ROSANA, COMO EN CASA
La gran cantante canaria presenta su último trabajo por el país. Y cuenta cómo compone en pleno tour.
La cantautora canaria está de regreso en el país, girando con su nuevo disco, “En la memoria de la piel”.
Rosana es una de las voces más reconocibles de la canción popular. Su melodismo, su forma de frasear, sus inflexiones tienen la cualidad de llegar a un público que conjuga la sensibilidad con la energía; una artista que ha sabido reconocer a su audiencia y desde esa “amistad” edificar una propuesta genuina. “Cuando compongo desde el corazón soy de verdad”, afirma la artista.
La cantautora está embarcada en una gira mundial desde febrero del año pasado, para presentar su disco más reciente, En la memoria de la piel, a cuya edición original se le agregó una reedición con versiones acústicas de sus temas.
“Hice todo el disco sólo guitarra. De alguna manera, tal como las compuse. Sé que al público que me sigue le gusta ese tono intimista y poder reconocer como suenan de manera natural, sin banda y sin arreglos”, dice la cantante, y adelanta que tiene también material inédito como el tema No olvidarme de olvidar, con Carlos Rivera de invitado; Sin tanta ropa, te- ma compuesto con Kany García; y Soñar es de valientes, que se ha convertido en el single del disco.
“He venido unas veinte veces, más o menos, y siempre he sido recibida con mucha calidez, incluso desde mi primer trabajo discográfico, Lunas rotas. Esta vez vengo con un disco peculiar respecto de su sonoridad. En este trabajo combiné por partes igua- les el sonido acústico con los programados, aunque los últimos recogen climas étnicos que son calentitos. La verdad, es el disco que me está regalando la gira más extensa en mi carrera”, dice Rosana.
Sobre su trabajo como compositora, Rosana señala que jamás había escrito durante las giras. Sin embargo, con un tour de tres años, el duende de la composición está golpeando su puerta. “El otro día, curiosamente, le decía a mi gente que iba a combinar la gira con la composición. No sé qué saldrá y hasta ahora nunca lo hice, pero en este momento, por algún motivo que ignoro, la música me está tocando el hombro y me pide que la deje salir. Para mí hacer canciones es una manera de comunicarme con el exterior y es eso, básicamente, una forma de comunicarme”, añade.
Su último trabajo tiene un tono conceptual en materia de producción, pero absolutamente emocional en términos de temática. “Me gusta responsabilizarme de lo que me sale de manera natural. No me planteo con la cabeza qué disco voy a hacer. No me gusta procesar la vida por la cabeza, me gusta procesarla por las emociones. Desde este lugar soy de verdad. Cuando uso el corazón para componer soy de verdad”, asegura.
Para Rosana, que sigue de cerca los vaivenes de sus audiencias, este último disco provocó que muchos de sus seguidores algo dispersos regresaran al redil; y además, una llegada a un público más joven, preadolescentes que encuentran en la cantante una voz amiga. “A veces le pregunto a sus padres si viene por herencia y me dicen que no, que mi música les va, pero que el fan es el niño. Eso me da una especial alegría, porque cuando alguien te descubre es como empezar de cero. Es una sensación muy viva”, concluye la artista. ■