Clarín

Sin excusas para la Argentina Imaginaria

- Jorge Lanata

Esta semana la pelea entre la Argentina Imaginaria y la Real creció como nunca antes. La historia de los encuaderna­dos, el rechazo a la despenaliz­ación del aborto, el psicótico brote público de Oyarbide y la prisión de Boudou no dieron respiro y lograron que emergiera la Argentina Real. El argentino - hombre que, como decía Ortega y Gasset “camina todo el tiempo delante de sí mismo”- se encontró en medio de un juego de baldosas flojas donde el futuro es imposible de adivinar. ¿Alcanzará, por ejemplo, la mentira que esgrimen ahora los empresario­s arrepentid­os de haber entregado el dinero para la campaña electoral?. No cierran las fechas, la frecuencia ni las otras contribuci­ones –públicas o secretas - de los mismos que ahora afirman haber puesto dos o más veces.

Argentina vive en estado de campaña electoral, pero no tanto.Lo que al principio pareció un complot de la KGB, el Mossad y la CIA se va definiendo como lo que es: el tipo que anotaba era solo un tipo que anotaba, uno más en la cadena, un mensajero con miedo a quedarse sin laburo cuando Cristina saliera del poder; un metódico y obsesivo anotador que hubiera tenido un final horrible si se hubiera animado a usar los cuadernos para extorsiona­r a la banda.

El Oyarbide real, devenido con los años en una especie de cantante puertorriq­ueño que perdió su sombrero de frutas, gritó la verdad sin poder controlars­e. No dijo, claro, que mientras lo tenían agarrado del cogote el pudo manotear algunos billetes. Y en ese contex- to, de pronto, se hicieron públicos hechos secretos de amenazas a jueces durante aquellos años: el secuestro de los hijos del fiscal Taiano, el video de su hijo que recibió Bonadio, imágenes de la Argentina Real que salían a la superficie. La idea de la cosa juzgada irrita, que flotaba desde hace algunos años en el topos uranos del Derecho, cayó justo sobre el arrepentid­o platinado: para meter presa a Cristina sólo se necesita una calculador­a, las causas de enriquecim­iento ilícito son de una evidencia fatal.

La Argentina Imaginaria se va quedando sin excusas. Los empresario­s encuaderna­dos discuten si presentar un arrepentim­iento conjunto: ok, era una guerra, no respetamos ninguna convención. “Sin coima no había trabajo y estamos arrepentid­os. Fuimos todos,y estamos dispuestos a devolver parte del dinero. Quizá lo hagan cuando ya sea tarde. El kirchneris­mo residual vive un desbande. La palabra es exacta: la banda se desbanda, Aníbal discute en twitter con Abal Medina, Cristina niega todo incluso frente a su círculo íntimo, que sabe todo; el fantasma de Odebrecht crece. Peleado con el PRO, Calcaterra aclara en privado que la idea de presentars­e fue suya y que su primo intento disuadirlo. En la diagonal de la escena, el colectivo feminista se deprime por la reacción del Senado: la Argentina Imaginaria nunca tuvo encuentra al interior ni a la Iglesia. Los subestimó. De haber hecho un plebiscito ¿El resultado hubiera resultado similar?.

La imagen de Cristina dinamitand­o su posición de doce años en diez minutos fue patética: fundó su vertiginos­o cambio en las charlas con su hija. Enhorabuen­a. Quizás las charlas con Máximo la lleven ahora a la despenaliz­ación de la drogas.

Antes, en Diputados, los indecisos de la Argentina Real dejaron como nunca en evidencia el negocio del cambio de voto a la madrugada (es cierto, a esa hora uno está más cerca de Dios o de las ventajas). Y finalmente Boudou está preso. La Argentina Imaginaria que discutía la salud mental de Laura Muñoz, que pedía a gritos una foto de Amado y Vanderbroe­le juntos, que se negaba a ver lo evidente, hace silencio. Ni insectos como Brancatell­i salieron a defenderlo. Ojalá lee lleven la vianda a la cárcel de Ezeiza. ”The dream is over”, (El sueño terminó) escribió Lennon. La Argentina Real corta el aliento. Pero devuelve a la vez, un viento saludable.

El tipo que anotaba era uno más en la cadena: mensajero con miedo a quedarse sin laburo.

La imagen de Cristina dinamitand­o su posición de 12 años en 10 minutos fue patética.

 ??  ?? Boudou, preso. Condenado por el caso Ciccone, la “Argentina Imaginaria” ni salió a defenderlo. Una semana que no dio respiro.
Boudou, preso. Condenado por el caso Ciccone, la “Argentina Imaginaria” ni salió a defenderlo. Una semana que no dio respiro.
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