Sin Tevez y con un rato de Wanchope, el ataque de Boca no funcionó nunca
El DT eligió fortalecer el medio. Las escasas chances de gol y el cero en el arco de enfrente sintetizan la apuesta.
En la previa, la decisión de Guillermo de incluir a Mauro Zárate como 9 generó sorpresa. La salida de Ramón Ábila, quien venía convirtiendo desde que es titular, se explicó desde la búsqueda de más movilidad en ataque. Pero no resultó. Y Boca no sólo generó poco, sino que el ex Vélez tampoco pudo lucirse y terminó el encuentro casi sin patear al arco.
Hasta acá, el DT había probado con Ábila y Carlos Tevez (ante Talleres tuvo más entusiasmo que juego y hasta erró un penal) en el corazón del área rival. Pero no dio frutos. Y con la intención de sumarle juego al equipo con Edwin Cardona -de flojo partidoprescindió de su faro de ataque, que hubiese servido para luchar contra los centrales de Estudiantes. Algo más: Barros Schelotto intentó sumar a Nandez para reforzar el medio, creyendo que la batalla por la pelota se daría allí. Pero el uruguayo siguió como cuando regresó del Mundial: a destiempo, sin resolución ofensiva y con poca cooperación en la marca.
La producción ofensiva de Boca, quizá el rasgo más destacado de este puntero que parecía eterno, fue casi nula. Algún desborde de Cristian Pavón, un remate cruzado de Sebastián Villa y poco más. Y en ese contexto, pese a que Ábila jugó cerca de media hora, tampoco se lo abasteció. El problema siempre estuvo en la creación. ¿El Apache hubiese sido una solución? En tan poco espacio y con sus últimas presentaciones, la respuesta se inclina más por la negativa.
Entonces en el banco esperó Tevez, a quien la pronta lesión de Carlos Izquierdoz le achicó el margen de posibilidades de ingresar. Con un cambio menos, Guillermo buscó darle velocidad al equipo con Villa (entró por Nandez) y, ya en desventaja, puso a Ábila. No salió nada de lo imaginado.
“Hubiese sido difícil para cualquier nueve. Cuando Wanchope entró tampoco tuvo chances. No supimos cómo romper esa barrera que armaron”, expuso Zárate. Y agregó: "Mucho tiempo jugué de nueve o
La pelota parada era en lo que teníamos que estar más atentos y fallamos. No jugamos nada bien”. Pablo Pérez
No es excusa. Ellos jugaron un partido inteligente y supieron jugar cuando se pusieron en ventaja”. Mauro Zárate
atrás del nueve. Si hubiese hecho el gol en el centro de Pavón no me harían esa pregunta. No tuvo que ver con la posición sino con que no tuvimos un buen partido”. Clarito.
Con Darío Benedetto todavía afuera (apuntará al partido de vuelta ante a Libertad), Ábila se había consoli- dado: 10 goles en 19 partidos. Pero para este juego, el Mellizo adelantó que iba a necesitar de otro tipo de juego y no de un ataque fijo como el que acostumbra Wanchope. Su ingreso le dio la razón en eso: Boca no generó siquiera oportunidades para que el 9 de turno las desperdiciara. ■