El peor regalo de cumpleaños para un emblema del tenis
Si se trató de un homenaje, fue poco feliz. La ITF decidió acabar con la Copa Davis tal como la conocimos, a ho- ras del cumpleaños de uno de sus mitos vivientes. Nadie jugó más series representando a la Argentina (29). Nadie jugó tantas temporadas (14) defendiendo esos colores. Ninguno ganó más partidos entre singles y dobles (57) que Guillermo Vilas, ese hombre que cumple hoy 66 años y que, cuando repasa su carrera, disfruta tanto de sus títulos en París, Nueva York y Melbourne como lamenta no haber arrimado la Ensaladera a estas costas.
Que la Davis necesitaba un cambio está fuera de toda discusión. El faltazo casi sistemático de las figuras ha- cía cada vez más difícil comercializarla, mientras el sistema de juego, el mismo que permitió asistir a tantas hazañas, conspiraba contra calendarios y preparaciones.
Faltó imaginación para hacerle frente a semejante montaña de dinero. ¿Una única superficie que facilite la adaptación y mejore la asistencia? ¿Incluirla en el ranking? Asistimos a un momento de la historia del espectáculo deportivo en el que las demandas de las grandes audiencias deben ser satisfechas. La NBA llevó equipos a China, el béisbol también desembarcó en Asia, la Liga española mudará un partido a Miami. La Supercopa europea llevó su final a Estonia, a un estadio de 13 mil lugares. Facebook transmitirá la Premier.
Dirán dirigentes y tenistas que es fácil meterse con el dinero ajeno. Tres mil millones de dólares suenan irresistibles. Quedémonos entonces con la paliza de Vilas a McEnroe en el 83, con haber visto a Borg, Agassi y Lendl por obra y gracia de la bendita Ensaladera. Con Zagreb.
Que las audiencias disfruten. Y que, con tanto dinero, las dirigencias fabriquen campeones que nos enorgullezcan como aquéllos. ■