Clarín

“En Irán hay un amplio sector que quiere iniciar negociacio­nes con EE.UU.”

El especialis­ta afirma que la economía iraní está en crisis a causa del conflicto. El papel militar en Siria y la delicada situación con Israel.

- Daniel Vittar dvittar@clarin.com

Luciano Zaccara describe con apasionami­ento cada detalle del mundo árabe. Es un observador minucioso de la singularid­ad regional. Nació en Rosario, donde estudió Ciencias Políticas, pero el doctorado en Estudios Arabes e Islámicos lo hizo en España. Con varios máster en Europa, se dedicó de lleno a la investigac­ión y la enseñanza. Actualmetn­e vive en Qatar, donde da clases en la universida­d estatal. Recorre asiduament­e el mundo árabe e islámico. Irán es uno de los países que más visitó. Justamente vino a Buenos Aires, invitado por la Universida­d de San Martín, para hablar de las reformas y los conflictos en Irán y el Golfo Pérsico. -¿Puede escalar el conflicto entre Estados Unidos e Irán o es la forma de negociar de Trump? -Yo creo que es un poco la forma de negociar de Donald Trump. Como con Corea del Norte. Apuesta muy fuerte, amenaza con destruir el país, y de esa manera pone al otro en una posición de negociació­n. Pero Irán no es Corea del Norte. Irán ha estado en esta situación de tensión desde la revolución de 1979. Los estadounid­enses ya vienen con esta política de presión contra el régimen desde esa época. Por eso, esta nueva situación no es algo nuevo para los iraníes. En este caso Irán ha hecho todo lo que se le

Irán no es Corea del Norte. Irán ha estado en esta situación de tensión desde la revolución de 1979”.

ha pedido. Cuando se sentó en la mesa de negociacio­nes y firmó el tratado, todos los garantes del pacto, incluyendo EE.UU., estuvieron de acuerdo. Ni siquiera tienen la obligación moral de hacer algo más de lo que se había pedido en el acuerdo nuclear. No obstante, saben que las sanciones que aplicará EE.UU. van a ser muy fuertes. Aún no hay precisione­s sobre cómo se van a implementa­r y qué tan duras van a ser con las empresas que comercien con Irán. Pero los iraníes ya saben lo que implica no tener socios europeos, ser boicoteado­s, que no les compren petróleo y no les vendan combustibl­es. Y han superado estos inconvenie­ntes con mayores o menores inconvenie­ntes. El problema es qué tan duras van a ser las sanciones y cuánta capacidad de aguante tienen la población y la economía iraní.

-¿Cómo describirí­a la economía iraní en este momento?

-La economía iraní es bastante desastrosa. La

inflación es galopante. No se puede cambiar dinero. Cuando Trump decidió retirar a EE.UU. del acuerdo nuclear hizo que el dólar se dispare. La moneda local se devaluó más del 50%. Hay un momento de crisis económica muy fuerte, aunque ahora se estabilizó un poco. El impacto del dólar es algo que el gobierno no puede controlar, a pesar de que imponga corralitos o lo que quieran. Tampoco el precio del petróleo. Si Estados Unidos o los mercados internacio­nales deciden hacer algo en contra de Irán, internamen­te el gobierno no lo puede manejar. La pregunta es hasta qué punto Hassan Rohani, como presidente del Gobierno, y el sistema económico iraní, pueden aguantar todos esos inconvenie­ntes. -¿Hay posibilida­des de negociacio­nes con Trump? -En Irán se está hablando de la posibilida­d de una negociació­n. Inclusive Trump lo planteó, pese a todas las amenazas. Y un amplio sector en Irán quiere negociacio­nes. Inclusive hace un mes y pico, en una carta firmada por más de cien dirigentes influyente­s, se le pidió a Rohani que se siente a negociar con Trump. En ese momento yo estaba en Irán y hablé con mucha gente sobre el tema. Algunos lo veían positivo, otros negativo, pero estaban de acuerdo en que había que sentarse a hablar, y era posible hacerlo ahora con Trump. Rohani es el único que puede negociar. Es el único que tiene la legitimida­d suficiente tanto a nivel interno como internacio­nal para sentarse a negociar con Trump.

-¿Qué respaldo interno tiene Rohani para iniciar ese diálogo?

-La política exterior de Rohani le ha insumido mucho esfuerzo, muchas críticas y no muchos éxitos. Por ahora sigue teniendo el apoyo del líder espiritual, que es fundamenta­l, y del Parlamento. No tiene mucha oposición del establishm­ent religioso, que es primordial para sobrevivir.

-¿Qué dice el ala más dura del régimen?

-El ala más dura dice que no hay nada que negociar. Sostienen que si las negociacio­nes tendrán como base las demandas que hizo Mike Pompeo (canciller estadounid­ense) de que Irán cambie muchas de sus políticas internas y externas, no hay que hacerlo. Si se hacen esas concesione­s, sostienen, Irán dejaría de ser una república islámica y prácticame­nte implicaría rendirse a la presión extranjera. Para ellos es inaceptabl­e. Pero hay muchos que dicen que hay cosas que son negociable­s. Por ejemplo si a EE.UU. le interesa negociar algunos puntos sobre Siria, o Yemen. No son aspectos que pongan en peligro la continuida­d del régimen, ni el carácter de la República Islámica.

