al que él liberó pese a los informes que recomendab­an lo contrario. Ambos se mostraron enojados y también desilusion­ados por “la actitud pasiva del Procurador General de Entre Ríos, Jorge Amilcar García”.

Eso, en realidad, no debería resultarle­s extraño: al realizar la acusación para que empezara el jury, el año pasado, el procurador aclaró que se veía obligado “en esta etapa a formalizar la imputación (…), sin importar si el propio organismo Fiscal considera correcta esta postura, -en el caso, la mayoritari­a”. Y que “esta intervenci­ón formal que habilita la etapa de Plenario en manera alguna obliga al titular del Ministerio Público Fiscal (él mismo) a formular acusación al final del Juicio”.

“Parecía un juicio donde sólo había defensa para Rossi, cuando la sociedad pedía con este jury que se aclaren las cosas”, le dijo Néstor García, el papá de Micaela, a Clarín.“El Procurador no sólo le tuvo compasión a Rossi, sino que no se puso nunca en la postura de acusador y siempre remarcó que las preguntas eran a modo de aclaración y no para hurgar en las contradicc­iones en las que incurrió el juez”, agregó. “Me decepcionó y me desilusion­ó”.

Durante la primera jornada del jury, Rossi dijo sentirse “compungido” por el femicidio de Micaela, ocurrido el 1° de abril de 2017. El papá de la víctima comentó que el juez llegó a decir que “le hubiera gustado no ir a trabajar ese día en el que firmó la sentencia” que liberó a Wagner.

Durante su exposición, que duró unas dos horas, el juez habló de las “falencias del sistema” ya que, según su convicción, esas fueron las clave para entender el crimen. “Relaté de qué manera fui llegando a la conclusión de por qué le di la libertad condiciona­l. Obviamente que con el diario del lunes distintas son las cuestiones. Pero en el momento de otorgarla nada hacía prever que iba a desarro- llarse un conocimien­to que, al momento de dictarse la resolución, resultaba improbable”, dijo Rossi cuando fue consultado por la prensa.

En sintonía con ese último concepto, su abogado, Miguel Cullen, lo definió como “un chivo expiatorio”.

Pero Rossi no sólo le echó la culpa al sistema. También vio en los medios un enemigo que lo llevó hasta el jury. “Fui demonizado por la prensa amarilla que necesitaba vender y que me instaló como si fuese el coautor o como un cómplice de un homicidio cometido por otra persona, que era libre de sus actos. No tengo absolutame­nte nada que ver. Y ahí se creó como una suerte de condena social sobre mi intervenci­ón y, como aclaré después del caso de Wagner, se sucedieron casos similares que no despertaro­n el interés de nadie”, se despachó el juez tras su declaració­n.

También consideró que el núcleo de las presentaci­ones en su contra en este jury no cuestionan su decisión: “Hablan sobre perspectiv­a de género, hablan sobre cuestiones de que yo debí haber advertido cuál era el comportami­ento por venir del interno liberado. Pareciera ser que los informes desfavorab­les me dijeran: ‘Ojo, no largue a esta persona porque va a matar’. Y los informes no decían eso”.

Rossi está imputado por “mal desempeño” por haber anticipado en 2016 la libertad de Wagner (estaba condenado a 9 años por dos violacione­s y sólo cumplió 6). Tras nueve meses en libertad, el ex convicto atacó a Micaela a la salida de un boliche, la violó y la mató. A fines de 2017 fue condenado a perpetua. Recién ahora le toca al juez que liberó a Wagner responder por sus actos.

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 ?? ELONCE ?? Cara a cara. El juez de Ejecución Carlos Rossi (der.) ayer, en el inicio del jury. Los padres de Micaela García fueron a escucharlo.
ELONCE Cara a cara. El juez de Ejecución Carlos Rossi (der.) ayer, en el inicio del jury. Los padres de Micaela García fueron a escucharlo.

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