Del medio hacia delante no hay lugar para todos
Calidad y cantidad. Los Mellizos deben saber cómo administrar los recursos.
Una vieja frase futbolera dice que -muchas veces- la abundancia de nombres fuertes en un plantel, especialmente en posiciones parecidas, termina siendo tan perjudicial como la escasez de protagonistas. Se parece a una perogrullada, claro. Pero tiene algún costado de realidad el tema. Porque requiere de la atención extra del entrenador para poder manejar el vestuario, conformar a los que se quedan afuera de la titularidad. Este parece ser el caso de Boca en la actualidad. Sobran apellidos para conformar la alineación del equipo, especialmente desde la mitad de la cancha hacia adelante. Y aunque no sobren variantes en el sector defensivo (un tema para atender por Guillermo y Gustavo Barros Schelotto) hay sobrecarga en el de gestación y ataque. ¿Puede ser este un problema? No. Si la firmeza del entrenador le permite elegir libremente más allá de los resultados circunstanciales, especialmente si se dan algunos negativos. Boca es un club comprador, está a la vista. Y tiene que enfrentar en este semestre la obsesión por la demorada Copa Libertadores, además de buscar el tricampeonato local (algo nunca logrado) y ponerle atención a la Copa Argentina, quizás un torneo menor, pero coronado por River en las últimas dos ediciones. Tiene con qué, claro. Pero si otra forma de capitalizarse es buscar lugares para figuras formadas en el propio club como parecen ser los casos de Almendra, Maroni y Chicco, por ejemplo, parece un desafío sin respuesta cierta acertar la formación titular que empezará a jugar contra Libertad de Paraguay por la Copa y si será distinta la que iniciará la Superliga el 12 de agosto. Más allá de la confirmación de Rossi en el arco y de la línea de fondo (Izquierdoz debe cumplir una vieja suspensión de cuando estaba en Lanús) no deben existir dudas que el volante central será Wilmar Barrios. El moreno colombiano es la pieza de equilibrio necesaria en el equipo. Pero ¿quiénes lo acompañarán? Gago se desgarró en EE.UU. Pablo Pérez se queda con la cinta de capitán. Nandez volvió de la Selección uruguaya e hizo un buen Mundial. Bebelo Reynoso llegó de Córdoba con etiqueta de enganche. El chico Almendra tuvo una buena actuación ante el DIM colombiano. Las incógnitas están adelante. ¿Zárate llegó para pelearle el puesto a Tevez o habrá lugar para los dos? Juegan de lo mismo. Pavón tiene puesto seguro pero el colombiano Villa mostró velocidad y aptitudes como para quedar cerca. Benedetto necesita recuperar ritmo. ¿Seguirá Wanchope? Cardona es el de mejor pegada. ¿Tendrá lugar? Los funcionamientos a los equipos se lo dan los jugadores. Cuando se lo consigue, una o dos variantes circunstanciales no cambian el engranaje. Pero la idea madre del entrenador (es un simplismo decir que juega a atacar) debe ser clara y ejecutarse con los protagonistas indicados. Sin concesiones. Los Schelotto saben que deben mejorar la defensa y que le sobran opciones arriba. El desafío es formar el mejor equipo que crean posible. Y saber manejar los disgustos de los queden afuera. Que por mucho que lo disimulen lo padecerán.