Rocca: “Techint no participó del club de la obra pública”
“No fuimos partícipes ni cómplices”, dijo el presidente del grupo al referirse a la mención en los cuadernos.
De las presencias en la jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que se realizó ayer en el Sheraton, la de Paolo Rocca era la más esperada. El CEO y presidente de Techint, uno de los líderes globales en el negocio del acero, llegó con casi todos los altos ejecutivos de sus empresas. Y se sentó en una de las mesas más cercanas al estrado. La jornada llevó por título “Desarrollo e Inversiones, la mirada empresaria”. Pero la oportuna pregunta del periodista Carlos Pagni, que moderó el panel, disparó su primera definición acerca del rol de Techint, mencionada en el cuaderno de las coimas.
• “Techint no participó en el club de obra pública, de ninguna manera. A largo de los últimos 12 años, Techint, que es la compañía con mayor potencial de ingeniería, logró el 1% de toda la inversión gestionada por el Minis- terio de Planificación y controlada por el Estado. Estuvimos afuera porque no había condiciones para poder participar. De lo poco que hicimos está el montaje de Atucha en 2005 porque éramos la única compañía con la capacidad de hacerlo. Y el gasoducto del Noreste: ganamos la obra tres veces, nos descalificaron tres veces, y al final pudimos participar con una presentación judicial.
• “Si ustedes miran la evolución, fuimos obligados a expandirnos hacia el mundo con inversiones en EE.UU, en Brasil, en México, porque para las inversiones en Argentina el contexto no daba para grandes proyectos”. • “Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien, pero no fuimos ni cómplices ni partícipes”.
• “Hace 10 años operábamos la mayor siderúrgica de Venezuela, que había llegado bajo nuestro control a producir 4,5 millones de toneladas de acero; la mayor empresa siderúrgica de América latina. A partir de 2007 el hostigamiento del gobierno de Chávez fue cada vez más fuerte, hasta que decidió la nacionalización de Sidor en abril de 2008”.
• “La nacionalización de una empresa de más de 10.000 personas en Gua-
yana fue muy complejo, con amenazas, mucha violencia, desplazamiento de nuestra gente. Teníamos más de 280 personas nuestras allí, más 700 ingenieros jóvenes venezolanos. Todos estaban bajo una presión muy fuerte. Y la retirada ordenada que tuvimos que hacer entre abril y diciembre de 2008 fue muy complicada. Tuvimos que hacer frente a un pedido de militarización de la empresa y a restricciones para la expatriación de toda nuestra gente en Venezuela”.
• “En esta circunstancia, por lo que entiendo, Luis Betnaza accedió a una exigencia del Gobierno de aquel entonces en un apoyo supuestamente para el compromiso que conllevaba a toda la gente del Ministerio en ese momento. Esto terminó mucho antes de la negociación final de la compensación de Sidor. Al final en mayo de 2009 se llegó a un acuerdo respecto de la compensación del Gobierno de Venezuela por Sidor”.
• “Inicialmente, el gobierno de Chávez tenía que comprar el 50% de nuestra participación, unos US$ 1.650 millones sobre un valor total de la compañía de US$ 3.200 millones, muy por debajo de lo que habría sido un valor de reposición. Al final compró el 60%, toda nuestra participación”.
• “Nos expulsó de la empresa con una compensación de US$ 1.970 millones. Y expropió tres empresas y un campo petrolífero en Maracaibo, que aún no han sido pagados. El pago de la compensación por Sidor se hizo en los años sucesivos”.
• “Para nosotros ha sido un trauma enorme, porque era parte del crecimiento global de la empresa. Nosotros en aquel momento actuamos para defender a nuestra gente”. ■
Había 280 personas nuestras allá, más 700 ingenieros jóvenes venezolanos. Había mucha violencia”.
Hubo militarización de la empresa y restricciones para la repatriación de toda nuestra gente”.
En esa circunstancia, Luis Betnaza accedió a una exigencia del Gobierno de aquel entonces”.