-Pero hay un punto clave que es el programa misilístic­o de Irán.

-Bueno, ese es un tema controvert­ido. Es algo que Irán siempre tuvo y que siempre había desarrolla­do. Nunca había generado tanta controvers­ia. Pero ahora se ha llegado a una situación diferente ya que Irán tiene misiles con alcance a las Alturas de Golán (controlada por Israel), algo que pone en peligro a un socio clave de Estados Unidos, como es Israel. Cuando los misiles de Irán estaban en el Golfo y apuntaban hacia Arabia Saudita u otras potencias regionales, no había demasiados problemas. Era manejable. Pero se convierte en inmanejabl­e cuando hace contacto directo con Israel. Ha habido muchos muertos, muchos combates en la frontera siria-israelí. Del lado iraní ha habido muchos más muertos de los que se dice. Pero el conflicto no ha escalado porque a ninguno de los dos les interesa que escale. Irán dice ‘estamos aquí’, pero no ha reaccionad­o. Hubo numerosos ataques israelíes. Sin embargo, Irán decidió no responder.

-Da la impresión de que el régimen iraní no piensa abandonar Siria.

-Hay algo claro. Irán está ahí para quedarse. No llegaron hasta donde llegaron, invitados por Bashar al Assad y defendiend­o a sus tropas, para que mañana les digan te tenés que ir. Nadie, desde el punto de vista del realismo político, va a regalar ese basamento militar a cambio de nada. Pueden negociar una parte de algo, pero irse porque sí, porque Israel les dice que se vaya, eso no va a suceder. Cuando uno tiene la capacidad de llevar adelante una maniobra de ese tipo y de imponer determinad­as condicione­s al sistema regional, voluntaria­mente no se va a retirar. Lo mismo pasó con Estados Unidos en Afganistán.

-Sin embargo, Israel sigue presionand­o para eliminar la presencia iraní en Siria.

-Israel busca principalm­ente su seguridad. Bashar al Assad (presidente sirio) ha captado eso maravillos­amente bien. El presidente sirio no quiere tener ningún problema con Israel porque militarmen­te Israel tiene muchísima más capacidad. Cualquier ataque de Israel, por mínimo que sea, puede destruir más infraestru­ctura de la que Assad logró recomponer.

-¿Y cómo lo ve Irán?

-Irán también sabe esto. Puede decir lo que quiera sobre Israel, pero sabe que en una contienda militar directa van a sufrir mucho. Claro, Irán tiene esa narrativa bélica especial, pero sabe lo que significa un enfrentami­ento. Irán tampoco está interesado en una escalada. A Israel tampoco le interesa una contienda más adentro de territorio sirio. Le interesa mantener la seguridad en su frontera. Lo que no puede permitir Benjamin Netanyahu (premier israelí) es que alguien desde su frontera tenga la capacidad de lanzar un misil y matar israelíes. Eso no lo va a permitir. También tiene esa política con Palestina. No hay manera de que Israel acepte negociar nada con Hamas cuando con un sólo misil casero puede afectar a alguna familia israelí. Pero bueno, la política expansiva de Israel hace que cada vez estén más entremezcl­ados y que sea más difícil separar israelíes de palestinos. Y no lo veo a Israel con ninguna intención de calmar esa situación. Sobretodo porque no hay presión internacio­nal. Cuando gobernaba Barack Obama era otra cosa. Con Trump está clarísimo que no importa.

-Parece que los acuerdos nunca funcionan en Oriente Medio.

-Pueden haber. Las conversaci­ones sobre Palestina, por ejemplo, nunca se han paralizado. Pero van muy lentas y siempre hay elementos que puede saltar y hacer fallar los acuerdos. Eso es lo que siempre pasa en Oriente Medio. Y es un tema que hablo mucho con los iraníes. Hay políticas claras del establishm­ent político, pero quién controla a los grupos pequeños. Puede haber acuerdos de cúpulas, pero después en el terreno puede explotar por otros motivos. Lo estamos viendo en cada conflicto que estalla en la región. ■

La economía iraní es bastante desastrosa. La inflación es galopante. No se puede cambiar dinero”.

Hay algo claro. Irán está en Siria para quedarse. Pueden negociar una parte de algo, pero no se van a ir”.

 ?? NÉSTOR GARCÍA ?? Posición. “El presidente Rohani es el único que tiene la legitimida­d suficiente tanto a nivel interno como internacio­nal para negociar con Donald Trump”, opina Zaccara.
NÉSTOR GARCÍA Posición. “El presidente Rohani es el único que tiene la legitimida­d suficiente tanto a nivel interno como internacio­nal para negociar con Donald Trump”, opina Zaccara.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina