Un ascenso imparable
En apenas dos años y medio, Juan Martín Del Potro protagonizó un ascenso sorprendente y vertiginoso para trepar desde el puesto 1.045 del ranking, en febrero de 2016, hasta el número tres.
El punto de partida.
Tras doce meses sin jugar, volvió a las canchas en Delray Beach, en febrero de 2016. Ingresó con ranking protegido, llegó a las semifinales, donde cayó ante Sam Querrey, y se llevó 90 puntos para trepar más de 600 puestos en el ranking.
Otro paso adelante en Londres.
En Wimbledon subió la vara. Le ganó a Stan Wawrinka (5°) en la segunda ronda y consiguió la primera victoria ante un top 10 desde su regreso. Ya estaba 165° en el ranking.
Una semana soñada en Río 2016.
Con triunfos ante Novak Djokovic (1°) en el debut y ante Rafael Nadal en semis, se aseguró una nueva medalla olímpica. En la final, cayó ante Andy Murray (2°) y se llevó la plata en la que que fue “una de las semanas más lindas” de su vida.
Volver a gritar campeón.
En octubre de 2016, derrotó a Jack Sock en la final del Abierto de Estocolmo, consiguió su primer título en casi tres años y volvió a meterse entre los mejores 50 del mundo.
La Davis, el broche de oro.
En Zagreb, encabezó el equipo que consiguió la primera Ensaladera de Plata de la historia para Argentina. Del Potro levantó una desventaja de dos sets ante Marin Cilic para llevarse el cuarto punto y permitirle a Delbonis sellar la victoria por 3 a 2. Así, terminó el 2016 a puro festejo y en el puesto 38 del ranking.
El punto de quiebre de 2017.
Llegó desmotivado a Nueva York. Pero todo cambió en el Abierto de Estados Unidos, su torneo favorito. Con Sebastián Prieto como nuevo entrenador, superó a Roger Federer en cuartos y perdió en semis con Nadal. Y se trepó al 24° lugar del ranking.
Nuevo festejo en Estocolmo.
Con la energía renovada, un mes más tarde se consagró bicampeón en el torneo sueco, al vencer en la final a Grigor Dimitrov. Luego fue finalista en Basilea y una caída en cuartos de París ante John Isner lo dejó a un paso del Masters de Londres y a un puesto del top 10.
Ser otra vez top 10.
En Auckland jugó su primer torneo de 2018, perdió la final ante el español Roberto Bautista Agut y se metió por primera vez en casi tres años en entre los diez mejores tenistas del mundo.
Un festejo en Acapulco.
En el torneo mexicano sumó tres victorias seguidas ante jugadores que estaban en el top 10 y de esta manera conquistó el primer ATP 500 desde su regreso.
El primer Masters 1000
En el desierto californiano, Del Potro gritó campeón en un Masters 1000 por primera vez en su carrera, tras superar por 6-4, 6-7 (8-10) y 7-6 (7-2) en una final electrizante nada menos que a Roger Federer.
El regreso al número cuatro. Llegó a Roland Garros entre algodones, pero en la superficie que más lo incomoda venció a Marin Cilic en cuartos, con lo que subió al número cuatro del mundo y en semis cayó ante el imbatible Nadal.
La llegada al top 3.
Tras tomarse un descanso después de Wimbledon, encaró su gira preferida. Fue finalista en Los Cabos y decidió no jugar en Toronto para cuidar la muñeca izquierda para Cincinnati y el US Open. Pese a su ausencia, las caídas prematuras de Zverev y Dimitrov lo catapultaron al número tres por primera vez.