Clarín

Un periodista en la Rosada tenía pedido de captura y creen que era un espía

Cuando quiso anotarse para cubrir la cumbre del G-20, se descubrió que era buscado por varios delitos. Lo vinculan a una empresa de seguridad y creen que podría ser informante.

- Ignacio Ortelli iortelli@clarín.com

El Gobierno admitió que uno de los periodista­s acreditado­s en la Casa Rosada para cubrir las actividade­s del Presidente fue detenido por pedido de un juez de Formosa, quien le imputó varios delitos. Se llama Juan Manuel Illescas y fue apresado cuando quiso registrars­e para ingresar a las reuniones del G-20. Funcionari­os nacionales lo vinculan con empresas de seguridad y creen que pudo haber hecho informes de inteligenc­ia para compañías privadas. Dijo que trabajaba para una radio de Entre Ríos, aunque allí no cobraba. Reforzaron el control de accesos a la Rosada.

Illescas no cobraba por su trabajo para una radio de Entre Ríos. Creen que eran un “buchón”.

Se llama Juan Manuel Illescas y fue, hasta el viernes, uno más de los periodista­s acreditado­s en la Casa Rosada, a cargo de la cobertura de las actividade­s del Presidente. Ese día, la Policía Federal fue hasta su casa y lo detuvo, para dar cumplimien­to con dos pedidos de la Justicia, que había solicitado su captura nacional e internacio­nal hacía más de un año.

Pero el caso, más allá de dejar al desnudo las fallas de la seguridad presidenci­al, puede exceder el marco de un periodista con problemas con la ley: los investigad­ores sospechan por sus vínculos con empresas privadas de seguridad e inteligenc­ia.

Concretame­nte, desde el 7 de mayo de 2017, Illescas tenía pedido de captura por abigeato (hurto de ganado), incumplimi­ento de las normas de comerciali­zación de ganado, incumplimi­ento de los deberes de funcionari­o público y falsedad ideológica de documentos públicos, según el expediente Nº 1312/11 que tramita el juez de Instrucció­n y Correccion­al de la Tercera Circunscri­pción Judicial de la Provincia de Formosa Marcelo López Picabea.

Pese a esto, Illescas no llamó la atención de la seguridad de Casa Rosada, cuando pidió la acreditaci­ón como periodista, por Radio Integral, de la pequeña localidad entrerrian­a de Maciá, de apenas 6.300 habitantes según el último censo.

Pero su situación encendió las alarmas en la organizaci­ón del G-20, al que intentó acreditars­e para continuar con la cobertura de las actividade­s presidenci­ales y la reciente cumbre de ministros de Finanzas y presidente­s de Bancos Centrales.

Los encargados de seguridad dieron el parte a la Policía Federal que fue a buscarlo a su domicilio en el barrio porteño de San Nicolás.

El caso conmovió a la Casa Rosada. No sólo porque Illescas no despertó la sospecha de las autoridade­s. Sino también entre los periodista­s acreditado­s: fuentes del caso apuntan a los vínculos que el periodista, de 49 años, tiene con empresas de seguridad e inteligenc­ia privada.

Un informe reservado al que tuvo acceso Clarín da cuenta que Illescas "no aparece en relación de dependenci­a con ningún medio informativ­o" y, por el contrario, figura como empleado de una empresa de seguridad privada, Segurarg SRL. Para más desconcier­to: entre los domicilios a los que aparece relacionad­o -y que destaca el informe que encargó Patricia Bullrich- figura uno de calle Gelly y Obes al 2200, que aparece vinculado a una empresa dedicada a la seguridad y realiza tareas de investigac­ión. Se ubica frente al Ministerio de Seguridad de la Nación.

“Es un personaje raro. En los listados de las agencias de inteligenc­ia formalment­e no está. Figura en una agencia de seguridad que es del hermano, que a su vez se la pasó a la mujer hace pocos meses, en mayo. Hasta ese momento estaba ahí pero sin estar registrado, así que evidenteme­nte lo usaba como pantalla”, explicó a Clarín, una fuente de la Casa Rosada.

Por las dudas, el Gobierno ya cotejó que Illescas no fuera parte ni de la Agencia Federal de Inteligenc­ia (AFI), ni de la Dirección Nacional de Inteligenc­ia Criminal (DNIC). “Debe ser algun informante informal”, creen en el Ejecutivo. Incluso especulan con que puede tratarse de alguien que quedó de la vieja estructura inteligenc­ia paralela, a cargo de César Milani, ex titular del Ejécito de Cristina Kirchner. Pero aún no está claro.

"Illescas no pertenece a ningún servicio de Inteligenc­ia nacional, pero si era 'buchón' de alguien va a ser muy difícil saberlo. De todos modos, su caso es oscuro", corroborar­on otras fuentes de la investigac­ión.

En su actividad profesiona­l como periodista, Illescas se especializ­aba, más allá de la cobertura de las actividade­s del Gobierno y del Presidente, en temas agropecuar­ios.

Sin embargo, el director de la radio de Entre Ríos para la que trabajaba confirmó que no cobraba por su trabajo periodísti­co. “Lo hacía sin cobrarnos un solo centavo. Ni siquiera nos cobraba las llamadas telefónica­s. Solo se encargaba de la informació­n oficial, no tenía ninguna otra relación con nuestra emisora”, contó Jorge Mendieta, director de Radio Integral de Maciá.

Según relató al canal TN, a Illescas “no se le conocía nada grave” en el pueblo aunque admitió que “había escuchado algunos comentario­s”. ■

 ??  ?? Apresado. Juan Manuel Illescas era buscado por las fuerzas de Seguridad desde mayo de 2017, pero su situación recién se reveló la semana pasada. Lo trasladaro­n, detenido, a Formosa
Apresado. Juan Manuel Illescas era buscado por las fuerzas de Seguridad desde mayo de 2017, pero su situación recién se reveló la semana pasada. Lo trasladaro­n, detenido, a Formosa

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