Por la inflación, las ventas en los autoservicios cayeron 7,8%
Se venden menos productos de limpieza y cuidado personal. También alimentos. Es por la caída del salario.
Atadas a una inflación que promedió 3,1% en julio según datos oficiales, las ventas en los autoservicios y comercios minoristas se desplomaron 7,8% en la comparación interanual. Así lo dicen las cifras que releva la consultora Scanntech.
El fuerte retroceso del consumo masivo se explica, esencialmente “por el aceleramiento en los precios, ya que -el mes pasado- evidenciaron una variación del orden de 29,8% anual dejando el acumulado de 2018 en 21,9%”, señala Gustavo Mallo, analista de la consultora.
Por otra parte, según la misma fuente, “en julio, respecto de junio, todas las categorías perdieron volúme- nes de consumo, inclusive aquellas que venían sorteando el contexto recesivo como las bebidas con alcohol, los congelados, los productos frescos y de copetín”, dice el analista. En la variación acumulada de este año, versus el mimo lapso del 2017, las caídas más fuertes se dieron en productos de limpieza (6,4%) y de cuidado personal (5,1%). En tanto, los alimentos cayeron 3% y las bebidas 0,7%.
En este contexto, la recuperación del consumo masivo sigue siendo una asignatura pendiente, no ya de este año, sino de cara a 2019 según las estimaciones privadas.
Así, según una proyección que elaboraron en conjunto, las consultoras Kantar Worldpanel y Ecolatina, el cierre de año proyectado que era de 0,7% en marzo, pasó a una baja de 0,5% en mayo, y ya se proyecta el cierre de año en una caída de 1,2%, es decir, 0,7 puntos menos que hace tres meses.
“La proyección del año se ve afectada principalmente por la caída del salario en términos reales –crecen debajo de la inflación-, y su fuerte impacto en la base de la pirámide. En los últimos cinco años en Argentina, siempre que el salario perdió poder de compra, el consumo masivo se vio inmediatamente afectado”, señala Federico Filipponi al analizar los resultados del primer y segundo trimestre del año, y los cambios en las expectativas macroeconómicas. Y agrega: “Pensemos en un hogar de nivel bajo inferior –el nivel más bajo, 17% de los hogares argentinos- que destina el 57% de su ingreso a consumo masivo, si sus ingresos crecen debajo de la inflación, su único camino es consumir menos productos básicos”.
Según el economista, Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Ecolatina, “la proyección empeoró por el significativo deterioro del contexto macroeconómico: al salto cambiario y de las tasas de interés, le siguió la aceleración de la inflación y el ingreso a una recesión que va a durar por lo menos hasta comienzos de 2019. En términos de poder adquisitivo, la reapertura de paritarias evita un escenario de fuerte caída del salario real en el sector privado formal, pero no en el sector público. Por último, las perspectivas de creación de empleo son magras y empeoraron”. ■