Acusan al jefe de Los Monos por dos ataques a balazos contra un juez que lo condenó
Para la Justicia planificó desde la cárcel atentados contra casas vinculadas a un magistrado. Investigan si estuvo detrás de otros siete episodios similares.
Las habilidades para manejar acciones delictivas que muestra Ariel “Guille” Cantero, condenado por ser uno de los capos de la banda Los Monos, son curiosas. La cárcel no parece detenerlo. En su prontuario se suman condenas e imputaciones por liderar una asociación ilícita, cometer un homicidio, amenazar a un fiscal, comandar una organización narco y planificar secuestros extorsivos. Muchos de esos delitos fueron ejecutados tras las rejas. Ayer sumó una nueva acusación en su contra, otra vez con esa particular modalidad para vencer el encierro: la Justicia de Rosario lo señaló como autor intelectual de dos de los nueve ataques a tiros contra miembros del Poder Judicial que investigaron, procesaron y condenaron a Los Monos.
Utilizando teléfonos o a miembros de su entorno que lo visitaban en la cárcel, Cantero direccionó los ataques para amedrentar a los jueces. Esa es la conclusión a que llegaron los investigadores después de un trabajo de Gendarmería que analizó “un enjambre” de llamados y contactos realizados desde 81 celulares secuestrados, muchos incautados en la cárcel de Piñero, donde “Guille” estuvo alojado hasta fines de mayo.
La nueva imputación a Cantero, que se materializará en los próximos días, se conoció tras 18 allanamientos realizados ayer en Rosario y Granadero Baigorria. En esos operativos fueron detenidos dos hombres que reportan a Los Monos. Uno de los apresados fue señalado como el autor de los disparos realizados el 29 de mayo contra dos domicilios que habitó en el pasado el juez Ismael Man- frín, a cargo del Tribunal que dictó penas contra 19 miembros de la banda narco rosarina. Al otro se lo imputará por la portación ilegítima de un arma calibre 380. Más tarde fue detenido un joven de 17 años, aunque no trascendió qué rol habría tenido en los atentados.
Semanas después del ataque a Manfrín, viviendas vinculadas con los jueces Juan Carlos Vienna y Marisol Usandizaga también fueron baleadas sin que se registraran heridos. Lo mismo sucedió el sábado pasado contra el Centro de Justicia Penal de Rosario, el lugar donde se desarrolló el juicio contra la banda. La Justicia intenta confirmar si esos otros siete episodios de amedrentamiento también fueron ejecutados por orden del capo narco. “Está comprobado el rol de Cantero a partir del trabajo sobre los celulares. Ahora se seguirá procesando información para dilucidar los otros atentados”, planteó una alta fuente de la investigación.
Condenado a 22 años de prisión, Cantero permanece detenido en una cárcel Federal de Chaco. Allí fue trasladado el 30 de mayo pasado, horas después de que se produjeran los dos ataques contra los domicilios vinculados con Manfrín. Ahora se lo imputará por amenazas agravadas por cometerse contra personas pertenecientes al Estado. En caso de culpabilidad podría ser condenado a una pena de entre 5 y 11 años de prisión.
“Acá se pretendió amedrentar para que el Estado, no sólo el Gobierno de Santa Fe, retroceda en decisiones que se fueron tomando. Era una banda que se creía impune, intocable”, planteó el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro. El funcionario confirmó las imputaciones en una rueda de prensa de la que participaron el Fiscal General de la provincia, Jorge Baclini, y el Fiscal Regional, Patricio Serjal.
Gendarmería Nacional, Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) trabajaron en forma conjunta desde las primeras horas del día para allanar domicilios ubicados en distintos barrios de Rosario, algunos en zonas estrechamente ligadas a la actividad de la banda comandada por la familia Cantero. Las tareas se intensificaron tres días después de que las balaceras alcanzaran el Centro de Justicia Penal. Tras ese episodio el propio gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, reconoció que “estaba en juego la institucionalidad”.
El martes próximo comenzarán las audiencias donde se estudiarán las apelaciones presentadas por las condenas contra Los Monos. Pullaro anticipó que se tomarán recaudos. Las medidas de seguridad alcanzarán a edificios y a funcionarios judiciales involucrados en el proceso.
Cantero, según se confirmó, continuará detenido en Chaco. Hasta el momento no se determinó si, como sucedía en Piñero, podía establecer desde allí comunicaciones para seguir adelante con sus planes delictivos. ■