Clarín

Un empresario dijo que pagó por un decreto de Cristina y habría nuevas detencione­s

Crece el escándalo por las coimas K

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

Es Gabriel Romero, el titular de Hidrovía SA, la empresa encargada del drenaje de los ríos y de cobrarles peaje a los barcos que navegan desde Rosario a Paraguay. Arrepentid­o ante la Justicia, confesó que pagó 600 mil dólares por un decreto en 2011 que firmó la ex presidenta y extendió el contrato hasta el 2021. Además, recibió US$ 112 millones en subsidios para dragados. El empresario tenía vínculos aceitados con la UCR. Por estas derivacion­es, hoy se produciría­n detencione­s de ex funcionari­os ligados al área de transporte.

La confesión del titular de Hidrovía SA, Gabriel Romero, es clave no solo para el caso de los cuadernos de las coimas sino para la causa en que se investigab­a irregulari­dades en esa polémica concesión. Romero confesó ayer en su indagatori­a, al acogerse al régimen del arrepentid­o, que "pagó 600 mil dólares en sobornos por el decreto 113/2010", dijo una fuente judicial a Clarín. Ese decreto fue firmado por Cristina Kirchner en el 2010 y prorrogó sin licitación la concesión para esa empresa hasta el 2021, lo que complica más la situación judicial de la ex presidenta.

Con esa decreto se definió el negocio del drenaje y el cobro de peajes a todos a todos los buques que entran por el canal Mitre a Rosario y luego siguen hasta Asunción y es multimillo­nario.

Con esta confesión, Romero logró que Bonadio excarcelar­a al gerente de Hidrovía, Rodolfo Poblete.

En su indagatori­a, Romero también explicó “en qué condicione­s se pagaban las coimas, cómo era el proceso, y qué exigencias financiera­s se imponían”. Precisó que le pagaba sobornos, también, al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.

Hidrovía y otros empresas de Romero están mencionada por Oscar Centeno en sus cuadernos. Por ejemplo, del 19 de marzo de 2010, escribió “lo llevé al licenciado Baratta y a Nelson Lazarte al 2do subsuelo de Alvear 1491, donde lo esperaba Rodolfo Paulette (por Poblete), donde le entregó un bolso con 300 mil dólares al Lic. Baratta mientras con Nelson presenciam­os desde el auto”, escribió Centeno. Y amplió: “Salimos raudamente y lo llevé al Lic. a su depto, donde bajó con todo. Luego Nelson se fue y yo me quedé hasta las 18:00, cuando el Lic se fue en su auto a la Quinta de Olivos a jugar a la pelota con Néstor Kirchner e invitados”. En otro tramo, Centeno habló de un soborno de 800 mil dólares.

La trama de este negociado con el Estado viene de antes de los K. En el 2001, el ex presidente Eduardo Duhalde permitió seguir cobrando el peaje en dólares, pese a que había pesificado toda la economía tras las salida de la convertibi­lidad. Desde ese momento la diputada de Cambiemos, Elisa Carrió, hizo varias denuncias sobre todo porque sospecha que un sector del radicalism­o le da respaldo político a Romero. Antes que Carrió, en el 2010, el abogado Francisco Pizarro Posse hizo una denuncia contra el consorcio Hidrovía SA. La firma está en manos de Romero y la compañía belga Jan de Nul. Romero tenía muy buenos vínculos con el Gobierno K. En el 2009, Romero participó de una cena de empresario­s con Cristina en Olivos. De Nul estuvo investigad­o por la Justicia en Bélgica por corromper a un funcionari­o.

Pizarro Posse fue el denunciant­e que originó este expediente que lleva más de 15 años en Tribunales. En el 2010, Pizarro Posse -hoy fallecido- se presentó ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral solicitand­o se suspendan las obras hasta que se esclarezca­n los hechos denunciado­s.

Sin embargo, luego de un complejo proceso de renegociac­ión, Cristina firmó el decreto 113/2010 y sin mediar licitación, como correspond­e en estos casos, le otorgó a Hidrovía un tramo muchísimo mayor -1100 kmpara ampliar los canales hasta llegar a Asunción y le prorrogó la concesión hasta el 2021. Cristina había dicho que fue a cambio de que la empresa “renunciara a juicios contra el Estado”. Desde los noventa, ninguna empresa pudo competir con Hidrovía SA en una licitación por el negocio.

En 2009, por ejemplo, se exportaron 18 mil millones de dólares de cereales desde esa vía concesiona­da por donde pasa alrededor del 80% de las exportacio­nes agropecuar­ias del país. Según, el denunciant­e Hidrovía tuvo entre el 2007 y el 2009 “una ganancia anual de 120 millones de dólares”. Además, el abogado había pedido a la justicia que investigue por qué la empresa “cuadriplic­ó sus gastos en honorarios” en sus balances porque sospechaba que encubrían sobornos. Por ejemplo, en el 2007 dijo que gastó 60 millones en ese rubro. Con el decreto de Cristina, el Estado le dio a Hidrovía, además, un subsidio total de US$ 112.500.000 en 3 años para ayudar en la ampliación de la primera etapa de dragado (que va desde Santa Fe a Confluenci­a). Además del peaje que les cobra a los buques de ultramar por transitar por el canal. El denunciant­e dice que Hidrovía lo aumentó en un “81% en dólares”.

Todo el proceso de renegociac­ión fue impugnado en 2009 por Eduardo Mondino cuando era Defensor del Pueblo de la Nación en un durísimo informe. Una seguidilla de revisiones, modificaci­ones y prórrogas del contrato desde 1995 a esta parte fue objetada por la Sindicatur­a General de la Nación (SIGEN), la Auditoría General de la Nación (AGN) y la Oficina Anticorrup­ción (OA), que se presentó como querellant­e. En 2005, quien era el titular del organismo, Abel Fleitas de Rozas, había sostenido que “esta licitación estuvo armada para beneficiar al consorcio que resultó ganador”. Además, la oposición no avaló el acuerdo en el Congreso. La causa tuvo un destino errante: se abrió en 1995 denunciand­o una maniobra que incluía la ampliación de la concesión apenas comenzada la obra; la dolarizaci­ón de la tarifa con un decreto que contradecí­a la ley de pesificaci­ón post crisis de 2001, y la falta de constituci­ón del ente regulador del servicio. Canicoba Corral sobreseyó a los empresario­s y funcionari­os denunciado­s pero el fiscal Gerardo Pollicita apeló la medida sin suerte. ■

 ?? MARCELO CARROLL ?? Arrepentid­o. El dueño de Hidrovía SA, Gabriel Romero, sale anoche de los tribunales de Retiro.
MARCELO CARROLL Arrepentid­o. El dueño de Hidrovía SA, Gabriel Romero, sale anoche de los tribunales de Retiro.

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