En un hospital público de Rosario, el 80% de los partos naturales se hace en el agua
Es en el Roque Sáenz Peña, donde en un año hubo más de 2.000 nacimientos. Con la técnica reemplazan el uso de fármacos contra el dolor. Disminuyeron las cesáreas.
Rosario cuenta desde hace un año con una experiencia de maternidad pública única en el país. Se trata de un departamento específico dentro de un hospital pensado y diseñado para garantizar “partos respetados”, en los cuales se privilegia la voluntad de la mujer que va a dar a luz y se consideran sus tiempos fisiológicos personales. Durante el primer año se registraron más de dos mil nacimien- tos, la mayoría de ellos en el agua y con un marcado descenso del uso de fármacos contra el dolor.
El Área de Atención de la Mujer del hospital Roque Sáenz Peña, en la zona sur de Rosario, se inauguró en julio del año pasado. Los resultados son “tan buenos y contundentes” que desde la Secretaría de Salud municipal analizan, en el mediano y largo plazo, llevar esta política pública a otros centros de salud de la ciudad. Maternidades de otras provincias han hecho consultas sobre esta experiencia para emular esta estrategia de inter- vención.
Los profesionales que trabajan en esta maternidad buscan disminuir la cantidad de cesáreas y fortalecer el apego inmediato entre la madre y el recién nacido con contacto “piel con piel”. Ese método, conocido como Copap, se utiliza incluso en el caso de las cesáreas, si la madre está en condiciones y lo aprueba. Se trata de un recurso clave porque se ha comprobado que regula la respiración de los niños, los estabiliza hemodinámicamente, muestran mejor adaptación a la lactancia y hasta protege su de- sarrollo cerebral.
Es uno más de los métodos utilizados como parte del nuevo paradigma de los partos respetados en el Roque Sáenz Peña. En el primer año ya se ven resultados que entusiasman.
El 74% de los 2.140 nacimientos fue a través de partos naturales. El porcentaje de cesáreas está muy por debajo a los registrados en clínicas privadas del país, que en muchos casos supera el 60%.
En el 80% de los alumbramientos naturales se utilizó agua en algún momento para paliar los dolores. “El uso del agua reemplaza los fármacos contra el dolor. Antes, en el 80% de los casos se usaba la anestesia peridural, ahora sólo en el 30%”, explicó Matías Vidal, director del hospital.
Se registraron además muy pocos ingresos al área de neonatología y ningún bebé nació con estrés respiratorio, frecuentes en partos prematuros. “En este lugar la madre, el bebé y su familia son los protagonistas y los equipos acompañan y cuidan”, detalló orgulloso Leonardo Caruana, secretario de salud municipal, en diálogo con Clarín.
Los números, agregó el funcionario, “superaron todas las expectativas previas”. “Demostramos que es posible avanzar en cambios respecto a las formas de asistir y cuidar a la mamá en el parto. Estamos hablando de un cambio cultural que va a penetrar en toda la salud de la ciudad, tanto pública como privada”, subrayó. Su conclusión es que cuando los equipos y la tecnología no se ponen por encima de la madre y del bebe “todos los indicadores mejoran”.
El apoyo de un ser querido en el quirófano -el 90% de los partos por cesárea contó con un acompañante en la cirugía- y el contacto garantizado entre la madre y el bebé antes de cortar el cordón umbilical -se respetó en un 98% de los casos- son otras de las variantes que ponen a la vanguardia a esta maternidad.
La intención, cuentan médicos y enfermeras del hospital, es correrse del lugar protagónico que tienen tradicionalmente, al momento de un parto, los profesionales de la salud. Ahora son las madres, sus bebés y los acompañantes los que se convierten
Antes, en el 80% de las pacientes se usaba la anestesia peridural, ahora sólo en el 30%.
en el centro. “Ellos son los que tienen que sentirse cómodos”, explican.
Entre las herramientas que ayudan al parto están las telas colgadas del techo, pelotas, colchonetas, bancos o camas que adoptan diferentes posiciones para técnicas de parto más cómodas, y bañeras para relajar a las mujeres. “A esto nos referimos cuando hablamos de cambio de paradigma”, agregó Caruana.
El hospital cuenta con cuatro salas de Trabajo y Recuperación con equipamiento de avanzada, climatizadas, musicalizadas e iluminadas para no incomodar a las madres y sus bebés.
El Roque Sáenz Peña es uno de los hospitales públicos más grandes de Rosario. Está considerado de segunda complejidad. Se registran 200 partos mensuales. Atiende en su guardia 220 personas y entre 300 y 400 pacientes pasan por sus consultorios por día.