Baile popular y con buen humor
“Cabalgata”, de Oscar Araiz, va de Mahler a Memphis, la blusera, pasando por Tita Merello y Niní Marshall.
Dirección y coreografía: Oscar Araiz. Vestuario: Renata Schussheim. Lugar: “Cabalgatas” se puede ver hoy a las 21, en el Centro Cultural de la Cooperación, Avenida Corrientes 1534. La flamante Compañía Araiz es actualmente lo que hasta febrero pasado fue el Grupo de Danza de la UNSAM, disuelto con el cambio de autoridades de la Universidad de San Martín, pero sostenido desde ese mes como conjunto independiente con el mismo director, los mismos bailarines y el mismo espíritu.
Hoy se lleva a cabo la segunda y última función de Cabalgata, que se presentó en un breve ciclo de la Compañía Araiz, en el Centro Cultural de la Cooperación. El programa que Araiz eligió para este ciclo contrasta en todos los sentidos con Numen, reestrenada en marzo pasado, una obra de gran densidad dramática sobre música de Arvo Pärt. Cabalgata es, por el contrario, un espectáculo hecho de piezas breves sobre temas populares, muy frescas y una buena parte de ellas con mucho humor. El programa es una verdadera cabalgata por los ricos paisajes de la cultura popular. En él caben tangos de Piazzolla-Borges, interpretados por Edmundo Rivero e ilustrados por una danza que también es inteligentemente pantomímica. Temas de Geor- ge Gershwin en tres bellos solos femeninos; un blues de Memphis, la blusera elaborado como una exaltación del amor y la pérdida, con tres parejas de una sensualidad arrasadora. Y también dúos y solos desopilantes sobre tangos cantados por Tita Merello y Niní Marshall.
Entre los muchos tesoros del programa se puede destacar el número La lección de tango, interpretado por Magalí Brey y Oscar Farías: una voz en off simulada por el bailarín indi- ca una serie de pasos y figuras completamente disparatadas que, por otra parte, van complicándose y superponiéndose a medida de que la “lección” avanza. Esta pieza ha formado parte de las diferentes Cabalgatas que Oscar Araiz presentó en el tiempo y mantiene su absoluta genialidad. El programa cierra con Peripecias, una obra corta, anárquica, regocijante, juvenil sobre música de Mahler. Impecable final para un programa soberbio. ■