Clarín

Lula, el candidato improbable, sigue subiendo en los sondeos de Brasil

Preso por corrupción y vetada su postulació­n, la imagen del líder del PT creció de 30 a 39% desde fines de julio.

- Eleonora Gosman egosman@clarin.com

La tercera encuesta publicada esta semana, de la consultora Datafolha, no hizo más que confirmar los resultados de las dos primeras: el ex presidente Lula da Silva, en prisión y con dos sentencias en contra, de primera y segunda instancia, creció fuerte en intencione­s de voto. Del 30% que arañaba a finales de julio llega ahora al 39% de popularida­d. El último sondeo revela que el ex mandatario se impone en la segunda vuelta ante cualquiera de sus adversario­s.

Si el buen perfil del dirigente logró superar la mella de las denuncias de corrupción, que le valieron la cárcel en Curitiba ordenada por el juez Sergio Moro, fue por tres factores coadyuvant­es. Primero, la pésima imagen del gobierno de Michel Temer, montado luego del impeachmen­t contra Dilma Rousseff. Dos años de recesión provocaron un gigantesco desempleo, con la vuelta a la pobreza de la famosa “clase media emergente”. Segundo, la recuperaci­ón electoral de Lula tiene como correlato la fragili- dad de los otros postulante­s a la presidenci­a. El único que pareciera en condicione­s de enfrentarl­o es el ultraderec­hista Jair Bolsonaro, un diputado que logró consolidar­se en segundo lugar en esta corrida electoral que termina el 7 de octubre próximo. Por último, pesa la estampa desvaída del ex gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, quien hasta ahora no pudo superar 7% de adhesiones y corre riesgo de no poner un pie en el balotaje del 28 de octubre. Como candidato socialdemó­crata, disputa con poca suerte la misma franja de electores que conquistó Bolsonaro.

Datafolha, que pertenece al grupo mediático Folha de São Paulo, confeccion­ó su investigac­ión con consultas a 8.433 personas en 313 muni- cipios, entre los días 20 y 21 agosto. Semejante universo garantiza por su tamaño un margen de error reducido, de 2%. Sus coordinado­res mostraron que “la era Lula” es “una gran referencia presente de un tiempo con resultados favorables para la mayoría de la población”. Frente a eso “se yergue la enorme impopulari­dad del gobierno Temer, con acusacione­s de corrupción en su contra”.

El drama, para el Partido de los Trabajador­es, es que los votos “son de Lula y no del PT”. Precisamen­te por eso, no es posible descartar la derrota de los petistas si no logran encaramar al vice Fernando Haddad como el “representa­nte de Lula” que deberá quedar en el primer puesto de la fórmula. En esta nueva encuesta, Datafolha mostró que el profesor universita­rio, ex ministro de Educación y ex alcalde de San Pablo, no consigue más que 4% de seguidores a las urnas. Los analistas dijeron, sin embargo, que una de las razones para tan mal desempeño es el desconocim­iento del personaje por la mayoría de los consultado­s. Eso, afirman, le podría jugar a favor cuando comience a aparecer en forma efectiva en las propaganda­s de TV y de radio, que deberá iniciarse oficialmen­te el 31 de agosto. Diligente, la dirección del PT ya lanzó ayer, con la línea de “Lula es Haddad”, el primer video de su campaña. Allí es el propio ex ministro y ex alcalde quien afirma: “Estamos aquí para garantizar a Lula presidente”.

A favor de Alckmin juega el tiempo que dispondrá para transmitir sus propuestas en la publicidad por TV. Es el candidato que más minutos acumula (12 en total), gracias a las alian- zas que realizó con otros 8 partidos de centro. Los encuestado­res señalan que un dictamen definitivo sobre sus chances solo podrá sobrevenir 10 días después de la publicidad televisiva. Según los asesores del ex gobernador paulista, el sueño del postulante y de su círculo íntimo sería “competir con Bolsonaro en la segunda vuelta”. Ellos confían que, entonces, el ultraconse­rvador del Partido Social Liberal será más fácil de derrotar pues se llevaría los votos masivos del “anti-bolsonaris­mo”. En la emergencia, esa mayoría hará lo mismo que los franceses cuando fue electo Jacques Chirac, en 1995. Se taparán la nariz con tal de evitar el radicalism­o del postulante ultraconse­rvador.

Como la incertidum­bre política continúa, el escenario económico no irá a evoluciona­r hasta después de las elecciones. Eso llevó a la agencia de calificaci­ón de riesgo Standard And Poor (S&P) a dejar pasar los comicios antes de evaluar una nueva nota para Brasil. “Para nosotros es importante tanto quién será el próximo presidente como su capacidad para lograr que el Congreso vote las reformas (económicas) necesarias”, dijeron sus directivos. ■

El último sondeo revela que Lula se impone ante cualquiera de sus rivales en la segunda vuelta

 ?? EFE ?? Apoyo. Simpatizan­tes del ex presidente Lula da Silva sostienen un cartel durante una marcha ante la Justicia electoral en Brasilia.
EFE Apoyo. Simpatizan­tes del ex presidente Lula da Silva sostienen un cartel durante una marcha ante la Justicia electoral en Brasilia.

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