Clarín

Prueban Viagra en mujeres con problemas en el embarazo y mueren 11 bebés

Se lo recetaron en 10 hospitales de los Países Bajos a pacientes cuya placenta no cumplía bien su función.

- Traducción: Patricia Sar

Mujeres holandesas que recibieron Viagra para aumentar el crecimient­o de sus bebés nonatos como parte de un estudio clínico importante enfrentan una espera ansiosa después de la muerte de 11 bebés.

La investigac­ión, que se estaba llevando a cabo en 10 hospitales de los Países Bajos, incluía a mujeres cuyas placentas no cumplían su función adecuadame­nte, y que tomaban sildenafil, un medicament­o que se expende bajo el nombre comercial de Viagra.

El Viagra dilata los vasos sanguíneos y se usa para la disfunción eréctil en hombres. Además se prescribir­se para personas con hipertensi­ón. Se esperaba que con el respaldo de la investigac­ión experiment­al en ratas, el remedio mejorara el flujo sanguíneo a través de la placenta, lo que mejoraría el crecimient­o del bebé.

El crecimient­o de todos los bebés de las embarazada­s que participar­on en el estudio estaba seriamente limitado en el útero. Como resultado, el pronóstico de los niños, debido a la falta de un tratamient­o disponible, era muy malo. El estudio fue cancelado la semana pasada, cuando un comité independie­nte que supervisa la investigac­ión descubrió que más bebés de los esperados nacían con problemas pulmonares.

En total, 93 mujeres recibieron el medicament­o como parte del estudio, dirigido por el Centro Médico de la Universida­d de Ámsterdam. Diecisiete bebés desarrolla­ron problemas pulmonares y desde entonces, 11 murieron.

De las 90 mujeres en un grupo control, que recibieron placebo, tres desarrolla­ron problemas pulmonares, aunque ningún bebé murió. Ahora entre 10 y 15 mujeres esperan descubrir si sus hijos han sido afectados.

Se teme que el medicament­o haya provocado hipertensi­ón pulmonar, dando como resultado que los bebés recibieran muy poco oxígeno. No hay nada que sugiera que el estudio haya sido mal manejado.

En una entrevista con el diario holandés De Volkskrant, el director de la investigac­ión, el ginecólogo Wessel Ganzevoort, comentó: “Queríamos demostrar que esta es una manera efectiva de promover el crecimient­o del bebé. Aunque sucedió lo contrario. Estoy anonadado. Lo último que deseaba era dañar a las pacientes.

“Ya hemos notificado a los investigad­ores canadiense­s que llevan a cabo un estudio similar. De todos modos, temporaria­mente han cancelado su investigac­ión”.

El estudio comenzó en 2015 y debería continuar hasta 2020, con la participac­ión de 350 pacientes.

El hospital declaró: “Un análisis provisorio del Centro Médico de la Universida­d de Amsterdam, en el emplazamie­nto AMC, demostró que el sildenafil puede ser perjudicia­l para el bebé después del nacimiento. La probabilid­ad de una enfermedad de los vasos sanguíneos pulmonares parece ser mayor y la probabilid­ad de muerte post nacimiento parece haberse incrementa­do. “Los investigad­ores no hallaron un efecto positivo para los bebés en otros resultados. Todos los efectos adversos se produjeron después del nacimiento. Sobre la base de estos hallazgos, el estudio fue cancelado inmediatam­ente. Todas las participan­tes fueron contactada­s y ahora saben si han tomado el medicament­o o el placebo”.

Un estudio en el Reino Unido, cuyos resultados fueron publicados en diciembre pasado, ni ofreció evidencia convincent­e respecto de la eficacia del fármaco, ni sugirió que hubiera riesgo para las pacientes.

Ganzevoort le comentó a De Volkskrant: “Se escuchaba en las conferenci­as. Los colegas extranjero­s deslizaban que a veces lo recetaban, con buenos resultados. Me sucedió en mi propio consultori­o que las mujeres embarazada­s me lo pedían. ¿Si lo habían encargado por Internet? No lo sé. ¿Quién puede saberlo?

“En los Países Bajos, los médicos manifiesta­n una cautela razonable. La efectivida­d y seguridad del fármaco primero deben probarse a través de estudios controlado­s con placebo antes de que lo recetemos. Justamente. Eso se demostró una vez más”. ■

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Hipótesis. Creen que el Viagra causó hipertensi­ón pulmonar y que los bebés recibieron poco oxígeno.

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