Disquisiciones alrededor de los sueños

Nunca soporté que otra persona se metiera en mis sueños. No me refiero a quién estaba con vos en él, sino a la que está despierta y te lo quiere analizar o bajarlo a tierra. De todas las frases, la peor siempre fue “Dios mío, cómo podes soñar semejante cosa”, como si todo estuviera en el mismo plano. “¡Eh, están debatiendo sobre el aborto! ¡No podés soñar con lentejas!” ¡Obvio que podés! ¿Por qué? Porque el inconsciente es así, un mix insondable de Alicia en el país... ¡con bananas y un acondicionador de aire que canta Richard Anthony!

La gente tiene sueños que, a veces, pienso que vienen clasificados por país. Acá se sueña con Luca, con Perón, con Susana Giménez, con Tinelli y, en mi caso, con Messi.

Toda la noche viéndolo tirar penales y diciéndome: “Mejor no hablemos de ese penal”. Y cuando todo parece estar dentro de los cánones de la normalidad, el sueño comienza a desmadrarse. Y ahí es donde la AFA le pone a su alrededor como pequeños animales, por momentos a cuerda, por momentos salidos de un juego de PS4 que nunca había visto antes. Tal vez eran muñecas. No lo sé.

Me desperté entre contento y como si no hubiese soñado nada importante. Al rato, pregunté por mi hijo más pequeño y me dicen: “Durmió bárbaro”. “¿No tuvo más pesadillas?”. “Gracias a Dios, no - me dice la madre-. Sólo soñó que jugaba todo un partido con Scocco”. ¡Me tranquilizó saber que los sueños pueden ser inocuos y boludoides!

Por suerte quedaron atrás las pesadillas en las que el demonio vivía en un casa en Italia, daba una fiesta y entraban cientos de soldados de la antigua China a cortarle la cabeza a todo el mundo y la sangre se mezclaba con el ponche.

Mucha gente compara el sueño con la vida real. Si decís que soñaste con Susana te tratan de idiota. Si decís que soñaste con Tinelli, es como si no tuvieras una vida, lo cual no seria lógico si tenemos en cuenta que hace más de 25 años que te dormís al grito de “¡¡¡Buenas noches, Américaaaaa!!!”. Creo que Freud jamás pensó que todos sus análisis sobre los sueños terminarían en los libros de autoayuda más pedorros del mundo, que son los significados que tiene el haberte levantado creyendo que se te habían caído los dientes. Podés leer: “Si sueña con que vuela bajo sobre un bosque verde y frondoso, es que pronto alcanzará lo que quiere”. Bueno, ¿qué tal decir que tal vez la avioneta se quedó sin combustible?

“Si sueña que una casa está vacía o sin paredes es falta de intimidad”. ¡Ah, mirá! ¿Qué tal si decimos que el nuevo plan Caja de cartón para Indigentes no era como lo creíste ciegamente? Jaaaa. He llegado a leer (y todo esto es cierto) que si soñás con una casa lujosa, tiene que ver con los éxitos profesionales. Disculpen, pero desde el gobierno anterior a los Panamá Papers, pasando por toda la librería de cuadernos y agendas... tal vez signifique otra cosa.

Los sueños no se pueden analizar bajo la lupa de la realidad, a menos que quieras bajarlos a semejante pozo. Jaja. ¿O no les sucedió que se despertaron dos noches a los gritos y la otra persona te dice: “¿Qué te pasa? ¿No me amás más?”. Jajaja.

¡O la cantidad de sueños sexuales que ponen celoso/a a tu pareja! ¡Como si realmente fueras a invitar a la del sueño a cenar a un restaurante! Entra tu mujer y ve que estás solo, pero con dos platos.

“¿Ves? ¡No te engaño! ¡En sueños era bellísima, pero no vino!”. Absurdo todo.

Una vez, mi analista me dijo: “No le dé pelota a las pesadillas. Quédese con la que le quita el sueño. ¡El dinero se lo quitarán los abogados!”.

Bueno, salvo que estés soltero y que lo que no te deje dormir sea el del taladro de arriba. ■

“Creo que Freud jamás pensó que todos sus análisis sobre los sueños terminarían en los libros de autoayuda más pedorros del mundo...”.