Orientan a los ingenieros venezolanos para que se inserten en el mercado local
El Gobierno y empresas organizan una jornada con ofertas laborales para ellos en todo el país. Será hoy a la tarde.
Tremenda ilusión es la que siente José Jesús Navas, ingeniero venezolana (41) residente en Argentina hace un año y medio. Es que este hombre de la localidad de Anzoátegui, casado y con un hijo, asistirá a la Jornada de Orientación para Ingenieros Venezolanos que se hará esta tarde, a las 17, en la Dirección Nacional de Migraciones. En la ponencia, organizada en conjunto con el Centro Argentino de Ingenieros, y con la presencia de empresas provinciales, se buscará “crear sensibilidad para con profesionales extranjeros”, acercando ofertas laborales y buenas condiciones de vida en distintos lugares del interior del país, buscando desconcentrar la población migrante calificada que se asienta en Capital y cercanías.
Según datos provistos por la UTN, la Argentina logra sacar sólo un nuevo ingeniero cada 6.300 habitantes por año. Países desarrollados como China titulan a uno cada 2.000 y Alemania uno cada 2.300. Este dato sumado a que en los dos últimos años de los 44.000 inmigrantes venezolanos que llegaron a la Argentina, 4.000 son ingenieros, contribuyó a que se acelerara esta Jornada Orientativa con el objetivo de “recopilar información sobre las provincias donde se detecte la necesidad de mano de obra calificada, en este caso ingenieros”.
“Es un paso inicial, pero no hay nada concreto en torno a la posibilidad real de conseguir un trabajo. No queremos alentar falsas expectativas a nuestros compatriotas, aunque sí se trata de un primer paso”, advierte Douglaska Carrasquero, miembro de la ONG Ingenieros Venezolanos en Argentina, que hace saber que “el auditorio de la Dirección de Migraciones sólo permitirá el ingreso de unos 120 ingenieros y sabemos que en la Argentina somos miles”.
“Trabajé en un supermercado chi- co de lunes a lunes, doce horas por días, por 7.000 pesos. Y luego en una empresa de limpieza, de lunes a sábados”, describe José Jesús Navas, ingeniero de petróleo, que renunció a un puesto de gerente hace dos años, cuando por cuestiones políticas, sociales y de seguridad abandonó “la imposible Venezuela”, califica.
Rómulo Parra, ingeniero mecánico, abandonó la ciudad de Trujillo hace tres meses “debido a la insostenible situación que impone el gobierno de Maduro”. Vino con su mujer y sus dos hijos, viven en un ambiente en Mataderos y Parra trabaja en un Hoy, a las 17, en el Auditorio Fabián Benedetti, de la Dirección Nacional de Migraciones, se desarrollará la Primera Jornada de Orientación para migrantes venezolanos en la Argentina, actividad dirigida sólo a ingenieros desempleados. El encuentro contará con una introducción, en la que tomará la palabra Horacio José García, Director Nacional de Migraciones y, luego, Horacio Cristiani, presidente del Centro Argentino de Ingenieros, que se referirá a “las oportunidades de la ingeniería en nuestro país”. También se brindará información y lugares donde existe demanda de mano de obra, dando a conocer zonas y provincias necesitadas de gente calificada, como así también medidas facilitadoras para extranjeros, residencia, reválida de títulos.
lavadero de autos doce horas por día. “No iré a trabajar mañana (por hoy) porque soy optimista de que este puede ser el puntapié inicial de una gran oportunidad. Sólo esperamos la sensibilidad de las empresas del interior para que entiendan que somos profesionales dispuestos a viajar adonde sea para hacer lo que amamos”.
Tanto Navas como Parra coinciden en la necesidad de la “ayuda de Migraciones” para acelerar los trámites para conseguir el documento, que demoran entre cinco y seis meses, “lo que disuade a las empresas a la hora de contratar personal venezolano”.
“Llegamos con una mano atrás y otra adelante, pero ahora confiamos más en poder trabajar como ingeniero, porque provincias como Mendoza, Neuquén o Chubut necesitan profesionales y en esas zonas, no hay especialistas argentinos”, concluyen. ■