Los Kirchner tenían bóvedas, dijo el ex funcionario de De Vido
Confirmó que el dinero se entregaba en el departamento de Néstor y Cristina en Uruguay y Juncal.
Bolsos con dinero, valijas de diferentes tamaños, bóvedas, vuelos a Río Gallegos. Son las expresiones que utilizó Claudio Uberti en su explosiva declaración indagatoria ante la Justicia por la causa de los cuadernos, a cuyo contenido accedió Clarín por el testimonio de fuentes que conocen la marcha de la investigación.
Uberti dijo que “el dinero se entregaba en (el departamento de los Kirchner en) Uruguay y Juncal”. Según su relato, si el “paquete era chico” debía “llevarlo al despacho de Balcarce”, en referencia a la Casa Rosada. Uberti relató una escena sobre esa cuestión, cuando vio más de veinte valijas en el departamento de Recoleta destinadas a viajar a Río Gallegos, a la casa ubicada en la calle 25 de Mayo donde Kirchner instaló "bóvedas que había comprado al Banco Hipotecario”.
Cuando comenzó a explicar que él se dedicaba a “recaudar coimas” que cobraba a empresas de los corredores viales, completó el circuito. Contó que el dinero tenía un destino fijo: Uruguay 1306, el departamento del barrio porteño de Recoleta propiedad de Néstor y Cristina Kirchner.
Clarín consignó que, según los registros de Centeno, sólo en cuatro años, Baratta realizó en esa propiedad 72 entregas por más de 60 millones de dólares. Hay más números: en un año, en 2009 se dejaron allí 34.952.600 dólares.
Esta logística fue confirmada por Uberti ante el fiscal Stornelli. “En alguna oportunidad fui al departamento de Uruguay y Juncal -después de un encuentro con (Gerardo) Ferreyraél entregó en dos o tres ocasiones más, bolsos de más de diez kilos con dinero, eso lo entregué en el departamento de Juncal”, contó.
La mención a “Ferreyra” también se verificó en otro tramo de la declaración, en la que Uberti dijo que el propio Julio De Vido -en 2006- “me encomendó coordinar con Ferreyra (dueño de Electroingeniería) que es- te me iba a entregar algo para llevar a la Quinta de Olivos, era mucha plata”, dijo, y agregó que le entregó una valija “que dijo que contenía 10 palos en euros”. “Esa valija la llevé a la Quinta de Olivos”, recordó Uberti.
También dio detalles sobre su relación con los Kirchner. “Si con Néstor trabajar era un suplicio, con Cristina era mucho peor”, rememoró, y dijo que el ex Presidente “siempre preguntaba si eran euros o dólares” lo que llevaba. “En una ocasión le llevé paquetes de pesos y euros y agarró a patadas el paquete de los pesos y los tiró de su despacho”, sostuvo.
Uberti se explayó sobre los envoltorios con dinero: “En una ocasión subí al departamento y había otras valijas en el palier y en su dormitorio muchas otras más”. Según dijo, en el departamento no había nadie en ese momento, pero "por referencias de Daniel Muñoz esas valijas con dinero las iba a llevar a Santa Cruz”. El ex secretario de Kirchner se permitió un chiste, según Uberti: “Muñoz me dijo ‘después de esto voy a poner un negocio de valijas’”.
Según Uberti, el dinero no se quedaba mucho tiempo en el departamento de la calle Uruguay. “Las valijas tenían por destino la casa de Néstor y Cristina Kirchner en Río Gallegos ubicada en la esquina de la calle 25 de Mayo”. Esta propiedad santacruceña fue vendida después de 2007 a Lázaro Báez. Desde entonces, nadie la habitó. El empresario K la custodió celosamente pero nunca vivió nadie allí. El año pasado, como parte de la investigación por la causa de la Ruta del Dinero K, esa casa fue allanada por el juez Sebastián Casanello. Estaba sin muebles, completamente vacía, y sólo llamó la atención un recoveco encontrado en un altillo.
El dinero era llevado a esa casa de 25 de Mayo y Maipú -según la declaración de Uberti- "porque era donde se encontraban bóvedas que ( Kirchner) había comprado al Banco Hipotecario".
¿Cómo se hacían los viajes? “Las valijas con el dinero las trasladaban en el Tango 01, las cargaban en el Aeropuerto Base Aérea Militar en Aeroparque y las descargaban en el aeropuerto de Río Gallegos”, indicó el ex funcionario. Fue entonces cuando contó que “los transportes de dinero se hacían al sur vía aérea en bolsos o valijas y se hacían a la luz del día y a la vista de los que estuvieran en el lugar”. “Esto es lo que yo vi”, aseguró Uberti. ■