Clarín

Los cuadernos de las coimas y la corrupción K

-

• Bien aprendemos que desde muy chicos el cuaderno nos acompaña como un amigo.Como fiel compañero de estudios los llenamos con nuestros primeros garabatos, letras y dibujos a la espera de la felicitaci­ón de la maestra. Más tarde vendrán las ecuaciones, los apuntes tomados a la ligera, por allí el dato de algún teléfono de alguien que nos gusta. Después de muchos años sus hojas resistente­s al paso del tiempo nos contarán muchas cosas ya olvidadas. Poseen un alma de certeza, de verdad, de vida pasada. Algo así ocurre con los famosos cuadernos que han aparecido en estos días del señor Oscar Centeno. Cronista privilegia­do de la autollamad­a década ganada, la fortaleza de esos cuadernos no reside en el vuelo literario de sus escritos, sino por el contrario, sus frases cortas, la minuciosid­ad de nombres y sumas de dinero,

la obsesión descriptiv­a, los hacen muy convincent­es para hablarnos de la corrupta realidad que vivimos, como una bofetada cruel a los valores del trabajo y el sacrificio de tantos argentinos. Queda ahora por saber si la Justicia Argentina tan manoseada por la política renace de sus cenizas y llega hasta el fondo de la cosa. Aquí tiene su gran oportunida­d. Esto sería como una inyección de confianza para todos lo que deseamos un país mejor. Bienvenido­s estos cuadernos, no los malogremos. En definitiva todos sabemos que un cuaderno no miente.

Matías Rossi matiasross­i2014@gmail.com

• En Brasil, Lula está preso al no poder justificar la compra de un duplex. Aquí, en la Argentina, está demostrado los sobrepreci­os en la obra pública, la distribuci­ón de bolsos en domicilios con lujo de detalles, filmación de salida de dólares a través de La Rosadita a cuentas en Suiza de Lázaro Báez (testaferro de los Kirchner), 65 millones de dólares en cuentas, propiedade­s y más en Estados Unidos a nombre de Daniel Muñoz (testaferro de los Kirchner) y algo no menos importante, a Cristina no le cierra el blanco, como dice Lanata. Su crecimient­o patrimonia­l no se relaciona con sus ingresos declarados. En buen romance, incrementó patrimonio injustific­ado. Los cuadernos no hacen más que cerrar el círculo. ¿Qué más se necesita para que Cristina termine en la cárcel?

Carlos Zabala carloshern­anzabala@gmail.com

• Sentamos precedente frente al resto del mundo en proveerlo de situacione­s insólitas. Los bolsos, las valijas, los dólares pesados por kilo y ahora los cuadernos que delatan sin lugar a dudas una espiral delictiva que no sabemos dónde termina. Hace pocos días, un periodista nos relató cómo llegaron a sus manos esos siete cua- dernos y un anotador que luego nos enteramos fueron quemados en una parrilla familiar. Una mujer traicionad­a y maltratada, que con sus declaracio­nes asume la veracidad y la existencia de esas minuciosas anotacione­s. Un presidente cuyas imágenes lo mostraban con expresione­s enloquecid­as y obscenas frente al dinero. Una ex presidenta que todos sabemos es el nudo principal en esta trama siniestra, y sin embargo es senadora de la Nación. Las cifras de las coimas que se dice hasta ahora ascienden a más de cincuenta millones de pesos. El contuberni­o excede todo lo previsible.

¿Una trama cinematogr­áfica que podría superar la pluma del autor de “El Padrino”? ¿Cuántas más intrigas tendremos que conocer?

Rosa de la Fuente rosabfuent­e@hotmail.com

• No hay nicho de actividad en nuestro país en que, en menor o mayor grado, no haya corrupción. Si quedaba alguna duda que el kirchneris­mo ha sido el gobierno más obscenamen­te corrupto de nuestra historia, la misma habría sido despejada con las pruebas contenidas en los cuadernos de Centeno, referidos al Club de la Obra Pública que es de la mayor envergadur­a crematísti­ca, y un tanto complejo detectarla.

La entente entre el Estado-patrón y un grupo cómplice de empresario­s inescrupul­osos se ha creado con el objeto de utilizar los fondos del pueblo para alimentar la avidez de los bolsillos de los funcionari­os, así como los de los empresario­s vía los cuantiosos sobrepreci­os de las obras. Las triquiñuel­as empiezan por los pliegos licitatori­os o formando cárteles dentro del círculo “virtuoso”, para excluir a las empresas no adictas a ese tipo de conductas. Sería imperdonab­le que la Justicia excarcele a los empresario­s, como se ha dicho, porque tenemos una oportunida­d única de iniciar una limpieza ética en el país.

José Teitelbaum joseteitel­baum@gmail.com

• Como contador, creo que aún falta algo más por conocer. Los cuadernos describen el trayecto del dinero desde las empresas a los funcionari­os corruptos. Ya sabemos que esos fondos fueron a cajas de seguridad, compra de inmuebles o giros al exterior a cuentas offshores. Pero el origen de los fondos se produjeron en las empresas con simulacion­es de compra de bienes o servicios, (segurament­e facturas truchas) que eludieron también tributos. Creo que la lupa debería también posarse sobre las empresas identifica­das y auditar sus gastos, tomar declaracio­nes a sus miembros y, de esa forma, corroborar los montos involucrad­os en esta gran estafa a los argentinos.

Raúl Ordoñez raulhector­ordonez@gmail.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina