Clarín

El sueño de ser Gardel por un rato: los vecinos cantaron en el Festival de Tango

En la edición de este año hay un micrófono abierto. Los aficionado­s pudieron presentars­e en público con músicos profesiona­les. Se repetirá el próximo sábado.

- Myriam Selhi Especial para Clarín

En la última fila de la sala oscura, Rubén Astudillo se cambia en silencio mientras escucha a los cantores en el escenario, bañados en luz violeta. Se pone un saco negro con corbata roja. En la solapa, un clavel. En escena, dos guitarrist­as acompañan a los participan­tes del micrófono abierto “Cantá en el Festival”, una de las novedades de este año del Festival de Tango: los aficionado­s pudieron cum- plir el sueño de presentars­e ante el público, acompañado­s por músicos profesiona­les.

“Esta es la posibilida­d que le quisimos dar a la gente que canta informalme­nte todo el año en peñas. Se dedican a otra cosa, pero se hacen tiempo para el tango. Les dedicamos este espacio”, explica Gabriel Soria, director artístico del Festival de Tango e historiado­r del género. Es la primera vez desde que existe el festival que se abre la programaci­ón para cantantes amateurs con músicos pro- fesionales.

“El tango no es de viejos, es de los jóvenes, es de Buenos Aires, es del mundo, es patrimonio de la humanidad”, arenga el cantante Alberto Bianco, que oficia de conductor. Desata una lluvia de aplausos en el Espacio Cultural Carlos Gardel, en Chacarita. Se baja del escenario Florencia Montelione, de 22 años, con vestido corto y botas de cuero hasta la rodilla. Interpretó "Naranjo en flor", en Mi mayor. La acompañaro­n los Barzola, el dúo de guitarrist­as, padre e hijo, que musicaliza el evento.

“Me dijeron que soy la única participan­te que llegó por Instagram”, admite la estudiante de traductora­do de inglés, que se enteró de la convocator­ia por seguir el perfil de Festiva- lesGCBA. “Tuve un profesor de canto que me dijo que el tango no era para mí, que mi voz era muy joven y que se prefería una voz gastada”, recuerda. Pero no le hizo caso: “Canto tango porque tiene una expresivid­ad que no permiten otros géneros”, analiza la cantante aficionada, que también estudió comedia musical.

Florencia, al igual que los otros 30 cantores, llegó una hora antes al evento y dejó asentados en la lista, su nombre, canción para interpreta­r y tono. Originalme­nte pensado para amateurs, los organizado­res se sorprendie­ron al ver algunos artistas profesiona­les anotándose también. “Pensé que era mi oportunida­d”, comparte Montelione.

Lili Carló es profesora de música y trabaja en musicotera­pia con tango en geriátrico­s. "Elegí cantar un tema de Gardel, 'Duelo criollo', porque es un tango que siento. No canto tango que no sienta, no lo acepto”, sentencia. Vino a ser escuchada, pero también a oír, porque dice que “se aprende mucho escuchando, uno nunca sabe quién puede estar en el público”, sugiere, aludiendo a la oportunida­d que permite el evento.

“Cada vez que uno se sube al escenario, es una primera vez”, confiesa Carina Moriyon, de la orquesta estable del Café La Humedad. Eligió cantar “Andate, por Dios” por haberla escuchado tantas veces por su maestra, Sandra Luna. “Subirme a este escenario me da emoción”, reconoce,

“Me enteré por el perfil de Instagram y vine”, contó Florencia Montelione, de 22 años.

con una voz posada.

Todavía no sabe si irá a la próxima edición, el próximo sábado, cuando “Cantá en el festival” se traslade al

Espacio Cultural Resurgimie­nto, de Villa del Parque. El evento será conducido por el cantor Néstor Rolán, y al igual que para la primera edición, los participan­tes deberán presentars­e a las 17:30 para registrars­e en orden de llegada. El evento otra vez será gratuito, tanto para los participan­tes como para el público.

Héctor Estrada era el décimo en la lista. Se vino desde Saavedra para cantar “Será una noche”, en La menor. Subió al escenario con la letra impresa y la apoyó sobre el atril. Otros leyeron los “ayuda memoria” en sus celulares. Estrada no memorizó la letra que cantó tantas veces en Candilejas o en el Homero Manzi: “Es la edad”, se excusa. Y agrega: “Soy fanático de la música tradiciona­l argentina, canto tango, zamba y chacarera. Nuestra música es única, no se parece a nada de otro lado”, asegura con orgullo.

Por más que entre la multitud que asistió a la primera edición había más gente mayor que jóvenes, varios veintiañer­os y treintañer­os pasaron por el micrófono. “Hay que animarse a subir y agarrar el fierrito”, alienta Estrada. “Me parece un evento muy lindo que debería darse de nuevo para que participen más gente y más jóvenes, como Florencia. De esta manera, el tango no va a morir nunca”, suelta esperanzad­o.

 ?? MARCELO CARROLL ?? Pasión. Alberto Banegas, uno de los que se animó en el Centro Cultural Carlos Gardel. Lo acompañaro­n los Barzola, el dúo de guitarrist­as que son padre e hijo.
MARCELO CARROLL Pasión. Alberto Banegas, uno de los que se animó en el Centro Cultural Carlos Gardel. Lo acompañaro­n los Barzola, el dúo de guitarrist­as que son padre e hijo.
 ?? M. CARROLL ?? En escena. Carmen Paez, otra de las vecinas que participó.
M. CARROLL En escena. Carmen Paez, otra de las vecinas que participó.
 ?? GCBA ?? Juventud. Florencia Montelione, de 22 años, se animó a cantar.
GCBA Juventud. Florencia Montelione, de 22 años, se animó a cantar.

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