Le realizarán un examen de ADN al acusado de violar a una nena de 12 años
Aunque confesó el abuso ante la Policía, ayer se negó a declarar. Un llamado fue clave para detenerlo.
“Conozco al violador y sé donde vive”. La llamada fue anónima y le dio a la Policía la pista más importante para capturar al sospechoso de haber abusado de una nena de 12 años en un baldío de Marcos Paz: la dirección exacta de donde vivía con su madre el joven cuya imagen captando a su víctima en plena noche, en plena madrugada del sábado 4, se repetía en todos los medios.
El detenido fue identificado como David Nahuel López, de 21 años, un changarín que se negó a declarar ayer ante el fiscal Pedro Illanes, de la UFI N°3 de Mercedes, quien lo acusa del delito de “abuso sexual agravado con acceso carnal y robo simple” por haberse llevado el celular de su víctima.
López, preso en una comisaría de Merlo, ahora será sometido a un examen de ADN para cotejar con las muestras extraídas a la nena. También le realizarán una pericia psicológica y psiquiátrica. De ser necesario, también se le hará una rueda de reconocimiento. “La idea es no exponer a la víctima. Por eso, si el análisis genético no llega a ser concluyente, primero participará de la rueda de reconocimiento la testigo que elaboró un retrato del sospechoso y, en última instancia, se le pedirá a la nena que sea ella quien lo identifique”, explicaron fuentes con acceso al expediente a Clarín.
Fue gracias al dato aportado por una voz anónima que se llegó hasta el domicilio del sospechoso, ubicado apenas a 1400 metros del cruce de Monteagudo y Buenos Aires, donde está el baldío en que fue violada la nena. Cuando llegaron a la dirección, los policías no encontraron al sospechoso. “La mamá, quien le dijo a los investigadores que llevaba una semana viviendo en la casa de su novia y los llevó hasta el lugar, en Mariano Acosta”, detallaron las fuentes. Allí tampoco lo hallaron, pero su suegra dijo que había ido a acompañar a su hija a la estación de trenes. Cuando volvió, lo detuvieron. “No supo explicar qué había hecho la noche en que fue violada la nena, tampoco cómo se había lastimado la mano y fue entonces que se quebró y dijo: ‘Yo soy el que aparece en el video’”, explicaron fuentes del caso.
Ayer, ante el fiscal Illanes, López no repitió la confesión que hizo ante la Policía y se negó a declarar. Ahora, el resultado del ADN será determinante, más allá de las imágenes de video y de la lesión que tiene en la palma de la mano izquierda. La nena contó que mordió al abusador durante el ataque y la herida podría sumar otro indicio clave.
En un allanamiento posterior al arresto, casi al lado de la casa de la madre de López, los investigadores encontraron el celular de la nena, el que se había llevado su violador después de abusar de ella. Los investigadores creen que el acusado se lo pudo haber regalado a su madre.
También fueron secuestradas unas botas blancas similares a las que, según las imágenes, tenía puestas el violador en el momento del ataque. “Era como un changarín que iba a los peladeros, que funcionan de noche, a hacer fila por si necesitaban trabajadores extra”, confiaron las fuentes. Y concluyeron: “Justo la noche de la violación, el peladero en el que solían tomarlo estaba cerrado. Y así como fue hasta allí a hacer la changa y se encontró con que el lugar no funcionaba, se volvió. En el camino se habría cruzado con la víctima, a quien atacó cuando regresaba a su casa. ■