Gendarmería Nacional celebrará sus 80 años
Gendarmería Nacional fue mutando sus funciones desde 1938, año en que fue creada. Los gobiernos cambiaron su rumbo a través de los distintos ministerios para siempre volver a ser gente de armas y de fronteras.
Escribo con motivo de conmemorarse el 28 de julio, el 80° aniversario de Gendarmería Nacional. Hoy, parece el destino separarse de esos anhelados objetivos institucionales en la custodia de los rincones más alejados de nuestro país, distante de ser una Fuerza Intermedia como se pregonaba en los últimos años del siglo veinte, y hablamos sólo de características como lo refrenda la actual definición. Los habitantes de nuestro país, ante la crisis de inseguridad, requirieron permanentemente la presencia de gendarmes que los puedan proteger de la delincuencia organizada, desconociendo en su mayoría el deber que tiene ese profesional en lugares autóctonos y vinculados con el límite internacional. Los destinos de la institución tampoco pueden ser complementados por incorporar personal de otras Fuerzas, aunque posean características en común. No se trata de corregir el hecho con un aspecto pecuniario, sino es el sentido de pertenencia del gendarme, atributo que difícilmente aprecie alguien ajeno a la función del centinela de la Patria.
El gendarme siempre fue acompañado al gobierno de turno con aciertos y errores. El hecho de interpretar quienes están en el Gobierno que sólo sirve el trabajo de su gestión o administración es equívoco, y siempre deja traslucir que sus antecesores hicieron menos que lo demostrando en la actualidad, no ayudando a mantener esa unidad de espíritu de cuerpos. Juan Carlos Holm juanholm@hotmail.com