LA IMAGEN DEL “BAILANDO”
Fue en el Tattersall, con el jurado, los participantes y las bailarinas calentando motores ante el regreso.
Ayer, en el Tattersall, se realizó la foto grupal del clásico de Marcelo Tinelli. El detrás de escena de la “cumbre” de los participantes.
En el emblemático Tattersall de Palermo, se llevó a cabo el lanzamiento del Bailando 2018. Todas las parejas y el jurado que integran el gran show liderado por Marcelo Tinelli posaron ayer para la foto oficial. Brillos, súper escotes, tajos interminables y mucho glamour fueron parte de la presentación del certamen de ShowMatch, que comenzaría -aún por confirmara mediados de agosto por El Trece.
Por un lado, estuvieron los cuatro jurados: Marcelo Polino, Angel de Brito y las debutantes Laurita Fernández y Florencia Peña. “Estoy muy contenta. La pasé muy bien como invitada y ahora estoy lista para el jurado”, destacó Flor. Acá habrá que destacar el esfuerzo de algunos presentes a los que les costó resistir el impulso de que su curiosidad visual se posara un buen tiempo -más de lo que aconseja el buen gusto- sobre el espectacular escote de la flamante jurado, más precisamente Peña.
Los especialistas del show (El Trece, a las 16.15) fue el programa encargado de transmitir la gala de presentación desde la alfombra roja del Tattersall. Allí, Polino y María del Cerro recibieron a los participantes.
Florencia Tesouro, que regresa al certamen de baile, fue la primera en llegar a la gala. “Me encanta bailar, así que estoy muy contenta de volver. Estoy muy preparada. Vuelvo recargada”, contó Flopy, que ya formó parte del ciclo en 2012.
Soledad Fandiño está nuevamente instalada en el país y por eso aceptó la propuesta del Bailando... “Llego al certamen soltera”, aclaró la ex de René Pérez, que se lució con un vestido negro con transparencias.
Uno de los que siempre le decía que no al certamen era el Agustín, el Pollo Alvarez, que este año cambió de opinión. “Hace dos años venimos hablando, pero no lo podía hacer por diferentes laburos. Pero esta vez me agarraron muchas ganas de estar y quiero que ya arranque el show. Cambié de opinión”, blanqueó El Pollo.
Con un diseño de Jorge Sandoval, Marcela Baños aseguró que es un “sueño” haber llegado al Bailando... pero contó que los nervios la tienen muy intranquila. Luego, llegaron otras dos debutantes: Natalie Weber y Sofía Jujuy Jiménez. Por su parte, Florencia Marcasoli dio la nota bajando de una limusina con un vestido súper brilloso. “Estoy emocionada. Se me cumplió un sueño”, dijo la novia del mediático Esteban Bam Bam Morais. El morbo invadió el lugar frente a su inminente encuentro con Laurita Fernández, ex de Fede Bal.
Otro foco de atención en el salón se daba alrededor de un grupo de doce jóvenes diosas, o sea, el nuevo cuerpo de bailarinas, doce mujeres de las que pronto sabremos amoríos, pero que ayer resumían su estado de ánimo contando que “me siento muy, pero muuuuy emocionada, esto es concretar el sueño de muchos años”,
contaba Fiorella. Cosas así se escuchaban, todas con esa mezcla de euforia y emoción que respira el sobreviviente a una dura prueba, algo que se entiende cuando varias de ellas aclaraban que “¡en el casting inicial éramos quinientas!”. “Todas divinas y talentosas”, le decía Polino a cámara (y a María del Cerro), para enseguida preguntar polinamente: “¿Se portarán bien?”.
Y mientras seguía cayendo gente al baile, se escuchaba mucho sobre “tácticas y estrategias de cómo salir mejor en la foto”: tres frizos bien diferenciados, cada uno equivalente a la tapa desplegable de la revista Gente, la encargada de mostrar por primera vez al público la foto realizada por el Negro Luengo, fotógrafo oficial del staff Tinelli. “Como te imaginarás, todos se pelean por sentarse al lado de Marce, que preside la tapa. Y luego viene la pelea por ver quién queda en la contra, la segunda en importancia, y quién queda cola, en el desplegable interior”, decía una aspirante a vedette que (también) pidió reserva.“Pero lo peor, ¡lo peorrrrrrrr de todo!”, decía, excitada, “es que te toquen los ganchitos (de la revista). Ahí sí, ¡ni el Photoshop te salva.” ■