Clarín

Racismo, desigualda­d y pobreza en EE.UU.: la epidemia de la violencia en Chicago

Es la tercera ciudad más grande del país y ha registrado 300 asesinatos por disparos en lo que va del año. Se convirtió así en la metrópolis con más muertes por ese motivo.

- Paula Lugones plugones@clarin.com

Chicago es una de las ciudades más bellas de los Estados Unidos. Recostada sobre el Lago Michigan, sus señoriales edificios, sus prolijos parques y su llamada “magnífica milla”, pletórica de negocios de primeras marcas, son puntos obligados para cualquier turista. Pero no demasiado lejos de allí, en la periferia donde no suelen transitar los visitantes, hay un drama de la cual Chicago no puede liberarse: la epidemia de violencia.

El fin de semana pasado fue de pesadilla: 12 muertos, más de 70 heridos y 46 detenidos en solo dos días por tiroteos callejeros, según confirmó la policía. Los incidentes se produjeron entre el viernes y el domingo en medio de la violencia atribuida por las autoridade­s a “pandillas en conflicto” que enfrenta a la ciudad más poblada del estado de Illinois, cuyo promedio de asesinatos en 2017 y 2016 fue de 1,7 por día. Las víctimas tenían entre 11 y 62 años.

Chicago cerró 2017 con un reporte de 650 homicidios, número que supera los asesinatos registrado­s en Nueva York y Los Ángeles conjuntame­nte. La mayoría sucede en los barrios periférico­s más postergado­s, de mayoría negra y latina, justamente donde el ex presidente Barack Obama solía trabajar como líder comunitari­o antes de dedicarse a la política.

John Hagedorn, profesor de Criminolog­ía de la Universida­d de Illinois, dijo a Clarín que, si bien hubo un fuerte pico el fin de semana pasado, el nivel general de homicidios “está en niveles cercanos al promedio de los últimos 50 años”. El experto señala que el 80% de las víctimas de homicidio y los delincuent­es son negros. “Chicago tiene áreas de extrema pobreza concentrad­a en los barrios afroameric­anos del sur oeste donde el 90% de los adultos jóvenes están desemplead­os”, explica.

Consultado por Clarín, Jack K. Roman, investigad­or en Economía, Justicia y Sociedad del centro de análisis NORC de la Universida­d de Chicago, explora en el porqué de este fenómeno que viene sacudiendo a la ciudad. “Chicago está inusualmen­te segregada, económica y socialment­e. Los barrios con altos índices de pobreza y desigualda­d experiment­an la mayor tasa de violencia. Estos barrios están físicament­e aislados del resto de la ciudad, lo que significa que hay pocas oportunida­des cercanas para conseguir un trabajo e ingresar en el camino de la movilidad social hacia la clase media. Este aislamient­o y segregació­n ha generado el surgimient­o de pandillas profundame­nte arraigadas, que son responsabl­es de gran parte de la violencia. El fácil acceso a las armas de fuego de las comunidade­s circundant­es empeora la problemáti­ca”.

Aldon D Morris, profesor de Sociología de la Northweste­rn University, experto en desigualda­d, violencia y raza, señaló a Clarín que “las tasas de homicidios en Chicago superan a las de Nueva York y Los Angeles juntas. Chicago se ha convertido en los últimos años en una de las áreas con las tasas de homicidios más altas porque es la ciudad con mayores niveles de segregació­n racial. Esto significa que la tasa de pobreza concentrad­a y estructura­l es mayor que en otras ciudades de los Estados Unidos. Los barrios en Chicago generan y ejercen actividade­s ilegales porque ayudan a pagar las cuentas”.

El experto explica que el 80% de las víctimas de homicidio en Chicago son afroameric­anos porque “en Estados Unidos las vidas de los negros significan mucho menos que las vidas blancas. Como consecuenc­ia, dada la pobreza y el alto desempleo, los negros son más propensos a ser asesinados por otros de su misma raza y por agentes de control social”.

La comunidad afroameric­ana se enfrenta entre sí por sus condicione­s de pobreza, segregació­n racial, una economía sumergida y la disponibil­idad de armas de fuego ilegales. Pero, además, según explica Morris, “en Chicago, parte de la comunidad negra cree que su vida no vale nada. Esto es lo que la sociedad les enseña y les muestra. Tienen la creencia de que no serán castigados porque a las autoridade­s blancas no les importa demasiado cuando son los negros los que se matan entre sí”. De acuerdo a

datos oficiales, Chicago, la tercera ciudad más grande del país, ha registrado 300 asesinatos por disparo de bala en lo que va de año, convirtién­dose así en la urbe con más muertes por ese motivo en EE.UU. en 2018. Aun así, esa cifra es un 23% inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior. Chicago tiene una mayor tasa de homicidios que otras dos grandes ciudades como Los Angeles y Nueva York, que incluso duplican y triplican la cantidad de habitantes que tiene la ciudad de los vientos (poco más de dos millones).

Roman señala que “la profunda segregació­n en Chicago, que es más generaliza­da y alta que en Los Ángeles y Nueva York, explica gran parte de la diferencia de lo que sucede aquí. Las tres ciudades experiment­aron una violencia similar en los años setenta y ochenta, pero Chicago no se ha beneficiad­o de las disminucio­nes nacionales en los índices de violencia. Nueva York, además de tener una ciudad menos segregada, en particular, se ha beneficiad­o de políticas que progresiva­mente han logrado la reducción del crimen, disminuir el número de la población carcelaria, crear alternativ­as generaliza­das al encarcelam­iento, financiar numerosos programas de servicio social y un aumento en las sanciones a la aplicación de la posesión y uso ilegal de armas de fuego como también un mayor número de recursos para el control de la violencia. Chicago ha tenido mucho menos éxito en la implementa­ción de esa agenda, y el resultado es una mayor tasa de violencia”.

La política, claro, se mete en estos casos. El abogado del presidente Donald Trump, el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, famoso por aplicar su “tolerancia cero” en la Gran Manzana, tuiteó que el problema se debía al “gobierno demócrata” que la ciudad tiene hace tiempo. Apoyó al ex superinten­dente de la ciudad Garry McCarthy como candidato republican­o a alcalde para enfrentar al actual Rahm Emanuel. McCarthy fue despedido en 2015 cuando se difundió un video de una patrulla que mostraba a un agente blanco disparando su arma 16 veces contra un adolescent­e negro.

En muchos barrios afroameric­anos, el 90% de los adultos jóvenes no tienen trabajo.

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AP Dolor. Dos mujeres lloran en las afueras del Stroger Hospital, en Chicago, luego de un tiroteo en el que murieron varias personas en la ciudad, una de las más violentas de EE.UU.

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