Duro con Trump: “El tiene el dólar, nosotros a Alá”
RECEP TAYIP ERDOGAN
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recurrió a un discurso nacionalista y religioso para responder ante la crisis interna que provocó la decisión de su par estadounidense, Donald Trump, de duplicar los aranceles al acero y al aluminio importados de Turquía. “Si ellos tienen el dólar, nosotros tenemos a Alá”, lanzó el mandatario turco, después de que la moneda local (la lira) sufriera una devaluación, el viernes, del 16% a raíz del anuncio de Washington.
Al mismo tiempo advirtió a EE.UU. que está arriesgando su relación con un “socio estratégico” debido a la “guerra comercial” que inició, y a la presión que está ejerciendo Trump para que libere al pastor estadouni- dense Andrew Brunson, acusado de terrorismo, un caso que se convirtió en un serio conflicto diplomático.
Trump anunció el viernes que llevará los aranceles del acero turco al 50% y los del aluminio al 20%. Esto provocó un “viernes negro” en la economía turca, pero también en los mercados internacionales. La lira lleva una devaluación del 63% en lo que va del año, afectando las finanzas del país. Por eso ayer Erdogan volvió a tratar el tema como “una guerra”.
El presidente turco, que concentró más que nunca el poder y eligió ponderar el costado islámico por sobre la corriente laica que tenía el Estado, le pidió a la población no ponerse nerviosos ante la subida de la divisa estadounidense y demostrar su solidaridad vendiendo el oro y los dólares que tuvieran. “Entréguenlo inmediatamente a los bancos para convertirlos en liras. Al cambiarlos, luchamos en esta guerra por nuestra independencia y nuestro futuro. Es el único lenguaje que entienden”, señaló.
La discordia entre Ankara y Washington viene desde hace ya varios años. Uno de los choques importan- tes ocurrió tras el frustrado intento de golpe de Estado de 2016. Erdogan culpó al clérigo Fethullah Gülen, autoexiliado en EE.UU., de estar detrás de la intentona, y a Washington de respaldarlo. Otro tema de fricción son los kurdos, instalados en la frontera siria, a quien Estados Unidos protege y suministra armas con el fin de que sigan combatiendo al terrorismo y a las fuerzas del régimen sirio.
En este enfrentamiento también pesó la decisión de Turquía de encarcelar en 2016 a Brunson, para quien la Fiscalía turca pide hasta 20 años de cárcel por supuestos vínculos con la guerrilla kurda del PKK y con Gülen. Trump reclama su liberación inmediata. “Si EE.UU. nos está dando la espalda, eligiendo en su lugar a un pastor, lo sentimos. Nosotros vamos a continuar nuestro camino”, bramó ayer Erdogan ante una multitud.
“Las acciones unilaterales de EE.UU. contra Turquía sólo servirán para socavar los intereses y la seguridad de los estadounidenses”, dijo. “Antes de que sea demasiado tarde, Washington debe abandonar la idea de que nuestras relaciones son asimétricas, y aceptar el hecho de que Turquía tiene alternativas”, afirmó.
“En las últimas seis décadas, Turquía y EE.UU. han sido socios estratégicos y aliados en la OTAN”, remarcó Erdogan, y Turquía “se ha lanzado al rescate de EE.UU. cada vez que era necesario”, agregó. “Sin embargo, Estados Unidos no entendió ni respetó las preocupaciones del pueblo turco, y en los últimos años nuestras relaciones quedaron cuestionadas por los desacuerdos”, remarcó Erdogan. “Si EE.UU. comienza a respetar la soberanía de Turquía y demuestra que entiende los peligros que enfrenta nuestro país, nuestra asociación podría estar en riesgo”, advirtió. “Nosotros solo nos inclinamos ante Dios. Me dirijo a EE.UU. una vez más. Están cambiando a un socio estratégico de la OTAN por un pastor”.
La amenaza de Erdogan de buscar otro socio apunta a las estrechas relaciones que está manteniendo con el ruso Vladimir Putin, quien también realiza un juego de estrategias en la región. El mismo viernes el presidente turco se comunicó con su par ruso para acordar temas comunes en Siria, demostrando que está dispuesto a inclinarse hacia el rival de Estados Unidos. ■