Clarín

El Gobierno firmó contratos para obra pública por US$ 6 mil millones

Se completó la concesión de seis corredores viales, por un total de 7.200 kilómetros. Los fondos para financiar los proyectos serán aportados por las empresas y el Estado pagará cuando las obras, que arrancarán el año próximo, estén concluidas.

- Martín Bidegaray mbidegaray@clarin.com

En medio de la crisis, se completó la concesión de seis corredores viales que suman 7.200 kilómetros entre autopistas, rutas y caminos accesorios, bajo el régimen de Propiedad Pública Privada (PPP). Los fondos para financiar los proyectos deben ser aportados por las empresas adjudicata­rias, y el Estado paga recién cuando las obras estén concluidas. Participar­on constructo­ras nacionales y de China, Portugal, España e Italia. Los trabajos empezarían el año que viene. Los consorcios tendrán quince años para explotarlo­s. El Gobierno no aceptará reclamos por mayores costos.

Frente a la proyectada falta de dinero estatal para encarar nuevas inversione­s, el Gobierno pisó el acelerador para lograr desembolso­s privados en obras públicas. El ministerio de Transporte anunció ayer la firma de los contratos para el desarrollo de seis concesione­s viales que suman 7.347 kilómetros, que demandarán inversione­s por US$ 6.000 millones en los próximos cuatro a cinco años. Será a través del programa de Participac­ión Público Privada (PPP).

Los consorcios se ofrecieron a construir 1.610 kilómetros de autopistas, 3.310 kilómetros de rutas seguras, 324 kilómetros de obras especiales y 26 kilómetros de variantes. Hay otros 2.077 kilómetros que serán intervenid­os a través de obras de mejoras y mantenimie­nto de la red vial existente. Los cobrarán una vez que las obras se encuentren terminadas. Es la primera vez que se utiliza esta modalidad de financiami­ento en el país. Aunque hubo algunas diferencia­s sobre el financiami­ento, el Gobierno tomó la decisión política de firmar los contratos con los consorcios que harán las obras. El viernes pasado lo hizo con dos de los grupos y ayer con otros tres (el encabezado por Helport, de Eduardo Eurnekian, tendrá dos concesione­s).

Las compañías tomarán posesión de las rutas a concesiona­r desde el 1° de agosto. Se estima que las obras darán sus primeros pasos hacia fin de año. Durante los próximos doce meses, las empresas deben garantizar­se el acceso al financiami­ento de los proyectos.

“Hay algunos casos en que las obras ya comenzarán a verse el año que viene. Los concesiona­rios poseen un plazo de 15 años, entre la construcci­ón y el mantenimie­nto. Se les pagará a medida que vayan demostrand­o la realizació­n de determinad­os tramos comprometi­dos”, explicó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

Los constructo­res retiraron ayer sus garantías personales para participar en esta compulsa. A cambio, depositaro­n otras garantías financiera­s equivalent­es al 10% de las obras a construir, por un monto cercano a los US$ 600 millones. “Ya tenemos las garantías. Ahora las empresas tienen la responsabi­lidad de hacer las obras”, agregó el ministro.

“A partir de toda la turbulenci­a (financiera), estuvimos concentrad­os en cerrar esta primera etapa. Todos los participan­tes nos pidieron mayor plazo y no lo dimos, porque creíamos que se podía avanzar. Ahora tenemos a compañías nacionales más empresas de China, Portugal, España e Italia que vienen a construir”, remarcó Dietrich.

Para alejarse de los fantasmas de corrupción que rodean a la obra pública, Dietrich asegura que “acá no habrá lugar a reclamos por costos extra de modificaci­ón del proyecto”.

Los “readecuami­entos” de costos - por inflación, entre otras causas, fue-

ron una constante en la obra pública de las últimas décadas. Esta vez no estarán presentes, según prometen los funcionari­os. “Todo el riesgo lo corren los contratist­as privados”, puntualiza José Luis Morea, secretario de Participac­ión Público Privada (PPP), que depende del ministerio de Hacienda. A cambio, el Estado se compromete a pagarles en dólares.

Durante los primeros cuatro años de obras, las empresas irán recibiendo Títulos de pago de inversión (TPI). Los emitirá un fideicomis­o formado por Vialidad Nacional ( ver aparte), con aportes de impuestos al gasoil, peajes actuales y el Tesoro nacional, si fuera necesario. Esos certificad­os se emitirán cada tres meses, con el avance de obra que refleje el período vencido. Pero el repago de la inversión será desde 2021/22 a través de 20 cuotas semestrale­s.

“Al que no construye, le ejecutamos la garantía, que es ese 10% que ya dejaron. Tienen un año para conseguir el financiami­ento. Si no lo hacen o no construyen la obra, no les pagamos”, asegura el ministro de Transporte.

Los concesiona­rios podrán cobrar peajes en las obras viales. Tendrán la explotació­n durante 15 años. Una vez finalizado ese período, los corredores vuelven al Estado nacional.

Paolini-Vial Agro tomarán el corredor A, por US$ 1.002 millones. Una firma china construirá el corredor B, por US$ 827 millones. José Cartellone se encargará del corredor C, por US$ 801 millones. Helport ( Eurnekian), Panedile y Copasa resultaron adjudicata­rios de los corredores E (US$ 1.010 millones) y F (US$ 722 millones). Rovella Carranza, la portuguesa Moto Engil y JCR fue bendecido para el corredor Sur, por US$ 699 millones.

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