Clarín

Juzgan a un policía de la Bonaerense por asesinar a dos colegas de la Federal

La pelea comenzó por el arreglo de un auto tras un choque. Tuvieron discusione­s durante dos años, hasta que todo se resolvió a los tiros. “Este tipo tenía placer por hacer daño: no conocíamos ese nivel de maldad”, dicen los familiares de las víctimas.

- Luis Moranelli lmoranelli@clarin.com

Aturdidas por el dolor, en medio de un fin de semana que duró años, Carol Ledesma (38) y Alejandra Orellana (42) se enfrentaro­n al video que nunca olvidarán. Dos años después, aunque prefieran no volver a verlas, las imágenes las atacan sin pedir permiso. Cuadro tras cuadro repiten la secuencia en la que el policía bonaerense Marcos Daniel Fernández (46) asesina a balazos a sus maridos, Carlos Andrés Oxance (39) y Juan Carlos González (42), ambos agentes de la Federal. Fue el final de una insólita pelea que se inició por un farol roto. Hoy comienza el juicio contra el autor de los homicidios.

La trágica historia se remonta a julio de 2014. Yanina Ascoli, cuñada del policía González, cruzaba con su Renault 9 por la esquina de Ampato y Venezuela, en Isidro Casanova, cuando sintió un fuerte golpe en la parte trasera del auto. Mientras trataba de entender qué había pasado vio que se le acercaba un hombre, insultando a los gritos.

Era el también policía Fernández, quien ese momento trabajaba en la comisaría de Don Bosco. “Había pasado el semáforo en rojo y no tenía seguro. Sólo se le rompió el farol de uno de los giros. Yo estaba asustada porque era la primera vez que chocaba y llamé a mi marido. Cuando él llegó al lugar, le dijo que le pagaba el arreglo, aunque él había tenido la culpa”, le cuenta Yanina a Clarín.

Tres meses después, Fernández reapareció en el lubricentr­o de la familia González. Lo encaró al esposo de Yanina, que se llama Gastón, y le reclamó su deuda. Gastón recuerda bien ese momento. “Mi hermano, que es policía, estaba trabajando con una camioneta en la puerta y escuchó que este tipo empezaba a gritar. Lo echó del negocio. 'Vos no sabés con quién te metiste', le dijo antes de irse”, le explica a Clarín.

Fue el primer encuentro entre el autor del crimen y quien sería una de sus víctimas. No sería el último. En enero de 2015, el cabo González -que trabajaba en la División de Drogas Peligrosas de la Federal- fue a buscar a su esposa al centro de Casanova. Mientras esperaba dentro de su camioneta, Fernández comenzó a golpearle la ventanilla. Estaba acompañado por su hijo, de 16 años. “Sacó el arma y amagó con tirar. Estaba lleno de gente. Empezaron los gritos y este tipo se fue”, cuenta Alejandra, sentada a metros del lugar donde cayó muerto su esposo.

Más allá de algún cruce circunstan­cial, la familia del policía González no volvió a tener noticias de Fernández hasta el 10 de septiembre de 2016. Entonces, Gastón, su mujer y su hijo de 3 años fueron hasta una ferretería del barrio. Mientras esperaban a que los atendieran, entró Fernández. “Vengo a buscar a un gil que se hace el lindo por el hermano”, gritó. “Salí del local con el nene para cerrar el auto. Él salió atrás mío y me empujó contra la vidriera. El hijo se me vino

encima. nández sacó En el el medio arma. del Lo tuvieron forcejeo, Fer- que frenar los otros clientes porque me mataba a mí y al que se le cruzara”, explica.

El policía Fernández terminó en la comisaría de Casanova y ese mismo

día quedó en libertad. Fuentes del caso confirmaro­n a Clarín que le abrieron un sumario en la Bonaerense y que le retiraron el arma reglamenta­ria, aunque finalmente se la restitu

yeron. “Yo sabía cómo iba a terminar todo. Este tipo tenía placer por hacer daño: no conocíamos ese nivel de maldad. Fui a la Fiscalía para ver qué iban a hacer y me contestaro­n: 'Esto no es un kiosquito, estamos haciendo lo que podemos'. Eso fue cuatro días antes del hecho”, recuerda hoy Gastón.

“El hecho”. Esas son las palabras que elige para hablar del crimen de su hermano y de Carlos Oxance, quien cumplía funciones de custodia en la Policía Federal. Ambos se habían criado juntos en el barrio y terminaron siendo compañeros en la Fuerza. Compartían cenas, cumpleaños y hasta vacaciones.

Los familiares de ambos están convencido­s de que el policía Fernández sabía que eran amigos y que por eso en la noche del 20 de octubre de 2016 fue hasta la panadería del oficial Oxance, en Avenida Cristianía al 1800. “Lo utilizó a él para que llamara a su amigo Juan Carlos”, afirma Carol, madre de cuatro hijos.

Lo que pasó desde que Fernández entró al local de Oxance hasta que disparó contra los policías quedó registrado por una cámara de seguridad ubicada en la esquina. Las imágenes muestran que el policía Bonaerense desenfundó su arma y comenzó a disparar. Primero le tiró a Oxance, que estaba armado porque tenía que irse a trabajar. Fueron dos balazos. Después atacó a González, que estaba desarmado. Luego volvió sobre Oxance, lo remató de un tiro en

la cabeza, le sacó la pistola y vació su cargador contra una camioneta.

Juan, hijo de González, fue testigo del doble homicidio. Al escuchar los tiros se subió al auto de su papá y fue hasta su casa. “Mamá, mamá, le pegaron unos tiros a papá”, le dijo a Alejandra. Cuando llegó el asesino todavía estaba ahí. “Se quedó en el lugar y dijo que lo habían querido matar. Intentó simular un enfrentami­ento”,

señalaron fuentes de la investigac­ión, que quedó a cargo del fiscal Jorge Yametti.

A Carol la llamó un empleado, cerca de las 21.45. “Me dijo que habían querido robar la panadería y me preguntó si sabía algo. Directamen­te le corté y me vine para el local”, cuenta.

Hoy, en el inicio del juicio, Carol y Alejandra estarán frente al autor de los homicidios. Sus abogados pedirán que Fernández -hoy exonerado de la Bonaerense- sea condenado a perpetua. Su hijo, que está con prisión domiciliar­ia, será juzgado por un tribunal de menores, ya que en el momento del doble crimen tenía 17 años. “Nada de lo que pase en el juicio nos va a devolver nuestra vida. Él

ya nos condenó”, concluye Carol. ■

 ?? DIEGO DÍAZ ?? Reclamo. Alejandra Orellana (42) y Carol Ledesma (38), en la esquina de Isidro Casanova donde mataron a sus maridos. Piden justicia.
DIEGO DÍAZ Reclamo. Alejandra Orellana (42) y Carol Ledesma (38), en la esquina de Isidro Casanova donde mataron a sus maridos. Piden justicia.
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Final. Los dos agentes quedaron tendidos a metros de la panadería.
 ??  ?? Víctimas. Juan Carlos González (42) y Carlos Andrés Oxance (39).
Víctimas. Juan Carlos González (42) y Carlos Andrés Oxance (39).

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