Clarín

Francia: lluvias y fuertes vientos tras la ola de calor

- María Laura Avignolo mlavignolo@clarin.com

El fin de la ola de calor en la otra mitad de Francia fue catastrófi­co. Una tormenta con vientos, aludes, inundacion­es y piedras arrasó el sudeste del país con violencia y ha dejado un desapareci­do. En las regiones de Gard, Ardeche y la Drome fueron evacuadas 1.600 personas y los servicios de seguridad debieron hacer intervenir a cuatro helicópter­os para poner la gente a salvo. Diez personas fueron hospitaliz­adas, entre ellos cinco adolescent­es, por heridas o hipotermia, según los bomberos de Gard.

El tutor de 119 chicos alemanes está desapareci­do y se encontró su casa rodante vacía y arrastrada por las aguas sin él adentro. Se había refugiado en ella cuando el agua comenzó a arrasar todo en las Ardéche, una región montañosa y muy turística del sur de Francia. Otras 18 personas, que habían desapareci­do cuando salieron en canoas, fueron encontrada­s a salvo horas después.

Los más afectados fueron los campings, que están repletos en esta época del año. La temperatur­a bajó 10 grados en menos de cuatro horas.

Gard, Drome, Dordogne, Niévre, Bas Rhin fueron algunos de los departamen­tos tocados por la feroz tormenta que puso fin en todo el país a “la canicule”, el fenómeno de altas temperatur­as que durante dos semanas había asfixiado a Francia, con temperatur­as que llegaron a 40 grados centígrado­s.

Después de un lunes y martes agobiantes, las tormentas comenzaron el miércoles en París y el norte de Francia y el jueves y la madrugada del viernes se extendiero­n al resto del país. Pero a “la canicule” se sumó la violencia de las tormentas, los vientos de 120 kilómetros por horas, aludes, ríos desbordado­s e inundacion­es.

En el norte de Gard, centenares de personas de vacaciones fueron evacuadas de dos campings y un centro de vacaciones en el borde de Ardeche ante la amenazante caída de piedras y barro. Un alemán de 75 años, que había llegado a cargo de un grupo de estudiante­s de la región de Leverkusen, desapareci­ó.

Tras el alud de barro y piedras, su casa rodante apareció vacía y destruida río abajo.

Cuando las aguas del Ardéche subían, el hombre se refugió en la casa rodante que fue arrastrada por la fuerza de las aguas. Los 119 chicos que el cuidaba quedaron a cargo de la Cruz Roja y cinco adultos fueron internados por hipotermia.

En los alrededore­s de la comuna de Saint Julien de Peyrolas, donde el fenómeno fue particular­mente violento, bomberos, policías, y buzos fueron movilizado­s para rescatar a 184 personas de tres campings. Ochenta de ellos se encontraba­n en una situación crítica y se necesitó el uso de helicópter­os para sacarlos.

Las carpas de los camping fueron arrasadas y el centro de vacaciones La Planjole quedó totalmente destruido. Por muchas rutas en sus alrededore­s no se puede circular debido a las inundacion­es y el nivel general de destrozos.

En la zona de Gard cayeron de 150 a 200 milímetros en pocas horas en un “fenómeno excepciona­l”, según la prefectura. En Saint Julien de Peyrolas , donde desapareci­ó el alemán, llovió 108 milímetros en 90 minutos. ■

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AFP Destrozos. Un camping inundado en el sudeste de Francia.

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