Clarín

Por ahora, Baratta no se arrepiente: teme quedar como un “buchón”

- Nicolás Diana ndiana@clarin.com

Roberto Baratta no conocía las instalacio­nes del penal de Ezeiza, la cárcel en la que está detenido desde el miércoles pasado cuando estalló el escándalo de las coimas revelado por los cuadernos de su chofer, Oscar Centeno. Sí había pasado por las de Marcos Paz, cuando estuvo detenido en el marco de la causa que investiga la compra irregular de gas licuado. Ape- nas fue liberado, el 8 de marzo pasado, se juró hacer todo lo posible para no volver. No tuvo suerte.

Los primeros días en su regreso a la cárcel se la pasó en contacto con su equipo de abogados. Por ahora, tiene decidido no acogerse a la figura del arrepentid­o, a pesar de que Centeno y el empresario de Isolux Carlos De Goycochea ya lo hicieron y amenazan con complicar aún más al ex número dos de Julio De Vido en el Ministerio de Planificac­ión. Baratta no quiere quedar como un “buchón”. Seguirá los pasos de su ex jefe De Vido, detenido en Marcos Paz por las irregulari­dades en la mina de Río Turbio, quien hasta ahora mantuvo silencio sobre los negocios oscuros que estuvieron a su cargo.

En Ezeiza, Baratta duerme en una celda de dos por dos y comparte pabellón con los otros detenidos en el caso de los bolsos con coimas. Los horarios son estrictos. A las 9 de la noche se apagan las luces y a las 7 de la mañana arranca la jornada. Durante el día comparte espacio con los otros presos en una especie de sum donde hay un televisor, sillas y mesas. Allí se cruza con su ex secretario privado Nélson Lazarte, que en el último tramo de la recolecció­n de las coimas - en 2015- se encargada de buscar y transporta­r los bolsos con millones de dólares. También está el ex presidente de Enargas Walter Faygas, el ex secretario Legal de Planificac­ión Rafael Llorens, entre otros.

Hay otros presos K famosos por la corrupción detenidos en Ezeiza. El empresario K Lázaro Báez y su contador Daniel Pérez Gadín y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, entre otros. Gran parte del club de la corrupción en la obra pública reunido en un mismo espacio.

El sábado pasado Baratta recibió la visita de su mujer, Dalina Bielle, quien le llevó algo de ropa y comida. Bielle es amiga íntima de Alessandra “Lali” Minnicelli, la esposa de De Vido. Santacruce­ña, supo tener trato con el ex presidente Néstor Kirchner. Su padre, Dardo Bielle, trabajó junto a él cuando era gobernador en Santa Cruz.

Ayer, Baratta recibió a su abogado, Juan Pablo Alonso, con quien repasó la causa, una de sus obsesiones. La principal estrategia que tienen en la cabeza apunta a apartar del caso al juez Claudio Bonadio. Los próximos días presentará­n un escrito en el que dirán que el juez se quedó con el expediente de los bolsos con coimas cuando correspond­ía que lo mande a sorteo. Además, pedirán peritar las fotocopias de los cuadernos para determinar si hubo agregados.

Baratta estaba preocupado por la existencia de los cuadernos. Quienes lo trataban en Planificac­ión, aseguran que tras salir de prisión se enteró que Centeno había escrito todo en 8 libretas. Lo que no sospechaba es que había una copia que ya estaba en manos de la Justicia. ■

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