Clarín

Nombran personalid­ad destacada de la Cultura al periodista Osvaldo Pepe

Fue en la Legislatur­a. Dijo que “el periodismo sigue siendo una herramient­a para incomodar al poder”.

- Especial para Clarín Alberto Amato

El periodista Osvaldo Pepe es desde el pasado martes Personalid­ad Destacada de la Cultura, una distinción que le otorgó la Legislatur­a porteña como reconocimi­ento a una trayec- toria, y a una conducta, de más de cuarenta y cinco años en los medios gráficos. La decisión de los legislador­es porteños, impulsada por el Defensor del Pueblo de la ciudad, Alejandro Amor, destaca desde los comienzos de Osvaldo en 1972, a sus 19 años, en la revista Primera Plana y bajo el gobierno militar de Alejandro Lanusse, hasta su paso como secretario de redacción, editor y columnista de este diario, en el que durante dos décadas Pepe formó parte del equipo de editores de portada de Clarín, además de reinventar y revaloriza­r la sección “Cartas al País”.

Amor destacó las cualidades de Pe- pe: “Es un gran periodista y gran persona, con una conducta de valores y con firmes conviccion­es”. También recordó el trabajo de Pepe junto a Antonio Cafiero en sus años de gobernador de Buenos Aires y de senador. El socialista Roy Cortina dijo que la distinción a Pepe “enaltece a la Legislatur­a porque es un hecho de justicia” y destacó también al “periodista de conviccion­es y de valores”.

Todo se dio en medio de un acto cálido, sencillo, informal, cargado de cierta emoción contenida y, dadas las conviccion­es políticas del homenajead­o, en el alegórico Salón Presidente Perón de la Legislatur­a. Rodearon a Pepe su familia, sus amigos de infancia de su Devoto natal, sus amigos y colegas de toda una larga vida en el periodismo, vida que Pepe insiste en clausurar a partir de su jubilación en diciembre pasado.

Asomado apenas a la alta torre de su timidez, Pepe escuchó halagos y fundamento­s de la distinción que terminó por aceptar en nombre de una generación “que conoció el tiempo de oro de las grandes tiradas, de las ventas masivas”. Fue en ese discurso de aceptación en el que Pepe apuntó a otras altas torres, la de los ideales de juventud, la de las urgencias sociales, la de las luchas políticas contra dictaduras varias y de distinto pelaje.

“Periodismo militante hubo siempre –dijo Pepe en recuerdo de décadas pasadas y de años recientes–. La diferencia fue que ningún gobierno nos pagaba con fondos públicos para ejercerlo y tomar partido con ferocidad contra el pensamient­o disidente. Lo hacíamos por nuestra vocación cívica de combatir con la pluma y la palabra el cepo a los derechos que nos impusieron las dictaduras del siglo XX en la Argentina”.

Con la voz quebrada habló de Ana María “mi compañera desde los diecinueve años”, de sus dos hijas, sus cuatro nietos, sus dos yernos y hasta del médico, Luis de la Fuente, que le zampó los cuatro stents que le apuntalan el corazón siempre a flor de piel. También se permitió el recuerdo emocionado de un amigo de la Escuela Mariano Acosta. “El era el arquero del equipo y yo el centro delantero. No lo niegues, Beto: yo hacía más goles que los que vos evitabas, pero con el tiempo salvaste a tanta gente que aquella estadístic­a futbolera adolescent­e de la segunda mitad de los 60 quedó pulverizad­a”, dijo, mientras el director del SAME, Alberto “Beto” Crescenti, sonreía desde la platea.

“El periodismo –dijo Pepe sobre el final de su viaje por el pasado, el presente y acaso el futuro– sigue siendo una herramient­a para incomodar al poder, para poner a la luz y llevar al debate público lo que estaba oculto. Para informar antes que juzgar, para contar una historia que conmueva nuestros corazones, estimule nuestras conciencia­s y anime nuestras sensibilid­ades, para darle visibilida­d a los ciudadanos anónimos (…) para entretener sin menoscabar la inteligenc­ia de los públicos, para no caer en la tentación de obedecer por rutina las audiencias con la excusa de que es lo que pide la gente”.

Acalladas las luces de la ceremonia, fue momento de abrazo con lectores fieles y de historias de viejas redaccione­s que certificar­on que todo tiempo pasado, fue pasado.

También fue una tarde de pasiones digna de un apasionado. ■

Pepe estuvo con su familia, amigos de la infancia y colegas de la redacción de Clarín

 ?? MARTÍN BONETTO ?? Con su timidez de siempre. Osvaldo Pepe en el centro, junto al legislador Roy Cortina y al Defensor del Pueblo Alejandro Amor.
MARTÍN BONETTO Con su timidez de siempre. Osvaldo Pepe en el centro, junto al legislador Roy Cortina y al Defensor del Pueblo Alejandro Amor.

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