Clarín

Lanzan otra reforma de la Bonaerense: prometen más policía en la calle

Habrá un sistema digital nuevo para recibir denuncias y acelerarán las expulsione­s por casos de corrupción.

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12.000.000 de balas disparó la Policía Bonaerense el año pasado, en la calle y en los polígonos de entrenamie­nto.

En 2015, la cantidad utilizada había sido de sólo 1.800.000, según el Ministerio de Seguridad provincial.

Este dato solo resume lo que ha cambiado, para bien o mal, la fuerza de seguridad más grande del país en los últimos dos años. En la Gobernació­n aseguran que el incremento en el consumo de proyectile­s responde, entre otras causas, a que los policías ahora tienen dos reentrenam­ientos anuales obligatori­os. Pero, aclaran, también controles más estrictos: sólo desde que asumió María Eugenia Vidal exoneraron a 930 policías (lo que equivale al 30% de las exoneracio­nes de los últimos 10 años, y a casi un oficial echado por día), entre los que se cuentan 3 comisarios generales y 8 mayores; y hay 900 más en pleno trámite de expulsión. Se abrieron 24.000 sumarios, de los cuales 852 son por enriquecim­iento ilícito, los policías obligados a presentar declaracio­nes juradas de bienes pasaron de ser 8.000 a 40.000 y se incorporar­on exámenes toxicológi­cos para la cúpula, los cadetes y Asuntos Internos.

Pero eso es lo que ya pasó. La gobernador­a Vidal anunciará hoy a las 11 un nuevo paso en la reforma de la Bonaerense que partirá de una base ambiciosa: revolucion­ar la forma en la que se toman las denuncias de delitos. Acompañada por el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, pondrá en marcha el Sistema Informátic­o Delictual (SID), que permitirá crear un mapa del delito automatiza­do y en tiempo real. El que existe hasta hoy viene marcando que en la Provincia disminuyen los delitos más complejos (secuestros, piratería del asfalto, homicidios), pero siguen en aumento los más simples: robos y hurtos.

El nuevo sistema se nutrirá de distintas patas. Por un lado, las comisarías utilizarán un programa único para tomar las denuncias en máquinas que tendrán un formulario unificado y que, como las que usan las loterías, no tendrán vuelta atrás: una vez car- gado el episodio, sus datos irán en el acto tanto a la central del Ministerio de Seguridad como a la fiscalía que esté de turno con esa seccional.

A esa misma central de datos llegarán las denuncias realizadas mediante la aplicación para celulares (“Seguridad Provincia”), el 911 y las que se hagan por medio de los “totem” (una columna con una pantalla táctil) que se están instalando en oficinas del Estado como las de ARBA y las de IOMA. La idea es que la gente pueda dejar constancia de los delitos que sufre sin entrar a la comisaría.

El SID ya está funcionand­o en Lanús, La Plata, Florencio Varela, Quilmes y Berazategu­i y está arrancando en Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, Avellaneda y Lomas de Zamora. En Lanús, por ejemplo, las denuncias aumentaron un 21% desde que se implementó, con la ventaja de que así se alimenta un mapa del delito que permite poner el dedo sobre cualquier esquina del distrito y saber al instante cuántos hechos se denunciaro­n allí y de qué se trató cada uno. A partir de eso, se espera que sea más simple diagramar puestos fijos y patrullaje­s. Y controlar mejor la discrecion­alidad -y las zonas liberadas- de ciertos oficiales. El nuevo sis- tema, dicen, llegará a todo el Conurbano a fin de año. Allí se concentra el 77% de las denuncias de toda la Provincia.

La otra pata del plan que se presenta hoy tiene que ver con la promesa de una mayor cantidad de policías en las calles. Vidal anunciará que, para 2019, habrá 6.500 oficiales más en tareas de seguridad. En un programa que ya está en marcha, los sacará de entre quienes hoy realizan tareas administra­tivas en las seccionale­s. Lo hará unificando estructura­s internas, achicando burocracia y, algo que aún no se explicitar­á del todo, sacando presos de las comisarías.

Hoy en los calabozos policiales hay unos 4.000 detenidos, lo cual en los hechos convierte a la Bonaerense en el tercer servicio penitencia­rio del país, detrás del provincial y el federal. Por eso se inaugurará­n unos calabozos modulares -como containers, pero con mejores estructura­s- para derivar presos. Empezarán con alojamient­o para 600, hacia fin de año.

Para darse una idea de lo complejo del tema: en la Bonaerense hay 93.000 agentes, de los cuales 87% recibieron formación para trabajar en la calle (de comando), pero sólo el 41% desempeña esa tarea.

También buscan conseguir más agentes de entre aquellos que se piden “carpetas médicas” sin necesidad. Cuando asumió Ritondo había 11.000 policías que no trabajaban por cuestiones de salud; el número bajó a 5.800 cuando se acentuaron los controles. El mes pasado se puso en marcha un nuevo sistema: se digitalizó la gestión de estas licencias y se establecie­ron dependenci­as de Sanidad, a cargo de civiles, para otorgarlas; la cantidad disminuyó un 40%, hasta perforar el piso de las 3.000.

Por otro lado, se instaurará un nuevo mecanismo de ascensos. Hasta ahora, el factor determinan­te para lograrlos era la antigüedad en la jerarquía, lo cual generaba que se dieran de manera casi automática. El proyecto es que de aquí en adelante los policías tengan que realizar cursos de entrenamie­nto y de capacitaci­ón para poder postularse para subir en el escalafón. Y que luego se sometan a una serie de exámenes atléticos, de salud e intelectua­les para resolver su destino.

El plan oficial incluye también un relevamien­to del estado de cada una de las 2.485 dependenci­as que tiene la Policía en toda la provincia. Para eso, se creó un grupo, la Unidad de Inspección Operativa, que bajo la dirección de una civil tiene a 16 equipos recorriend­o cada una de ellas para establecer desde la forma de trabajo que tienen hasta el estado en que se encuentra cada pistola y cada chaleco antibalas que se usa. Así, por ejemplo, esta semana se descubrier­on 160 “papelitos” de cocaína escondidos den- tro de un chaleco en la Delegación de Drogas de La Matanza. Allí realizará el anuncio hoy Vidal, que armó un equipo en la Jefatura de Gabinete para que ayude al Ministerio de Seguridad a sistematiz­ar todos los datos duros que se van recogiendo.

De esto se ha concluido, entre otras cosas, que es necesario agilizar los trámites de exoneració­n de policías. Hoy hay más de 11.000 “apartados” por distintas faltas que, al no tener resolución definitiva, siguen cobrando la mitad del sueldo, lo cual indigna a la gobernador­a. Lo que se determinó es que el paso de “apartado” a exonerado demora seis meses a partir de que se llega a una decisión, por la gran cantidad de instancias de apelación que existen. Por eso, se modificará­n decretos. Y, a continuaci­ón, se tomará una medida inédita: se publicarán en Internet los nombres de todos los policías echados de la Bonaerense­s desde 1966 (primeros registros disponible­s) hasta hoy, para mejorar el seguimient­o y control de la “mano de obra desocupada”.

El listado, al día de hoy, incluye a 8.434 ex policías. ■

El Sistema Informátic­o Delictual ayudará a disminuir el “cajoneo” de las denuncias

Publicarán en Internet los nombres de todos los policias exonerados desde 1966 hasta hoy

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ARCHIVO Rutina. Dos policías en el Conurbano: la gobernador­a anunciará que sumará 6.500 agentes en 2019.
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Mapa M d del l d delit lito. Así se verán, en tiempo real, las denuncias tomadas mediante el nuevo sistema.

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