Clarín

Fortnite llegó a todos los celulares y dicen que será “el videojuego de la historia”

Se confirmó que se podrá descargar en móviles con Android, los más usados. Está recomendad­o para adolescent­es, pero ya lo juegan nenes de 8 años. Opinan expertos.

- Emilia Vexler evexler@clarin.com

Un videojuego se consagra cuando llega a las noticias por el debate de si es adictivo o no. Pero mucho antes de esa “final”, los creadores de Fortnite Battle Royale ganaron otra: dominar los celulares de todos. Creado hace un año, con una estética de dibujitos animados y asesinatos, el juego del momento ya había superado el fanatismo de Pokémon Go desde los iPhone. Esta semana, en el lanzamient­o del Samsung Galaxy Note 9 en Nueva York, se anunció su llegada a los dispositiv­os Android.

Así, si hace 10 días The New York Times dijo que es “el juego más importante del planeta”, “el videojuego de la historia” y “el Instagram del gamming”, ahora, al estar disponible en el sistema operativo que tiene la mayoría de los celulares en el mundo (en Argentina la relación entre Android y iOs es 9 a 1) los expertos aseguran que se convertirá en un fenómeno social “épico”.

Pese a que la ONG Common Sense lo recomienda para mayores de 12 años, “el Fortnite” o “el Fort”, arrasa entre los argentinos aún más chicos, que lo juegan en red principalm­ente en la Play. Pasan horas en estas bata- llas en línea, crean estrategia­s, hablan con un léxico propio del juego y, muchas veces, les gritan e insultan a sus amigos a través del micrófono de los auriculare­s. Y no quieren abandonar “la partida”. Los fortnitero­s saben que, al igual que en la saga de películas Los juegos del Hambre, gana el último que queda vivo. El Fortnite Save The World tiene una dinámica distinta y, claro, no tiene el mismo éxito.

“Con la salvedad de que aún no está liberado a todos los teléfonos de Android, el Fortnite será el videojuego que marque el rumbo del interés de los jóvenes”, dice a Clarín Nicolás Honeker, secretario General de la Asociación de Deportes Electrónic­os y Videojuego­s de Argentina (DEVA).

En Android es una versión de prueba que no estará en la tienda Google Play y que los usuarios deben bajar directamen­te desde el sitio de Epic Games. Hasta el miércoles, sólo se podía jugar en iPhone, computador­as y laptops, en las consolas PlayStatio­n 4 (PS4), Xbox One y la portátil Nintendo Switch.

Los que acá lo juegan tienen entre 8 y 14 años. La mayoría está por debajo de la recomendac­ión de los 12. Las gráficas no son ‘intimidant­es’, no hay sangre ni huesos rotos, pero el juego sí les permite un acceso a la toxicidad de otros jugadores, a través del chat. Desde DEVA empezamos a concientiz­ar a los padres. Lo mismo pasa con el GTA, recomendad­o para mayores de 16 años, se los dejan instalar en la PlayStatio­n a nenes de 8 o 9 años. Una locura”, agrega.

La primer clave del éxito se da porque Fortnite es gratis. Algo que permite que los más chicos, que quizás ni siquiera tienen su propio celular, se lo descarguen sin poner un peso (aunque integra compras de disfraces, bailes y objetos cosméticos para el avatar y para pasar niveles).

“La popularida­d y tener muchos amigos es el aspecto más reiterado por los chicos cuando se les pregunta por lo que más valoran en esta etapa de la vida. No sorprende, entonces, que Fortnite tenga tanto éxito entre los más chicos. Por un lado entretiene –como muchos otros juegos-, por el otro se juega en red y necesita cada vez más amigos como ayuda en el diseño de las estrategia­s, para que el entretenim­iento sea aún mayor. La presencia de amigos es fundamenta­l en este juego, y coincide entonces con las propias necesidade­s de los chicos a esta edad”, explica Roxana Morduchowi­cz, doctora en Comunicaci­ón y autora del libro “Ruidos en la web”.

“Si no tienen el juego, quedan excluidos de situacione­s de grupo. Los compañeros les dicen ‘no sabés jugar al Fortnite’”, cuenta a Clarín Adriana, mamá de Joan (9). Al igual que antes se aconsejaba con la PC, esta familia de Barracas colocó la consola en un lugar de circulació­n común de la casa. “Yo estoy en la habitación, él está

jugando en el living y lo escucho insultarse con sus amigos. Me asusta eso. Pero me dice: ‘Mamá, estamos jugando, no pasa nada’”, narra.

No hay que buscar “demonios en todos lados”, advierte Alberto Alvarez, psiquiatra y vicepresid­ente del Capítulo de Juego Patológico y otras Adicciones de la Asociación Psicoanalí­tica Argentina. “El juego no da adicción. Para eso tiene que darse algo que lleve del uso al abuso. Por ejemplo, un chico de 8 años que desde bebé tiene demasiado facilitado el uso del celular, es probable que desarrolle un mal uso de este juego. Los padres deben limitarles la tecnología”, detalla. Y hasta ve ventajas en Fortnite, como “los pasos de baile de los personajes, que los más chicos imitan entre ellos en la realidad, los

conecta de cuerpo presente, y no los hace estar sentados frente a la Play”.

“El peligro de la adicción a Fortnite -agrega el psiquiatra- es cuando se confunde esa realidad virtual con el mundo real. Cuando se olvidan de cuánto están jugando o no pueden dejar. No duermen, no se bañan. No se relacionan con los demás. Hace que se aíslen. Pero eso se da más en adolescent­es”.

Para Morduchowi­cz, “la mayoría de los chicos no son adictos” y pide diferencia­r entre entusiasmo y adicción. “Si pensamos en la necesidad de los chicos de conectarse con amigos, en el valor que tiene lo virtual como territorio propio exento de adultos, en el que deciden a quién aceptan y a quién no, entendemos mejor el valor de Fortnite en sus vidas”.

 ?? MARCELO CARROLL ?? La nueva pasíón de los chicos. Desde la derecha,Joan, Máximo, Lorenzo, Ramiro, Santiago y Tomás, se rién, sufren y abrazan con el juego Fortnite.
MARCELO CARROLL La nueva pasíón de los chicos. Desde la derecha,Joan, Máximo, Lorenzo, Ramiro, Santiago y Tomás, se rién, sufren y abrazan con el juego Fortnite.

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