En Charlottesville, una alcaldesa negra es un símbolo antirracista
Figura. Se llama Nikuyah Walker. Es la primera jefa de color de esa ciudad de 47.000 habitantes en Virginia. Hace un año, allí hubo cruentos enfrentamientos.
Nikuyah Walker es la primera alcaldesa de origen afroamericano en la historia de Charlottesville, la ciudad del sureño Estado de Virginia que hace un año atrás vivió una trágica marcha de supremacistas blancos. Su tarea es combatir el racismo latente que sufren las minorías en esta ciudad, ubicada en el centro de Virginia. Hoy, en el primer aniversario de los choques en esa localidad, su figura se consolida como un símbolo.
Esa misión fue una de las principales consignas de la campaña política para conquistar el puesto que ahora ocupa. Esta mujer de 38 años llegó al cargo en enero de este año, apenas cuatro meses después de la concentración neonazi que bajo la consigna “Unir a la derecha”, ubicó a esta ciudad en el foco de las noticias mundiales. Walker se presentó como candidata independiente, después de rechazar al Partido Demócrata por considerar que sus miembros “habían fracasado en su tarea de abordar el racismo sistemático y la desigualdad económica” de Charlottesville, según declaró a varios medios de Virginia. Su candidatura tomó impulso después de que miles de supremacistas blancos marcharon en agosto de 2017 por las calles de Charlottesville, con antorchas, banderas nazis y capuchas del Ku Klux Klan. Ellos protestaban contra el retiro de una estatua del general Robert E. Lee, famoso líder militar de los ejércitos de la Confederación -que reunía a los estados esclavistas del país- durante la Guerra Civil que ensangrentó a Estados Unidos entre los años 1861 y 1865.
“Estoy segura de que lo que sucedió el verano pasado jugó un rol importante en los resultados de las elecciones”, reconoció Walker. Las agitadas elecciones en Charlottesville en noviembre de 2017 fueron una respuesta al racismo. Por primera vez, esta ciudad de 47.000 habitantes tiene desde entonces una alcaldesa negra. “Hicimos historia y ahora tenemos que trabajar”, escribió Walker la noche en que ganó la votación. Desde entonces, Walker intenta luchar contra el racismo desde adentro de las instituciones, ampliar la construcción de viviendas municipales y lograr que más chicos vayan a la escuela. Para ella, que fue madre adolescente y tiene tres hijos, crecer en Charlottesville siendo negra “es duro”, sobre todo porque los negros son mayoría en las cárceles.
“No conozco a ningún afroamericano en Charlottesville que no tenga a miembros de su familia presos o que no haya sido encarcelado”, dijo la alcaldesa. La vida tampoco ha sido fácil aquí para la comunidad hispana o los blancos pobres. Hizo campaña política con carteles que decían “desenmascaremos la ilusión”, aludiendo a la pobreza y la falta de oportunidades. “El trauma que provoca la pobreza es algo que se nota cotidianamente”, dice. Nacida y criada en Charlottesville, estudió en la escuela pública local y en 2004 se diplomó en Ciencias Políticas en la Universidad de Virginia, desde entonces no paró hasta ser alcaldesa. ■