Cuba abre a los extranjeros la gestión de los trenes por primera vez en 60 años
Cambios. Busca recuperar y modernizar su principal sistema de transporte, que nació en 1837 y colapsó en la década de 1990.
El mes que viene Cuba abrirá su ferrocarril, hasta ahora administrado en exclusiva por el Estado, a la gestión extranjera, cuando entren en vigor las nuevas normas legales publicadas ayer para este medio de transporte. Las nuevas leyes permitirán “como aspecto novedoso” la explotación “en todo o en parte” de “las vías férreas, instalaciones y material rodante” en el país por “una persona natural o jurídica, nacional o extranjera”, indicó al diario estatal Granma el asesor del Ministerio de Transporte (Mitrans) Edmundo Ronquillo.
Estas regulaciones actualizadas entrarán en vigor en 30 días y autori- zarán ejercer a los privados "como operador ferroviario en la modalidad de trabajador por cuenta propia para el transporte de carga y pasajeros", explicó Ronquillo.
Sin embargo, a los “cuentapropistas” cubanos solo se les permitirá operar medios de transporte por vías de “tercera y cuarta categorías”, puntualizó el asesor del Mitrans.
Publicado este miércoles en la Gaceta Oficial de la República, el nuevo Decreto Ley 348 “De los ferrocarriles” significa “un paso positivo” para la revitalización del sector, que colapsó durante la década de 1990 y aún no se ha recuperado debido al mal estado de las vías y la obsolescencia tecnológica de los equipos, algunos con cuatro o más décadas de explotación.
Aunque los cubanos en general prefieren usar colectivos para cubrir medias y largas distancias, el ferrocarril se sigue considerando "el principal medio de transporte" de Cuba, según remarcó ayer el diario estatal.
Cuba fue el octavo país en poseer ferrocarril con locomotoras de vapor, nueve años antes que España, que controló las vías cubanas hasta que en 1898 éstas pasaron a operar con capital estadounidense y en 1959 fueron nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución Cubana.
Cuba lleva adelante un proyecto de modernización de sus ferrocarriles hasta el 2030, con ayuda estatal, rusa y francesa. En mayo una delegación cubana liderada por el vicepresidente y entonces ministro de Economía, Ricardo Cabrisas, se reunió en San Petersburgo con representantes de Ferrocarriles de Rusia.
A finales de julio, y en la antesala de una visita a la isla del canciller Jean-Yves Le Drian, Granma anunció la inminente firma de un “ambicioso proyecto” entre la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses y la estatal Unión de Ferrocarriles de Cuba, con una inversión de unos 40 millones de euros (46,7 millones de dólares) para modernizar talleres y recuperar trenes y vagones de pasajeros.
El nuevo decreto 348 anunciado ahora también instituye la creación de un Comité Nacional de Gestión de la Seguridad Ferroviaria, encargado del “control y seguimiento de la gestión”, así como el “análisis de las causas directas e indirectas que provocan las afectaciones a la seguridad ferroviaria”. En Cuba, el ferrocarril se inauguró el 19 de noviembre de 1837, con la puesta en marcha de una línea que comunicaba a La Habana con la cercana localidad de Bejucal. En la actualidad, la isla posee más de 4.000 kilómetros de vías públicas, donde transitan en su gran mayoría locomotoras diesel, y unos 7.000 kilómetros dedicados al transporte del azúcar, aunque una parte ha quedado en desuso tras el desmantelamiento de una gran cantidad de fábricas en la década pasada. El sistema cuenta con más de 21.000 trabajadores.
Con la asunción en abril pasado de Miguel Díaz-Canel como presidente en lugar de Raúl Castro, la isla emprendió un nuevo camino, principalmente en el campo económico. ■