Ovación en el Luna Park
Empezó a cantar tangos a los 8. Participó en un certamen para aficionados, donde le ofrecieron actuar en la final del martes.
Surgió de “Micrófono Abierto”, una de las novedades del Festival de Tango, para los aficionados. Y se dio el gusto de cantar dos temas en las finales. Con apenas 13 años, viene de Pigüé.
Valentina Etchebest tenía 8 años cuando en el auto familiar, durante un viaje de vacaciones, sonó la voz de Cacho Castaña. Una frase que se repetía, “Garganta con arena”, y un nombre, “Polaco Goyeneche”, le llamaron la atención. Cuando llegaron a destino ya se había aprendido la letra. Y su mamá, Adriana, la ayudó a completar la historia con videos de Youtube. Anteayer, a los 13, Valentina se llevó una ovación en el Luna Park repleto para la final del Mundial de Tango Pista. El 2x4 se metió casi de casualidad en su vida y en la de su familia. Y parece que no se irá.
“Estuvo muy bueno. Yo le había dicho a mi mamá que mi sueño era cantar ahí, pero no pensé que se fuera a cumplir tan rápido”, le dice Valentina a Clarín, yagrega: “Desde el escenario veía las primeras filas, pero cuando se prendía la luz me daba cuenta de que estaba lleno. Igual, estaba bastante tranquila”.
La voz de Valentina sonó firme, sin nervios. Parecía que había actuado toda la vida junto a los guitarristas Tony Gallo y Horacio Barzola. Apenas los conoció el sábado anterior, en el marco de “Micrófono abierto”, en el Centro Cultural Resurgimiento.
La actividad fue una de las novedades del festival este año. Muchos aficionados, como Valentina, cumplieron el sueño de cantar en el escena- rio con músicos profesionales.
Cuenta Adriana, la mamá: “Fue ella la que vio lo de Micrófono abierto. Mandó un mail para preguntar si podía participar y le dijeron que sí. Así que vinimos por el fin de semana y le propusieron cantar en el Luna Park”.
Los mismos dos tangos que interpretó el sábado fueron los que cantó en el Luna: “Sin palabras”, de Discépolo y Mores, y luego “Y todavía te quiero”, que se hizo popular en la voz de Libertad Lamarque.
Valentina estudia canto en Pigüé, donde vive con su mamá, su papá Horacio y su hermano mayor, que tam- bién se llama Horacio. La familia no tenía raíces tangueras, fue ella la que los introdujo en el 2x4.
Su mamá recuerda que, al mes de aquella primera experiencia de “Garganta con arena”, Valentina ya se había aprendido ocho tangos. Y en 2016 se subió al escenario para interpretar, junto a Cacho Castaña, el tema que evoca al Polaco Goyeneche.
“Quiero seguir cantando tango, que me vaya bien con esto”, dice Valentina, que está en 2° año del Secundario. Suena tranquila, como en la noche del martes, cuando puso de pie al Luna Park repleto. ■